Capítulo 2: Como bebés

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LEY'HA

Después de que padre me diera tal orden, dirigí a la familia Sully a su correspondiente Mauri (casa).
La más pequeña de todos miraba con asombro las viviendas, mientras disfrutaba saltando sobre el suelo de tela que era flexible.

Ley'ha: -Aquí es donde viviréis- dije, mientras Tsireya hacía un gesto con las manos indicando el lugar.

Jake Sully: - Es genial, -dijo mirando a su familia,-nos alojaremos aquí.- .

La madre de la familia, observó el lugar con desprecio, y dejó caer su bolsa con desagrado. Inmediatamente, sus hijos y esposo la miraron confundidos y se dedicaron unas miradas cómplices antes de seguir explorándolo.
Seguido de eso procedí a ayudarles a colocar sus cosas, ya que parecían pesadas. Cuando acabaron, Tsireya me dedicó una mirada como diciendo,¿ Y ahora que hacemos con ellos? Así que,me dirigí a los hijos de Jake Sully para decirles lo suiguiente:

Ley'ha:- Seguidme, os vamos a enseñar como montar en ilu, ya que es esencial saber dominarlos en la vida de un Metkayina.-  De repente, Tsireya y Aonung me miraron descaradamente. Parecían impresionados o algo por el estilo.

Tsireya: - ¿No crees que aún es un poco pronto para empezar con eso?- preguntó , a la vez que miraba al chico más joven con cara de comprensión.

Ley'ha: - Hermana tu pregunta es absurda, si no consiguen montar en ilu, no podrán siquiera transportarse de un sitio a otro.- esto lo dije seria y con autoridad, mirando en específico a ese chico de trenzas que no paraba de ojearme.

Tsireya bajó la mirada y me siguió mientras indicaba a los otros que hicieran lo mismo.
No me gustaba tener que hablarle con tanta formalidad, pero padre me había enseñado a hacerlo así. Y si alguna vez llegaba a escucharme hablando de malas formas, seguramente me regañaría.

Durante el camino de ida, fui sola mientras miraba los diferentes mauris. Hacia bastante tiempo que no paseaba por el pueblo con tanta tranquilidad. De pequeña, era casi como una rutina pasar por los mauris de todos nuestros hermanos y hermanas metkayina, para poder saludarlos y preguntarles si necesitaban ayuda con algo. Ahora, con tantas obligaciones me era casi imposible.
Estaba disfrutando este tranquilo paseo, hasta que el chico alto de las trenzas se acercó a mí sin previo aviso.

Chico de las trenzas: Hola!, me llamo Neteyam y tu debes de ser Ley'ha, ¿no?- esto lo dijo con entusiasmo y confianza, lo que me provocó un poco de envidia, al ver su facilidad para socializar.
Madre me enseñó que entre los hijos de líderes, debíamos hablarnos con respeto y sin usar saludos coloquiales.
¿Es que acaso no me veía como una guerrera, o era solo que quería ser simpático? Fuera lo que fuera esas no eran formas de hablarle a una futura Tsahik .

Ley'ha:- Sí, soy yo.- Dije siendo fría y sin mirarle.

Neteyam:- ¿Sabías que cuando alguien te habla hay que mirarle a la cara?- preguntó con un tono burlón. - Es algo básico que se debe saber, sobre todo si vas a ser la  próxima Tsahik.- indicó con diversión.

Eso fue la gota que colmó el vaso. Rápidamente dirigí mi mirada hacia él y fulminé su mirada con la mía. Quería que se enterase de que no me había sentado del todo bien sus palabras.

Parece que lo pilló bastante rápido porque dejó de mirarme a los ojos, pero a los segundos me di cuenta de que lo había hecho para mirar mi brazo, en el cual ya había olvidado que tenía una herida. Este me miró con preocupación y abrió la boca para hablar.
Rápidamente, puse mi otra mano encima de la herida para no retrasar lo que tenía pensado hacer. Esta seguía sangrando, pero ya con menor intensidad.

En otra Vida// NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora