𝐑𝐮𝐢𝐬𝐞𝐧̃𝐨𝐫

2.4K 346 238
                                    

✧・゚: *✧・゚:*  🐧  *:・゚✧*:・゚✧

Sus pies colgaban con gracia, tarareaba una canción que había escuchado en la radio aquella mañana. Trazaba círculos desordenados sobre las hojas de una libreta que siempre guardaba en su bolsillo, dejaba que el aire desordenara su flequillo, cayendo como una suave pluma sobre sus ojos.

"Canta ruiseñor, canta ruiseñor…" 

Murmuraba aquel cántico, mientras se perdía en su mundo. Pronto en aquella hoja dejaban de ser garabatos sin un fin, un nombre con letra cursiva adornaba la página. 

Sonrío emocionado al ver que finalmente lo había encontrado, dió un corto saltito acercándose a la habitación donde aún Memo se encontraba pintando la habitación de su bebé.

Aquella mañana Guillermo llegó a su departamento con algunas muestras de colores, dejando que un muy alegre Lionel escogiera la que más le gustara. 

" Iré a comprar la pintura y comenzaré a pintar la habitación de la pulguita, mientras tú te mantienes muy alejado del aroma de la pintura"

Se acercó hasta la habitación, a pesar de la advertencia sobre el aroma de la pintura no pudo evitar colgar sus brazos por detrás del más alto. 

— ¡Ya tiene un nombre! 

Memo soltó la brocha, colocándola con cuidado sobre el suelo. Toda su atención enfocándose en la sonrisa repleta de ilusión que adornaba el rostro de Lionel.

— Lio, te puede hacer daño estar aquí.

—¡ Lo sé, pero ya encontré el nombre perfecto!

Memo cargó con un poco de esfuerzo el cuerpo de Lionel, alejándose de la pintura fresca. Ver a Lionel así de feliz contagia su corazón con aquel sentimiento, hace que su cuerpo gire en círculos mientras ambos ríen sin un motivo. 

Si Lionel bailaba, él también lo haría. Le asustaba un poco el sentimiento que ahora existía en su corazón, su motor se acelera al ver al pequeño joven de sonrisa tímida, su tacto lo ponía nervioso y su compañía se sentía como un paraíso.

Se estaba enamorando de Lionel.

Comenzó a aprender cosas sobre el joven argentino, su gusto por unas pequeñas flores blancas que imitan las nubes. A diferencia de él no era un gran fanático de los libros, entendía que podía pasar horas escuchando a las personas y con algo de esfuerzo escucharía una contestación. 

Le gustaba escuchar las historias que Lionel le platicaba de cuando aún estaba en la preparatoria, pese al tiempo que duraban hablando jamás escuchó la historia del pequeño niño que pronto llegaría a la vida del joven. 

Cada vez que se acercaban un poco al tema, rápidamente cambiaba de tema buscando algo con qué distraer a Memo. 

Su videocámara ahora se encontraba repleta de momentos entre Lío y su bebé, muchos de ellos donde se puede ver en la toma a un muy distraído Lionel hablando con su pancita.

Eran momentos que quería guardar en su corazón.

— Julián, ¡se llamará Julián! ¿Te gusta? 

Lionel se sonroja y tartamudea un poco, no sabe el porqué buscó la aprobación de Memo. Pero siente mucha vergüenza al encontrarse con los ojos del más alto, no existe un "nosotros" pero se sentía confundido ante como su cuerpo reaccionaba a la cercanía. 

Memo se ríe, acaricia suavemente la mejilla de Lionel. Una vez más siente sus pies sobre el suelo, ninguno de ellos se separa del otro. 

— Es un nombre muy bonito. — 

𝐇𝐈𝐉𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙Ó𝐍 [𝙼𝙴𝚂𝚂𝙸𝙲𝙷𝙾𝙰]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant