Todo Lo Que Quiero (#2)

33. Te Quiero

¡Les cumplí! ¿Me aman?

Y pensar que este será uno de los últimos capítulos calmados. Se siente bien JAJJAJA

No olviden de darle apoyo...

Narra Austin

10 de Agosto, 2024.

Observo fijamente a Amos.

—¿Dices que Ansel habló contigo? —pregunta sorprendido.

—No fue como hablar directamente, pero lo hizo con Stacy, y me incluían —explico.

No puedo olvidar como los encontré riendo en la cocina, y hablando con tranquilidad. Todavía ni recuerdo cuando fue la última vez que Ansel reía de esa manera.

No sé qué sucedió mientras yo hice dormir a Hilary, pero en cierta forma agradezco haber disfrutado un momento de calma junto a mi hermano.

—¿Y ella no te dijo nada?

Niego.

—En ningún momento, pero estoy más que seguro que Stacy habló con él —murmuro—. Esa mujer cada día me sorprende más, es increíble.

Amos asiente, y se lleva las manos al rostro.

—Sí, nuestras chicas son increíbles —sonríe—. También pasó algo extraño cuando fue a casa. Ambos nos sentamos en el jardín mientras veíamos jugar a los niños, tampoco recuerdo cuando fue la última vez que estuvo más de cinco minutos en el mismo lugar que yo.

Quizás para muchos nuestras conversaciones con estúpidas. Se preguntarán, ¿Cómo se pueden alegrar por aquellos detalles?

Nosotros perdimos todo contacto con Ansel, para él dejamos de ser los hermanos en quienes confiaba, donde encontraba un refugio. Claro que no lo culpamos por sus reacciones porque es nuestra culpa, y estamos intentando remediarlo.

—Solo quiero que volvamos a ser los de antes. —Suspiro.

—Yo también, Austin. Me mata ver como nuestro propio hermano nos trata igual que unos extraños —su voz se escucha afligida. Amos siempre ha sido sensible, aunque, no lo parezca.

—Solo no debemos dejar de insistir.

—Y no lo haré. —Amos ríe—. Por cierto, quería hablar contigo sobre un tema.

Frunzo el ceño. Tiene una gran sonrisa pintaba en los labios.

Sospechoso.

—¿De qué trataría? —pregunto, aún confundido.

—Este finde semana es la cena benéfica, y aunque, Rose y yo estamos muy felices por ayudar, lamentablemente este año no podremos asistir. —Hace un gesto de fastidio. Ellos adoran ir a esta cena benéfica, cada año hace una gran donación en nombre de la familia, y de ellos personalmente.

—¿Tuvieron algún problema?

Amos me observa como si tuviera dos cabezas.

—Rose está a nada de dar a luz, y no puede andar mucho de pie. Sería un martirio —explica cómo si fuera lo obvio. Claro, ya lo había olvidado—. Entonces... Te quería pedir si puedes asistir, solo debes entregar la donación, no es necesario que te quedes toda la noche.

—Sabes que odio estar en el ojo de la prensa —le recuerdo.

—Lo sé, pero es muy importante para nosotros. —Me mira de una forma extraña, se parece a Hilary cuando quiere algo.