め SISTEMA SOLAR 🪐˖ ࣪ ٬

82 11 0
                                    

— Después de ese día, nadie dijo nada, nadie preguntó nada, ninguno hablo de lo que pasó en la biblioteca. Solo se encontraban sin preguntar mucho. Y repetían aquél momento de vez en cuando, el contacto entre ellos aumento, los abrazos ahora estaban presentes, solo cuando nadie los veía, cuando estaban ellos dos solos, ellos se querían solo un poco más de la cuenta, en uno de los encuentros de los jóvenes, una vez en la que Tsukishima y Hinata tuvieron que hacer un trabajo en parejas, el rubio propuso la idea de qué, para acabar más rápido el trabajo lo hicieran en la casa de alguno de los dos, terminando el trato con ir a casa del miope, al terminar de hacer sus deberes. Kei comenzó a juguetear con el cabello del moreno, el jugueteo llevo a una caricia, las caricias un beso y el beso terminó con Hinata sobre el regazo del rubio y este apretándolo contra si desde la cadera. Gracias al universo los padres de Kei nunca llegaron a entrar de imprevisto a la habitación del chico, o se llevarían la sorpresa de que su hijo no era tan inocente como pensaban.

—Tsukishima Kei no era idiota, el desde que entró en la pubertad aprendió sobre muchas cosas, lo que es la masturbación, y cuando hacerlo, como funciona su cuerpo (el cuerpo masculino) y el cuerpo femenino. Sabía muy bien lo que era el sexo, después de todo internet era un gran amigo. La mayoría de sus dudas las resolvía entrando a Google. No era lo más seguro, ya que nunca se sabe lo que se puede uno encontrar en la web, pero para Kei toda información era útil. Siempre fue un chico bien dotado, muy inteligente y ágil, que capta bien la información, sin embargo habían muchas cosas que su trastorno no le permitía hacer.  «No sabía que podía hacer una tormenta en un vaso de agua »

"Existen destinos peores que la muerte" dicen por ahí.

Tsukishima Kei junto a Hinata no tenían miedo al destino, estuvieron jugando con fuego por mucho tiempo. Su "relación" ahora se basaba en salir y ser amigos. Mientras que en la privacidad de sus hogares, se comportaban como todos unos hormonales. Nunca llegaron a ir más allá de unos simples roces con sus torsos desnudos y besos desenfrenados, ninguno de los dos se atrevió a sobrepasar esa raya, y mucho menos si el menor de los dos empezó en ese tiempo a desarrollar un enamoramiento hacia el mayor. Estaba completamente perdido, porque dejo fluir sus sentimientos y ahora no podía escapar de aquella tormenta llamada Kei Tsukishima, la cual arrasaba con todo en si, destrozando su corazón y jugando a ser inocente. Olvidando todo al día siguiente o fingiendo que nada ocurría. Era una maldita cuerda de tira y afloja, pues cada vez que Kei podía le daba alas al pequeño cuervo, y después en ese mismo instante de las cortaba de una forma cruda.

Quien pasaba día y noche soportando a Hinata llorar y comportarse como un bebé era por su puesto, Tobio Kageyama, ese azabache de sangre caliente, un carácter muy fuerte y de pocos amigos. Kageyama nunca demostraba afecto. El era más de acciones, así que cada vez que el "enano" como solía llamar a Hinata, llegaba a su casa con cara de que el mundo se le caía encima, el lo dejaba dormir en su habitación.

— Volvió a pasar, el llega y dice quererme, pero después olvida lo que pasó al día siguiente y me ignora, deja pasar los días y no me busca, ni siquiera cuando estoy justo a su lado!  Ush! — se echó de espaldas a la cama del azabache mientras tapaba sus ojos con su antebrazo.

— Te dije que el era peligroso, pero claro, yo solo soy el aguafiestas... — Se quejo el más alto sentandose a su lado.

— Yo entiendo lo de su trastorno. El parece comprender muchas cosas, sabe el significado de querer, y eh visto de primera mano como demuestra su cariño, lo hace con su familia, incluso con su amigo el chico pecoso del que nunca me aprendí su nombre. AAAAAAAH! —Hablo soltando toda su frustración mientras se revolvía en la cama como gusanito.

— El no es tonto, sabe lo que está haciendo. Conciente o inconscientemente está jugando contigo ¿sabes?, Lo siento mucho, se que no te gusta que te diga las cosas, pero es así es la vida Hinata.

— Lo que más odio de la situación es que aún yo tengo esperanzas de que sea solo un producto de su condición y el.... De verdad me quiera y pueda suceder algo hermoso entre nosotros....

— El sol simplemente no puede dejar de amar a la luna ¿no es así? A pesar de que las estrellas y los demás planetas estén alrededor suyo... A pesar de que existan más lunas en otros planetas....

— ¿Que? ¿Desde cuándo eres tan maduro señor Bakayama? — Bromeó el pelinaranja.

— La situación lo amerita... Por cierto, mamá me dejó la cena lista, bajemos a comer para terminar la tarea... O intentar terminarla por lo menos — se rasco la cabeza el azabache mientras se levantaba en dirección a la puerta.

— Tienes razón.... Gracias Bakayama....

— no hay de que enano....

U R O Kei? - TsukihinaWhere stories live. Discover now