U R O Kei? - Tsukihina

ゐ. A.M.I.G.O 🌱 ˖ ࣪ ٬

  No tenía ni siquiera la más mínima idea de porque estaba haciendo lo que estaba haciendo pero le gustaba. Sentarse ah charlar con Tsukishima Kei, le divertía mucho. A pesar de que el apenas y le dijera "pío" en realidad para el moreno eso era lo de menos, le gustaba mucho hablar con aquel chico del cual sabía tan poco.

— Oye Tsukki... Después del recreo quieres pasar un rato conmigo y mis amigos Tobio y noya-chan?!

— El rubio de nuevo no dijo nada, no lo miraba, solo asintió y miro de reojo a Hinata Shõyo, ese chiquillo era diferente a todos los que se le habían acercado, Hinata era lo que su madre se refería a alguien muy "dulce", el nunca entendió a qué se refería, porque el nunca había visto a nadie cubierto de miel o merengue de cupcakes, nunca entendió hasta que conoció a Shõyo, el le parecía adorable, era igual de adorable como sus peluches de dinosaurios que tenía en su habitación, hacia muchas preguntas que quería contestarle pero sentía que si abría la boca podría hacer daño por no saber expresarse. 

— Oye tsukki! Noya chan te va a caer muy bien, el es muy lindo y tiene un peinado gracioso, Tobio Kun es un pesado, pero cuando lo conoces es genial.

— El más alto fue arrastrado de la mano por el pelinaranja, A Tsukki no le gustaba que lo tocaran, el solo podía ser tocado por su mamá y su hermano mayor, le incomodaba demasiado que el menor lo tocará, pero por alguna razón no quería tampoco que esté lo dejara de agarrar. Al mirar sus manos juntas inconscientemente la comisura izquierda de sus labios se levantó en una especie de media sonrisa. ¿Eso era lo que su mamá le describía como estar feliz?

— Shõyo Kun, ¿eres mi amigo? —Pudo por primera abrir su boca frente al menor articulando más de dos  palabras. Lo cual dejo por unos segundos estupefacto a Hinata, pero después sonriendo confirmó.

— Por su puesto! Eres unos de mis mejores amigos! Y Te quiero mucho!

— El mayor enrojeció sin saber porque, su corazoncito latía rápido, el nunca sabía cuando estaba sintiendo algo, pero en esa ocasión sabía que su corazón latía rápido no solo por el hecho de estar corriendo. Aunque no sabía exactamente que era o como se llamaba aquello. Era raro. Solo raro y ya.

— Llegaron con los amigos del pequeño, uno más alto que el otro, el azabache era más callado pero al mismo tiempo igual de alborotado que los dos más bajitos, hablaban de lo que harían el fin de semana entre otras cosas de las que el rubio como siempre no formaba parte, no era como si le importará, esas cosas solo arruinaría su perfecta rutina y sus planes de estudio.

— Oye oye Tsukishima! Estás bien? No has dicho nada desde que llegamos, eres incluso más callado que Kageyama Kun. —Pregunto Yuu mientras miraba curioso a el rubio.

— Si, estoy bien, gracias por preguntar. — Mantenía su expresión neutral y su mirada con ese brillo opacó de siempre.

— Eeeh.... Ok, eres raro. En fin, ¿quieres venir con nosotros el fin de semana? Iremos a jugar voleibol con otros amigos, será divertido, además eres alto, serías un buen bloqueador. Tobio Kun es excelente colocador y los remates de Shõyo Kun son espectaculares, siempre ganamos gracias a este par de locos. —dijo señalando a el duo Kagehina quienes se miraban mutuamente haciendo una batalla de peleas de miradas a ver quién pagaba las bebidas por las que irían en un rato.

—¿Me están invitando a ir con ustedes a sus planes de fin de semana cuando ni siquiera los conozco o se si en realidad son buenos o malos? Mamá dice que no hable con extraños y de hacerlo de o decirle que no me puede llevar con el o ellos porque soy autista y sería muy problemático. —De nuevo el más alto pensó que estaba hablando de más, por lo que volvió a callar y mirar el piso mientras jugaba con sus manos, se sentía nervioso y lo sabía porque le sudaban las manos y tenía el pulso acelerado, buscaba con la mirada algo en lo que fijar su vista, encontrándose así con el chico de hebras naranjas, sintiendo así un alivio instantáneo.

— ¿Eres autista? —Pregunto curioso el pelinaranja, mirando expectante al de lentes, así mismo los otros dos decidieron irse dejando a Kei y Shõyo solos para que estos pudiesen platicar.

— TEA o Trastorno del espectro autista es una condición que parte del autismo, no es una enfermedad es un trastorno, Que afecta tanto las habilidades sociales y de comunicación, que se diagnóstica mayormente en la infancia y no tiene cura, sin embargo se puede mantener bajo control con un tratamiento y seguimientos médicos. —Hablo Kei con vos y expresiones siempre neutrales nunca le molestó decir o hablar sobre ello. Claro, no era como si fuera por ahí contándole a Raquel y todo aquél que pasará frente suyo sobre su condición.

— Lamento mucho no haberme dado cuenta de eso amigo, debí hacerte sentir incómodo todo esté tiempo. —Hinata se sentó en el piso frente a Kei, cruzando sus piernitas y mirando al más alto quien por alguna razón no le esquivaba la mirada está vez. — Pero debes de saber que tú me gustas tal cual eres, me gusta como eres y es divertido estar juntos, así que no pienses que por esto tu y yo ya no estaremos juntos.

— Kei se encontraba en su mundo, escuchando cada palabra que su contrario decía, guardando cada detalle del este en su cabeza, mirando cada una de sus expresiones faciales, recién se daba cuenta de que Hinata Shõyo era lindo. Sabía lo que era algo lindo por qué su psicólogo le había descrito muchas veces aquella palabra y la asociaba con sus peluches de dinosaurios, con su colección de piedras preciosas, con su mamá, y su gatito Kuroo.

— Hinata Shõyo eres mi amigo y eres lindo. —Soltó en un leve susurro aquel chico rubio de lentes. Dejando a un pequeño Shõyo con toda su cara roja y el corazoncito hecho un torbellino emocional.

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