One Shot's

Dos

Kim Dokja está acostumbrado a lidear con los problemas. No por nada recibió el título de "Rey Demonio de la Salvación". Porque en vez de terminar los catástrofes del "Rey Supremo", el costo es que terminan destruyendo media zona.

Su identidad como héroe, es muy diferente a su yo realista. Es desempleado, le hacían bullying en su antiguo trabajo y es muy torpe.

Ha estado jugando el papel de héroe, desde dos años, y su mayor rival por supuesto el "Rey Supremo".
Ningún héroe es capaz de nivelarse a este nivel de poder. O el villano era muy fuerte, o los héroes muy débiles.

Porque sí, hace tres años atrás, cayó del cielo unas piedras brillantes, cualquiera que lo ingiera es capaz de obtener alguna habilidad.

Kim Dokja, ni siquiera sabe el nombre de su habilidad. Solo que es efectiva en saber los movimientos de su enemigo y en análisis del cuerpo. Su poder no es la gran cosa desde el punto de Dokja.

Pero seguía sin entender como un poder tan extremo como la manipulación de elementos del Rey Supremo, podía luchar con él.

Su primer encuentro ocurrió en Halloween, Dokja se disfrazó para pedir dulces, a petición de su mejor amiga.
Llevaba una máscara blanca con delineados mixtos de dorado y negro, que cubría todo su rostro. Una bata blanca, con camisa y pantalón negro.

Quién imaginaria que se volvería en su atuendo de héroe.

Solo salvó a una niña que le estaba por caer un poste encima. Todo ocasionado por el villano ya nombrado.

Sin duda no quería jugar el papel de héroe, pero quien pensaría que todas las catástrofes ocurren en lugares relacionados con él.

Los trabajos en los que fue despedido, la tienda donde el empleado lo atendía de malas, la escuela donde lo intimidaban.

Así como la gente lo llamaba héroe, eran los primeros en exigirle que su obligación era cuidar el país sin recibir nada a cambio. Por esa razón, hay más villanos que héroes que se arriesguen la vida salvando a otros.

Pero cuando vio el atuendo del villano, quedó impresionado.
—¿Dónde compraste ese conjunto?— quedó impresionado, sin duda haría lo que fuera por comprar ese conjunto de ropa.

—En la tienda XX de av. xx—respondió el ´Rey Supremo´ con calma. Como si no estuvieran en medio de una pelea.

—"Rey Supremo". Los militares te tienen rodeados, ríndete, y pensaremos muy sabiamente tu sentencia—gritó con el megáfono un oficial.

Pero el villano seguía sin prestarle atención. Estaba más concentrado en tener una bonita charla con Dokja.

—Entonces ¿Que me recomiendas de regalo? De preferencia que no sea muy caro—preguntó ansioso el Rey Demonio de la Salvación. Aunque ni él sabe, como empezó a contarle sus problemas, mejor dicho un problema en el que ha estado pensando mucho últimamente.

—¿Lencería?—respondió la persona detrás de la máscara negra, con una sonrisa que nadie podía ver.

El rostro detrás de la máscara de Dokja se puso roja de imaginarse. Al parecer el Rey Supremo no tiene vergüenza en soltar tales palabras.

Sus orejas sonrojadas, captaron el ruido de balas, aproximarse ante la persona frente a él.
Pero antes que pudieran llegar, un muro de tierra se elevó evitando la visión de los militares.

El rey supremo se acercó extendiendo su mano a Dokja. Kim Dokja estando a la defensiva, sacudió el cuchillo que tenía en mano.

Las finas gotas de sangre se filtraron en la muñeca. La herida no era muy profunda, pero a Dokja se le salía el alma. Quería disculparse, pero rápidamente la persona frente a él había desaparecido.