27. Samael borracho dice la verdad

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Primero que nada, feliz sábado gay✨

Asgshghfsgf me divertí leyendo sus reacciones del capítulo anterior.

Aquí solo preparen sus corazones para leer a los bellos enamorados.

Les dejo el aesthetic de Zeth, nuestro controversial escocés, para que se animen a leer...

Les dejo el aesthetic de Zeth, nuestro controversial escocés, para que se animen a leer

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꒷🌹꒷

Capítulo 27

"Samael borracho dice la verdad"

IZAN

Podía decir que no creía en lo que veía, tal vez por eso no apartó la mirada, pero en ese colegio nadie era normal, quienes estudiaban ahí eran lo más lejano a la normalidad a la que alguien como él estaba acostumbrado.

No creció rodeado de lujos, amor o atención, fue criado por desconocidos que se volvieron parte de su familia conforme pasaron los años. Optó por no ir de una casa de acogida en otra, prefirió siempre no hacerse esperanzas de que permanecería más de unos meses en un lugar.

Desde que llegó al St. German enfrentó las excentricidades con las que se movían esos chicos, los hijos de la élite; todos acostumbrados a hacer su voluntad, a ser obedecidos y a sentirse el centro del mundo.

Con ayuda de los Zebell logró sentirse parte del colegio y poco a poco también a hacerse a la idea de que ahora tenía una familia. Había cumplido diecinueve y todo lo que le hacía falta a su vida eran los insultos de un demonio con cara de ángel, el mismo que con su llegada, y sin esfuerzo alguno, lo hizo caer rendido de rodillas.

«Debo ser el idiota más grande del mundo, pero confío en Samael»

Precisamente porque confía en Samael permaneció en el pasillo anterior al salón en el que lo vio entrar con Zeth, ese cuya presencia trajo consigo el repentino viaje de Samael, y a su regreso aparecía también.

De haber querido pudo saltarle encima a ese rubio y alejarlo de Samael, ni si quiera Gideon, Blaise o el propio Samael habrían podido hacer nada.

Lo que él veía era a alguien que no era odiado por los Blackhill, que podía hablar con Samael siempre que quisiera sin esconderse, algo que él no tenía en ese momento, estaba atado de manos.

Era capaz de arriesgarse a sí mismo si con eso él y Samael no tenían que ocultarse, pero no iba a arriesgar a Sanem y Matthew, sus padres le habían dado todo.

Esperó, cinco y luego diez minutos pasaron hasta que por fin escuchó el sonido de la puerta. Zeth salió y se alejó cada vez más del salón. No entró inmediatamente, no supo por qué, se quedó con la mano sobre la puerta a punto de empujarla, pero no fue hasta un par de minutos después que reaccionó y la abrió.

Sangre puraWhere stories live. Discover now