«No muchos llamaban la atención del heredero orgulloso y egoísta número uno del mundo, hasta que llegó él y descubrió lo que significaba».
꒷🌹꒷
⁍ Un huérfano con una oportunidad única.
⁍ Un egocéntrico aburrido.
⁍ Un colegio tan prestigioso como eli...
Preparen sus mentecitas porque se vienen muchos enredos, acertijos y cambios en la trama☂️.
Les dejo el Asthetic de Gideon para que se animen a leer...
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꒷🌹꒷
Capítulo 22
"Say yes yo heaven"
SAMAEL
—Perforarás la pantalla si continúas así —la voz de la persona a su espalda hizo que rodara los ojos y suspirara, pero no dejó de actualizar la página.
—Que se perfore, conseguiré otro —respondió.
La risita que se produjo lo irritó casi tanto como el hecho de que Izan Zebell fuera como un anciano que se reusaba a utilizar la tecnología como cualquier persona normal. No subía historias, no hacía publicaciones, su perfil de Instagram era como un tipo de cuenta falsa que creas una vez y no vuelves a tocar.
— ¿Qué tan difícil es subir una sola foto? —preguntó antes de que el aparato que había sido víctima de su acoso desde hacía tres días desapareciera de sus manos.
—No es difícil, solo no quiere hacerlo.
—Cállate —dijo él, se recostó en el respaldo de la silla giratoria y se impulsó con un golpe de su pie en la mesa para comenzar a dar vueltas.
El tiempo se pasaba rápido, no se detenía a esperar a que se disuadieran los pensamientos sobre la vida que dejó y todo lo que perdió por obedecer a sus padres. Parecía poco irse tres años, y así era, ya llevaba cinco meses y no había muerto, lo que quería decir que sobreviviría a los siguientes dos años y medio lejos de las personas a las que ya estaba acostumbrado.
Le habría gustado al menos estar enterado de la decisión que sus padres tomaron, de esa manera habría hecho hasta lo imposible porque Izan no estuviera presente cuando lo anunciaron, en lugar de ello, su reacción quedó plasmada en las malditas cámaras, cada persona en ese lugar fue testigo de cómo sus padres tenían el control absoluto sobre su vida.
Estuvo con su madre todo el día previo al evento de presentación de la familia escocesa y ella en ningún momento hizo algún comentario sobre lo que ocurriría después.
No fue hasta que se sentó en el asiento frente a su padre que obtuvo las respuestas que necesitaba.
—La culpa es solo tuya, Alex, de nadie más —había dicho su padre antes de lanzar sobre la pequeña mesita que los mantenía uno frente al otro.
Comprendió de lo que se trataba después de leer el reporte y la declaración de una persona a la que él ni si quiera recordaba, no lograba darle un rostro al nombre escrito sobre el suyo.
