Una llamada inoportuna

1.9K 188 71
                                    

Este es un capítulo extra, ocurre tiempo después, solo puedo decirles que es erótico, o por lo menos lo intenté jajaja.

Espero se entienda y les guste.

Capítulo 17. Una llamada inoportuna.

—K-Kacchan... —jadeó contra la almohada. —Me r-retracto. —dijo, avergonzado de estar en una posición que dejaba su desnudo trasero levantado al aire y a la vista de su novio, quien jugueteaba metiendo dos de sus dedos.

—Ya es tarde para eso. —dijo Katsuki con voz ronca, haciendo a Izuku voltearse para permanecer acostado boca arriba y así quitarle la camiseta oscura que el pecoso había robado de su armario para ponérsela y esperarlo.

—¡D-detente! —chilló Izuku avergonzado de su desnudez, mientras Bakugo extendía las rodillas de Izuku hacia los lados, para observarlo mejor.

—Dices eso, pero estas duro y mojado. —dijo con malicia, volviendo a introducir sus dedos en el trasero del pecoso, estimulándolo y arrancando un gemido de él. —No te atrevas a correrte, nerd. —advirtió, mientras únicamente se quitaba sus pantalones y dejaba ver su erección.

La cara de Izuku se tornó roja mientras veía a su novio ponerse un condón. ¿En que pensaba cuando decidió esperar a Katsuki en su habitación vestido únicamente con una de sus camisetas negras favoritas? ¡Jamás debió escuchar a Ochako y Shoto!

Katsuki se colocó entre las piernas de Izuku, y el pecoso palideció mientras imaginaba que aquello sería una tortura. Una tortura que él mismo había provocado.

—E-espera. —suplicó. —Va a doler.

Katsuki simplemente se acercó y lo besó, esperando calmarlo. El rubio había luchado durante semanas para contenerse y no asustarlo o lastimarlo de ninguna manera, pero ahora ya no había marcha atrás. Lo único que podía hacer era tratar de que Izuku se sintiera bien.

—Lo haré despacio. —dijo el rubio.

Izuku asintió tímidamente.

—Por lo menos, hasta que te acostumbres. —se encogió de hombros.

"Espera, ¿qué?", pensó el pecoso.

Y mientras el nerd procesaba esa información, Katsuki introducía lentamente su miembro en el interior del pecoso, sintiendo como Izuku temblaba debajo de él.

—Ya es suficiente. —dijo el pecoso, temeroso y tenso.

—Aún no está todo dentro, nerd.

Izuku abrazó el cuello de Katsuki. —No puedo. —dijo lloroso.

—Si puedes, maldita sea.

—Plus-s u-ultra... —balbuceó Izuku, cerrando fuertemente los ojos y tratando de darse valor.

Katsuki bufó. —¡No repitas el lema de la escuela ahora!

—Es que duele. —lloriqueó.

Katsuki se detuvo, un poco preocupado ante el sollozo de su novio. Se suponía que esto debía ser disfrutable para ambos. —Izuku —susurró suavemente mientras se acercaba a los labios del pecoso—, relájate. —pidió, besándolo.

Izuku fue calmándose, dejándose llevar con aquel beso. Y entonces, el teléfono de Katsuki sonó en varias ocasiones, siendo ignorado por el rubio.

—¿N-no contestarás? —preguntó Izuku, entre jadeos.

Bakugo no respondió, y se dedicó a dejar besos por el cuello de Izuku, a quien consideraba su prioridad.

—Mmm... P-podría ser i-importante. —insistió el pecoso entre jadeos.

Si yo fuera túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora