Mafia: Seúl (JiKook)

Capítulo 03

El cuerpo del menor se alertó cuando sintió la diestra del mayor meterse dentro de su ropa. Su cuerpo no sólo se alertó, sino que, reaccionó ante la piel suave y caliente de la mano de Jimin. No pudo evitar su respuesta, la cual fue expresada con un leve pero audible gemido. Cerró sus ojos, expectante ante el siguiente movimiento de Park, el cual no tardó en llevar a cabo. La zurda de éste subió por la espalda del menor, deteniéndose unos segundos en el cuello, dando leves y suaves caricias en la piel desnuda. Sus miradas se cruzaron ansiosas, deseosas, atrevidas, listas para continuar. El mayor fue acercando su rostro al del menor, quien ya no dudaba mucho de aquellos sentimientos que le provocaba su hermano mayor, entendiendo que estaba a punto de cometer un acto prohibido para ellos. Sonrió levemente cuando la respiración de Jimin chocó con sus labios, lo cual también hizo sonreír al mayor. La distancia era casi inexistente y el deseo de besarse aumentaba a cada ritmo de sus respiraciones. La traviesa y cálida zurda de Park continuó su camino, deteniéndose en la nuca de JungKook, por varios segundos acarició el cabello de éste hasta que impulsó al menor para tocar sus labios. Ya no existía distancia entre ellos, sus labios se tocaron por segundos que les pareció eternos, hasta que fue el mismísimo Jeon quien dio el primer paso. Movió lentamente su labio inferior contra los del mayor, tentándolo descaradamente. El mayor quiso dejar que el contrario hiciera lo que quisiera en ese momento, se dejaría llevar y correspondería cuando ya no diera más, aunque estaba seguro de que no duraría mucho, ya que, el deseo hacia el joven frente a él, le estaba volviendo loco.

—Esta manera tuya de detenerme, es muy sucia —dijo. Mordió el labio inferior del mayor, arrebatándole un gemido lleno de placer y ansia.

—Al menos está funcionando. Sigues aquí en la habitación conmigo —bajó sus manos hacia la cintura del contrario, sin dejar de mirarlo.

—No creas que te funcionará siempre, Jimin.

—Mientras me esté funcionando ahora —le sonrió con picardía—. Ya luego pensaré en otras maneras de hacerte cambiar de opinión.

JungKook terminó su juego de morder el labio inferior del mayor, pero este comenzó uno en donde implicaba unir sus labios por completo y saborearlo hasta saciarse de ellos, pero a medida que lo besaba y que éste correspondía de la misma manera lujuriosa, deseosa, apasionada y necesitada, entendía que jamás estaría saciado de sus besos.

El menor en un movimiento atrevido, olvidando todo lo que NO debía hacer con Jimin, olvidando que NO debía besarlo, que NO debía desearlo, que NO debía acariciar de esa manera su cuerpo, llevó sus manos a los glúteos bien formados del mayor y los apretó. Por otro lado, Park se quejó por la fuerza, pero sonrió porque entendió que JungKook había dejado todo de lado y correspondería a sus sentimientos o eso quiso creer en ese momento, por ello fue avanzando hacia la pared junto a Jeon, provocando que este chocara con la fría pared de madera. Su diestra esta vez se metió dentro de su pantalón y bóxer

—Mierda...

El menor gimió en los labios del mayor cuando la mano de éste rodeó su erección. Suspiró cuando Jimin acarició traviesamente su polla, sus respuestas fueron suspiros, gemidos y nuevos apretones en los glúteos del mayor. Su zurda fue subiendo debajo de la ropa del menor, llegando hasta una de las tetillas de este, lo cual fue nuevo para el menor ya que, su exnovio no había jugado en esa zona cuando intimaban —y JungKook descubrió una sensación nueva, una que le estaba llenando de placer— los dedos del mayor pellizcaron levemente, lo cual hizo suspirar al menor. Éste comenzó a exigir más, moviendo sus caderas, pero el mayor no le dio el gusto, no aún, por ello dejó un momento la erección del menor sólo para quitarle la parte de arriba de la ropa y poder disfrutar del torso desnudo, bien formado, con varios músculos marcados, también unos pectorales muy atractivos para él.