𝗔𝗩𝗔𝗧𝗔𝗥 || 𝗔𝗟𝗔𝗦𝗞𝗔 𝗬 𝗡𝗘𝗧𝗘𝗬𝗔𝗠

22

Volteé a ver cómo Tuk miraba de mala forma a la niña, pero al notar mi mirada en ella solo volteó su cabeza para otro lado dejando su cabeza recostada en la espalda de Kiri. Suspiré sabiendo que luego hablaría de esto con Tuk, no quería que sobrepensará otras cosas que podría dañarla, no iba a dejar que aquello suceda.

Cuando llegamos finalmente la niña empezó a caminar sola llegando hasta sus Padres quiénes llorando y sorprendidos la abrazaron con entusiasmo, notando nuestra presencia observando la situación. Me asusté cuando la Madre se paró de su lugar para caminar hacía nosotras y hacer el gesto de su mano como una reverencia de respeto.

-Muchas gracias, no sabía que hacer para encontrar a mi niña.

-No hay de qué, Espero que esta vez la niña no se pierda por un Atokirina, deben tener más cuidado en ella. -Le respondió Kiri siendo honesta y un poco amable, lo cual la Madre asintió levemente con una sonrisa, no se lo había tomado a mal y eso me sorprendió, que comprensiva que era, igual de tierna que su Hija- ¡Hasta luego, Lyle!. -Saludamos todas al unisono.-

-Oigan, los chicos todavía no llegan. -Al acordarme de los Na'vis que habían ido a buscar a Aonung, me preocupéen nuevamente, pero me tranquilicé al verlos entrar al mismo tiempo jugando entre ellos, a los empujones, hasta que en una de esas Lo'ak perdió el equilibruo y cayó sobre uno de los Na'vis que estaba sentado, pisando su cola, lo cual le gruñó un poco enojado-

-¡Lo siento! ¡Discúlpeme!. -Se alejó rápidamente de ese Na'vi yendo hacía nosotras que estábamos estalladas en carcajadas, junto con los chicos que se reían mas sútil- No se rían, que pena por el amor de Eywa. -Dijo sacando cualquier tierra que tuviera en sus brazos y piernas, ya que había caido no literalmente, cayó sobre un cuerpo pero con partes del suyo tocando la tierra-

Me acerqué rápido hacía Aonung agarrando su rostro y luego abrazarlo fuertemente, lo cual Tsireya nos acompañó en el abrazo.

-Me hiciste asustar, Aonung. ¿Era demasiado difícil decir solo "Detente"?. -Dije a lo que él rodeó los ojos con una sonrisa en sus labios. Seguimos hablando entre Hermanos hasta que notamos la presencia de mi Madre y los Señores Sully, rápidamente hice la reverencia de respeto hacia los tres con una sonrisa en mi rostro- Te veo, Señores Sully y Madre. -Mis acompañantes hicieron lo mismo-

-¿Qué sucedió en el día? ¿Por qué Aonung está despeinado?. -Preguntó nuestra Madre tocando el cabello enredado, no me había dado cuenta de aquel pequeño detalle, y según la mirada que me dió mi Hermana Tsireya ella tampoco lo había notado hasta que Madre lo aclaró- ¿Qué aprendieron hoy, Niños?.

-Aprendimos a Calbagar a unos grandes Direhorse. -Asentí ante la entusiasmada respuesta de Tsireya, mientras mi Hermano imitó mi acción. En los tres se notaba la felicidad que manejábamos, a lo que nuestra Madre acarició nuestros rostros a cada uni regalándonos una de sus sonrisas más bellas, de las que algún momento mi Padre se había enamorado-

-Es la hora de comer, vengan, síganme. -Mi Familia y yo seguimos a Jake tal como dijo, y nos llevó hacía un lugar donde todos los Omaticaya estaban reúnidos, todos sentados en una forma de indio, a lo que supuse que también tendría que hacer lo mismo, llevaban una hoja envuelta que se abría y traía una comida que se veía apetitiva- Pueden sentarse donde quieran y como deseen, en un momento les traeré la comida.

Mi Madre asintió respondiendo por mi y por mis Hermanos que estábamos distraídos admirando nuestro al rededor, estabamos sentados enfrente de una especie de fuego, que nos alumbraba el rostro de un color amarillento, haciéndome sonreír y sintiendo como me daba más calor que antes. Recibí una de las hojas que ya había visto en las manos de otros Omaticaya, la desenvolví encontrándome con, exactamente, unas frutas riquísimas.

Luego era la hora de la descansar e irse a dormir, lo cual apenas terminamos fuimos hacia la Familia Sully que nos guiaron hacía las hamacas, estabamos sobre una rama del Árbol y abajo nuestro estaban unas hamacas, vi como Neteyam saltaba hacía la hamaca cayendo a la perfección y estirandola haciendo que esta hamaca hecha de hojas, lo envolviera por completo.

Le seguí yo y luego mi familia, mi hamaca estaba justo al lado de Neteyam quien volteó a verme, le sonreí levemente a lo que él me regresó la sonrisa, últimamente no estuvimos solos ya que faltaba la privacidad y estaban nuestros hermanos, pero con solo sentir su presencia cerca me alegraba el día.

Ví como me tiro un beso haciendo un gesto con la mano lo cual yo me reí silenciosamente pero mostrando mis dientes, le tiré un beso de la misma forma viendo como el trató supuestamente de atajarlo pero se le había escapado, esto era ridículo y gracioso, no pude mantener mi risa por lo cual la solté moviéndome para mirar hacia arriba donde estaba el cielo, de reojo vi como el imitó mi acción.

Y finalmente, ambos caímos en los sueños profundos.

OMG, YA SOMOS 70K DE PERSONAS, MUCHISIMAS GRACIAS, no saben la emoción que llevo en este momento.

Es imposible expresar lo que siento, gracias a todo su apoyo mis queridas lectoras♡.