SEDÚCEME - Luke Robert Hemmings

Capitulo 17

Narra Anne

Daniela y yo habiamos ido a desayunar a un Starbucks cercano a mi edificio. Hablamos de todo lo que habia pasado en nuestras vidas mientras una no mantenia contacto con la otra. Bueno casi todo, no le hable de Luke, ¿Por qué debia hablarle de el? No era algo de importancia, no andabamos, sinceramente no se lo que teniamos.
Ahora me encontraba yendo a mi apartamento despues de una tarde con Dan, habia comprado helado de chocolate con birutas de coco, el favorito de Craw.

—Hey.- Dije al entrar al departamento.- ¿Crawford?- En el salón no habia nadie, supuse que estaria en su cuarto o no estaria en casa. —¿Craw?- Toqué un par de veces la puerta pero no obtenia respuesta. Decidí entrar, nada, no habia nada, estaba todo como lo habia dejado esta mañana. Tenia hambre y estaba sola, no sabia que concinar, "Vete al mcdonalds, ¿por que no?" Cogí de nuevo mis llaves, apagué la luz del salon, inutilmente encendida ya que era de dia.

Estaba ya en el vestibulo, abri la pequeña puerta de vidreo y sali dispuesta guardando mis llaves en el bolsillo. Cogí a mano derecha y caminé tranquila observando a la gente que pasaba, llegué hasta el final de la calle y paré en un paso de cebras donde la gente se hacía notar hablando por teléfono, o maldiciendo el tiempo justo que le quedaba para llegar a sus respectivos trabajos. El semáforo cambió a verde y el moñigote comenzó a andar, la gente a mi alrededor hizo igual y comenzaron a cruzar la carretera. El Mcdonalds no estaba muy lejos, otras dos manzanas más y podria acabar con el bicho del hambre. Un golpe en mi hombro me distrae de mis pensamientos y pido disculpas al señor con el que me habia chocado. Ya podia ver de lejos el cartel de la "M" amarilla. Una cuadra mas y ya estaba en el mcdonalds. Me disponía a abrir la puerta del local cuando una mano mediana y fuerte tiró de mi brazo hacia fuera, ahogué un gemido de dolor y choqué con el pecho de aquella persona que parecia ser un hombre alto y... rubio.

—Luke.- Dije seria mirandole fijamente a los ojos.

—Hey Ann, yo tambien me alegro de verte.- Me apreta contra su pecho haciendo que soltara un suspiro de mi parte y una carcajada de la suya.

—Tengo hambre y voy a entrar a este restaurante de comida rapida...- Me dio un casto beso en los labios y separó un poco la distancia para decir:

—Sigueme el rollo.- Fruncí el seño.- ¡Hey cariño!- Gritó detras de mi.

—¡Pudrete!- Dije furiosa entrando en el dichoso Mcdonalds.

—Vamos sigueme el rollo...-Dijo entre dientes el "alto rubio de manos medianas".

—Luke, que te pu...- Me pegó a su cuerpo cogiendo mi cabeza y llevandola a su pecho dejandome sin poder decir nada.

—Si, una Mcpollo no estaria mal.- Habló con una sonrisa en la boca.- Sigueme el rollo, ¿oistes?- Susurró contra mi cabeza, yo le mordí el pecho como pude para obtener a cambio un apreton mas fuerte contra su pecho. Rei fuerte, me hacia gracia la situación y Luke refunfuñaba cosas para si mismo.

—Mierda...¡Michael!- Saltó el refunfuñador soltandome poco a poco y alejandose un paso de mi.

—¿Luke?- Habló ahora el, ¿peliazul? ¿Se podia llamar asi? Ambos se saludaron dandose "palmaditas" en la espaldas cada vez mas fuertes, parecia que estaban en un concurso de destrozar espaldas.

—Esta es Anne, mi novia.- Abrí mas los ojos mas que un búho en una noche de luna nueva, yo solo queria comer mi hamburguesa con queso, patatas fritas y una coca-cola, pero le tenia que haber seguido el royo a la puñetera girafa.

—Encantado preciosa, me han hablado bien de ti.- Cogió mi mano y la besó, cosa que me echo para atrás aferandome disimuladamente a Luke, este rió por lo bajo y pasó su brazo por mi cintura y me juntó más a el.

—Encantada mhmm...- No recordaba su nombre que pretendía que le dijese.

—Michael.- Puso una cara rara y cerró fuertemente los ojos, los abrió y solto una risa contagiosa.

—Bueno amor, voy a pedir.-Me pongo de puntillas y le doy un casto beso a Luke en los labios, "¿¡espera, que!?" fruncí el seño al ponerme de nuevo bien en el suelo y Luke me volvio a dar un beso pero en las mejillas.

—Esta bien te espero aquí.- Mordió su labio inferior mirandome juguetón.- Las normas no son lo nuestro, cariño.- Susurró en mi oido, yo negué lentamente echandole una mirada de ira que el respondio con un guiño. Cogí aire y lo solté para luego dar media vuelta y ponerme detras de unos niños de unos 14 años a esperar a poder comerme mi dichosa hamburguesa que pollo.

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