Capitulo 2

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Después de salir del Central Park echando humo por las orejas, me dirijo a mi casa, donde se encontraba esperándome Crawford, mi compañero de piso.

Metí la llave en la cerradura de la puerta de madera que daba a mi pequeño, pero acogedor apartamento, y dejé las llaves en el bol que estaba a la izquierda de la entrada.

—¿Crawford?- Mi voz se escuchó por todo el apartamento, dejándome sola ya que no había obtenido respuesta alguna. En mi cuarto, me quité la chaqueta que llevaba puesta y la tiré en la cama para luego quitarme la camisa y quedarme en sujetador.

—¿Anne?- Abrieron la puerta de mi cuarto y me quedé sin aire al ver a Crawford ahí parado mirandome.

—¡Te he dicho que llames antes de entrar!- Dije tapándome con una camiseta.

—Lo, lo siento.- Tartamudeó— Daniela llamó hace un rato para decirte que no iba a poder asistir a...- Quedó mirándome.

—¡Crawford!- Grité con las mejillas apunto de explotarme, se asustó para luego asentir y salir del cuarto.

Dando pequeños golpes en la mesilla llegué a mi móvil para poder apagar la alarma. Me incorporé en la cama, estiré mis brazos volviendo a caer en ella. Hoy era mi primer día en la facultad y estaba bastante nerviosa.

Salí de mi cuarto ya vestida y peinada, llevaba una camisa lisa blanca de manga corta , una falda de cuero de volantes que me llegaba mas arriba de mis rodillas, y unas adidas negras. Cogí mi mochila posada en el sofá y me dirigí a la cocina a desayunar. Decidí coger algo ligero, una manzana, ya que el tiempo era oro y no quería llegar tarde el primer día de clases.

—¡Crawford!- Grité con un trozo de manzana en la boca.- ¡Vamos a llegar tarde, levanta tu culo de la cama ahora mismo!- Tragué el trozo de manzana y caminé hasta su habitación. Entré en ella y vi que no había nadie en la cama y la luz del baño estaba encendida.- Anda date prisa- Suspiré.


Después de que Crawford se pegara un siglo para peinarse, decidió salir del baño y llevarme a la universidad.

—Woah...- Fue lo único que pude decir después de ver aquel gran espacio de cesped frondoso y cuidado, gran parte de el lo cubrian adolescentes, unos se pasaban una pelota de fútbol americano, otros simplemente charlaban, pude divisar algunas chicas con uniformes de animadoras bailar y gritarVamos Pugs!" , habia un grupo de chicos y chicas cantando a capella, drown de bring me the horizon . Noté como Crawford se estacionaba a mi lado y miraba igual de perplejo que yo.

—¡Nadine!- Ví como Craw levantaba la mano y la sacudía.- Nos vemos aquí a la salida.- Se despidió, y fue detrás de esa chica antes de que entrase en el establecimiento, dejándome sola, genial.

—Vaya, vaya.- Salté en mi sitio al sentir unos brazos rodear mis hombros lentamente mientras susurraban en mi oído. Me doy la vuelta de inmediato separándome de, ¿él?

—¿Tu?- Fruncí el ceño confusa y suspiré no creyéndome que estuviese en la misma facultad que yo.

—¿Yo?- Se miró de arriba a bajo mordiéndose el labio y arqueando una ceja.

—Si has venido a hacerte el chulo, puedes ir yéndote por donde has venido- Dije dispuesta a darme la vuelta e irme, pero unas manos en mi cintura me lo impidieron, mordí mi labio inferior por dentro e intimidada intenté zafarme de su agarre empujándolo hacia atrás con mis manos posicionadas en su pecho inmóviles.

—Que no te muerdas.- Fue acortando distancia entre nosotros-El labio.- Intentó besarme pero yo le aparte empujándolo ahora mas fuerte.

—¿Quien te crees que eres para tratarme así? !Deja de ser tan cerdo y grosero!-Grité alterada y le volví a empujar haciendo que chocase contra el coche de Craw que se situaba detrás de él. Al empujarle agarró mis muñecas y me pegó a su cuerpo.

—Guarda las garras .- Sonrió victorioso ya que me tenia pegada a su cuerpo.

—¡Que me sueltes!- Dije desesperada dándole golpes en el pecho.

—Vale, vale- Me soltó y subió sus manos riendo divertido- Pero si te vuelvo a ver tan provocativa, no dudare ni un segundo en acercarme a ti- Rió burlon cerrando un ojo ya que el sol daba de lleno en su cara. Me puse roja antes sus palabras del cabreo y bufé.

—Púdrete.- Me di la vuelta y salí de allí igual que el día que le conocí, echando humos.

—¡Bonito trasero!- Oí como gritaba al alejarme, resultado de mi dedo corazón.



Mi primera clase, precálculo, no tenia bastante con ese cerdo para encima tocarme este muermo de clase.

—Bueno chicos... - Ví entrar a un hombre de cabello blanco desgastado, no mas de 60 años de edad, que llevaba colgando de su cuello unas gafas cuadradas negras -Mi nombre es Thomas Fletcher y voy a dar este año precálculo...- Fue interrumpido ya que la puerta fue abierta dejando ver su repulsivo rostro.- Señorito Hemmings deberia llegar temprano mas a menudo, no puede interrumpir la clase cuando a usted le plazca, es una falta de respeto para mi y sus compañeros.- Habló el profesor.

—Mire como lo hago... -Vaciló, y todos en el aula rieron por lo bajo. Ya se de que va todo esto, lleva la etiqueta de, tengo problemas pero intento evadirlos con esta personalidad repulsiva que los mismos problemas me han otorgado, ¿cómo no pude verlo antes?

—Por favor siéntese.- Bufó el profesor, ya que 'Hemmings' seguia parado en la puerta, este notó mi presencia y sonrió al ver que yo evité su mirada. 'Que no se siente a mi lado por favor, por favor, por favor' . Suspiré al notar que el que se sentó a mi lado no era el. ¿Quien era?

—Miré como el chico se acerca un poco a mi y me susurra- Dylan Beer.- Y acto seguido levanté la mirada para ver que era un chico moreno de ojos color café y con unas lentes cuadradas negras, con su dedo indice se subió las gafas ya que estas estaban en la punta de su nariz un tanto rojiza. Miré a 'Hemmings' que bufaba ante la acción de aquel chico llamado Dylan, al que le debía el haberme ahorrado una clase junto a ese repulsivo adolescente con las hormonas revolucionadas.

—Anne Collins.- Dije, sin dejar de mirar a 'Hemmings' con una sonrisa forzada, que el respondió con un guiño- ¿No te cansas?- Dije con mis labios sin soltar aire alguno.

—No puedo cansarme de tu trasero.- Susurró, le dedique mi dedo corazón mientras seguia caminando por el pequeño pasillo, para sentarse al lado de un chico moreno, que reconoci rapidamente, ¿Crawford?.

SEDÚCEME - Luke Robert HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora