Doreen Green siempre ha tenido el sueño de ser una heroína profesional, pero debido a sus poderes (las habilidades de una ardilla), siempre la subestiman y se ríen de su sueño. Ella, sin embargo, se mantiene firme ante su promesa y va a demostrar qu...
Doreen Green siempre soñó con ser una heroína al nivel de los grandes héroes del mundo como Iron Man, Capitán América, Thor o Capitana Marvel, pero nadie la tomaba en serio cuando decía su sueño. Siempre había sido marginada por los demás, tanto humanos como la propia gente dotada, debido a sus poderes. Su aspecto no importaba, ella no era la típica nerd fea de historia adolescente, por el contrario, era hermosa, al punto de contar con un muy buen trasero y un gran busto. Su cabello corto de color castaño también era precioso. Lo que lo arruinaba, según la gente, era esa enorme cola de ardilla. Doreen había sido "bendecida" con los poderes de una ardilla, y aunque realmente era fuerte, muchos la subestimaban y decían que su poder era inútil, sumado a que para esas personas la gran cola peluda saliendo de su trasero era horrenda. Doreen no lo veía así, ella estaba feliz con su aspecto, le encantaba esa cola. Era muy útil para agarrar cosas, escalar y taparse cuando hacía frío. Ella siempre se mantenía optimista sin que le importaran los malos comentarios hacia sus poderes, sabía que podría cumplir su sueño. Al despertar para su primer día de escuela se levantó optimista. Había dormido muy plácidamente envuelta en su cola de poco más de 90 centímetros. Una vez se levantó fue a su armario y se puso lo primero que encontró.
—Ya sé que muchas historias de Wattpad cliché empiezan así. —habló dirigiéndose al lector. Doreen tenía tendencia a romper la cuarta pared—. Dicen que se puso "lo primero que encontró" y salen con un atuendo carísimo digno de una modelo sacado de Pinterest. Pero en esta historia sí escogí lo primero que me encontré, literalmente.
Era cierto, pues vestía una simple camisa blanca con rayas negras, un short caqui y el primer par de botas café que se encontró. Nada muy especial.
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Lo único particular en su atuendo era que el short tiene una abertura atrás para dejar salir su cola, situada apenas un poco por encima de sus glúteos. Sumado a esto, agarró una bolsa llena de nueces y su infaltable diadema de orejas de ardilla. Si omitimos la gran cola que posee, sería alguien realmente sensual para la mayoría. Antes de salir de su cuarto, su ardilla favorita, Monkey Joe, saltó del enrevesado sistema de túneles y troncos que instaló por su casa para ella hasta llegar a su hombro. Al hacer esto, Doreen sacó una nuez de su bolsa para dárselo a su ardilla, que ansiosamente empezó a roer la cáscara para poder comer el interior. Al bajar se encontró con sus padres, personas simples con trabajos simples, padre contador y madre veterinaria. Eran muy parecidos a ella, y la apoyaban siempre en su sueño, jamás les importó que su hija naciera con cola.
—¡Hola, papá! ¡Hola, mamá! —los saludó—. Y este es el momento en que me dicen que se van por dos años y me dejan de niñero a Harry Stiles o que me vendieron a la banda BTS.
—¿De qué estás hablando, hija? —preguntó su padre—. ¿Qué padre tan irresponsable vendería a su hija o se iría por dos años enteros?
—Además, ¿Cómo contactaríamos con artistas de talla internacional? —continúa su madre—. No tiene lógica.
