C U A R E N T A Y U N O

Começar do início
                                    

-Señor Suzuki, déjeme explicarle le lo sucedido, todo tiene una explicación y...

-Silencio Matsuda. Usted también fue participe en esto, es algo que no puedo pasar por alto de ninguna manera y me parece una traición muy grande alcahuetear semejante cosa. Esta usted despedida, mañana no quiero verla acá, no puede ser... Dos cómplices de esta locura – Niega con la cabeza, decepcionado. – Tadokoro, vete, hablaré contigo luego. Matsuda, retírese también. Llévate a tu hijo Yamaguchi, cuando está fiesta acabe, hablaremos tu y yo -Dijo a papá quien inmediatamente me sacó de ahí llevándome a la mesa donde mamá nos esperaba con una cara de confusión total. Volteo rápidamente, Matsuda se observa con Tadokoro y este regresa dejando a la mujer con un semblante triste.

Me siento fatal, por ella, por Tadokoro, por Souichi.

- Tú hijo lo ha hecho de nuevo... Esto me ganó por traerlo ¡Que vergüenza!

- ¿Qué ha sucedido? – Pregunta ella, sus ojos siguen la figura de papá la cual toma asiento a su lado y me mira más enfadado que antes.

- Yo no te pedí traerme -Respondí altanero, frustrado. Me ganaría una golpiza quizás, pero a este punto ¿QUÉ más daba? Yo no dejaría de amar a Souichi como un demente.

- Cállate... No me contestes de esa forma. Agradece que estamos en público, o si no... -

- O si no ¿Qué? -Dejo de estar recostado en la silla, inclino mi cuerpo hacia delante, mi brazo se posiciona sobre la mesa, mi mano hecha puño la golpea ligeramente. Papá me imita, más despacio, retándome con la mirada, yo devolviendo el gesto.

Estoy harto ¿Sabes? Estoy cansado...

Que pase lo que tenga que pasar.

- ¿Me vas a pegar? –Continuo. Una risita burlona se me escapa, los nervios actúan por mí, pero he pasado peores cosas que burlarme de papá en sus narices. Si viene una guerra, que venga, estoy preparado. –Como siempre...

- Escúchame muy bien Tetsuhiro, esto no se quedará asi ¿Bien? Te voy a arreglar cueste lo que cueste...

- ¿Arreglarme? Me gusta Souichi, papá, ya no hay nada que hacer ¡Nada! –Alzo la voz. Algunas personas nos miran intentando ser discretas. Papá me observa en silencio enderezándose despacio. Imito su acción

- Vas a arrepentirte, Tetsuhiro... Vas a arrepentirte –Se pone de pie. Me observa unos segundos y luego se retira para ir con Suzuki.

- Tetsuhiro... -Mamá llama a mi nombre. Me pongo de pie también sin siquiera voltearla a ver, y delante de papá y el señor Suzuki, entro a la casa para dirigirme a la puerta principal, abrirla, y salir de ahí.

Corro.

Corro apenas estoy fuera de esa casa.

Corro hasta el lugar donde sé que no seré juzgado.

Cuando abro las puertas de dicho sitio, agradezco que no haya nadie, pero él este donde siempre.

Con el mismo trapo, limpiando la misma jarra.

Hiroto al percatarse de mi llegada, poco a poco deja la jarra sobre la barra, rodea esta y sale acercándose a mí.

– ¿Ángel? –Pronuncia cautelosamente.

Sin respuesta, le abrazo.

Él rodea mi cuerpo también, acaricia mi espalda despacio.

– Ángel... ¿Qué ha pasado? ¿Es por él? –Pregunta en voz baja. Hiroto sabe de dónde vengo, no pude no contarle que había sido invitado a ese sitio, y me dijo que ni loco fuera, pero ni loco el Tetsuhiro de ese momento haría caso, con tal de verlo una vez más, así sea entregándose a una mujer.

R E B O R N • Koisuru BoukunOnde histórias criam vida. Descubra agora