R E B O R N • Koisuru Boukun

V E I N T I C I N C O

POV SOUICHI

Las clases habían finalizado hacia media hora atrás. Yo, sentado frente a mi escritorio, evaluaba la actividad que había dejado hace 2 días a mis alumnos. En la mano derecha tenía un lápiz entre los dedos, en la izquierda sostenía una taza de café caliente.

Concentrado en las hojas esparcidas sobre mi escritorio, pensé en como mis alumnos y yo parecíamos entendernos más y eso me hacía sentir bien. Preguntaban más en clases, se veían más interesados y quizás era porque últimamente estamos hablando sobre el mar y los diferentes seres vivos que viven ahí.

Califique todos y al acabar, guarde las cosas en mi maletín. Terminaría mi café y me marcharía a comprar algunas cosas para la casa.

Apoye los codos sobre la superficie ya vacía. Entre mis manos sostenía la taza y mis labios estaban pegados a la porcelana. Observe el ventanal, ahí bajo el árbol el espacio que Tetsuhiro había dejado desocupado, parecía más resaltante que su entorno. Era mirar al ventanal y que mis ojos se posaran ahí directamente. Han pasado tres días, mi enojo ya se había ido y ahora solo quedaba el sentimiento de soledad.

Si, echaba de menos a Tetsuhiro.

Las cosas habían pasado muy rápido y no tuvimos tiempo de hablar correctamente. Esa noche él me soltó aquella bomba que yo apenas y pude atrapar antes que detonara. No había sido una conversación madura y adulta, solo fue una discusión producto del estrés y la presión.

Él estaba confundido, le entendía.

Estaba dispuesto olvidarlo todo si él también lo hacía, confió en que reflexionará y vendrá con la cabeza fría, los pensamientos claros y los dos tendremos una nueva cara.

Empezar de cero, eso quiero.

Olvidar, fingir y seguir adelante, eso haría.

Di un sorbo a mi café. Me di cuenta que cada vez se acercaba el día en que mi intento de encajar con Miharu acabaría, y el compromiso se hará algo real. No puedo decir que no me inquietaba, lo hacía, demasiado. No estaba acostumbrado a vivir en compañía, odiaba la idea de tener que hacerlo y más con una persona a la que yo no soportaba en lo absoluto.

Pero yo haría todo para que las personas olvidaran que yo era un celoso rompe relaciones, y que era "homosexual".

Tendría que prepararme para vivir con ella, y sospechaba que sería una tortura.

Otro sorbo, cerré mis ojos y respiré el aire tranquilo del aula. Silencio, frio y calma, lo que necesitaba en este momento donde mi vida parecía ser otra cosa distinta a lo que imagine.

Quizás debí quedarme fuera de este lugar y sus reglas.

La puerta del salón se abrió, gire la cabeza en esa dirección y ahí parado me observo Kurokawa.

- ¿Vas a quedarte aquí más tiempo? Ya solo quedamos tú, yo y otro maestro –Pregunto adentrándose al pequeño espacio.

-Termino mi café y me voy –Moví un poco mi taza y observé su interior. –Solo me quedan pocos sorbos. –Volví mi mirada al ventanal casi por inercia, esperando verlo ahí saludando con su cara de tonto irritablemente feliz.

- ¿Qué ves? –Kurokawa hablo nuevamente y yo negué levemente con la cabeza.

-Nada –Bebí de golpe lo último que me quedaba de café, me puse de pie y le miré. –Vámonos.

Ambos salimos del aula y posteriormente de la escuela. Nos despedimos en la puerta, él se fue por la izquierda y yo por la derecha con destino a la panadería. Camine cruzado de brazos, una que otra persona volteaba a verme y hablaba en murmuros. Personalmente a mí ya me daba igual, lo que dijeran me tenía sin cuidado y mientras eso no me lleve de vuelta al hoyo, no le prestaría atención.