CAP 3 (Soy la hija de la mujer que acabas de)

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Pov' Regina Mills / storybook, mansión Mills/

La reina no esperaba a nadie.

Entonces ¿quién había llegado?, ¿porque estaban tocando?. Dejó escapar un suspiro y prefirió ir a ver quién había tocado a su puerta.

-. Si diga - la morena al abrió la puerta esperaba a cualquiera menos a la salvadora - que quiere miss Swan - menciono lo último con recelo.

-. Hola Regina vengo por unas cosas de Henry - dijo avanzando así a enfrente pero siendo parada por la morena.

-. Miss Swan que quiere exactamente - la morena no podía dejar pasar al salvador y sabía muy bien cuál era el motivo.

-. Regina no quiero pelear solo vengo por unas cosa de Henry - dijo algo molesta por la actitud de la reina.

-. No tengo ninguna obligación de dejarte pasar a mi casa, así que habla que quieres exactamente del cuarto de Henry - menciono muy a la defensiva

-. Mierda mujer solo déjame pasar y ya!! - trato de entrar nuevamente pero la morena se lo volvió a impedir.

-. ¿QUE NO ENTIENDE CON PALABRAS?!! NOO!! - menciono ya muy molesta.

-. ¿POR QUE MIERDA NO QUIERES QUE ENTRE?!!! ¿QUE DEMONIOS ESTAS ESCONDIENDO?!!! - grito frustrada la salvadora, empujando en le proceso a la morena provocando que se caiga al suelo violentamente - mi-mierda Regina lo-lo siento estás bi-

En ese preciso momento todo pasó en cámara lenta. 1,2,3 un impacto, un grito.
Fuego, no una bola de fuego brillante y azul.

-. HAAAAAAA!!!!! - el doloroso grito del salvador se escuchó con fuerza en toda la casa, la salvadora no había visto a su atacante, la bola de fuego llegó de la nada y no fue de Regina, ella estaba en el suelo todavía tan sorprendida como ella.

-. NO TE ATREVAS A VOLVER A PONERLE UN MALDITO DEDO ENCIMA!!!! - una nueva voz se escucha en el salieron era una voz femenina cómo de una chica - TE ¿QUEDÓ CLARO?!!! - la chica de aspecto delgado, cabello negro y piel ligeramente amorenada y con ropa olgada la miro con rabia y enojo puro como si quisiera matarla.

-. ¿Qui-quien mierda e-eres t-tu? - no podía hablar bien el dolor en su abdomen era muy fuerte como para hablar mucho.

-. A-azula qu-que - decir que la morena estaba sorprendida era decir poco no se esperaba la intervención de la joven.

-. Soy la hija de la mujer que acabas de agredir y gritar. déjame decirte que soy más que capas de reducirte a cenizas si tan solo le vuelves a levantar la voz, me escuchaste - el tono amenazante de la chica era en extremo parecido al de la reina, si la salvadora tenía dudas de lo que decía con esas palabras está más que claro que era verdad - lárgate.

La salvadora estaba muy lastimada como para pelear, así que decidió pararse y mejor retirarse.

-. Estás bien!!! - el cambio radical de actitud de la niña era sorprendente - yo-yo lo siento yo. Yo no. Seque no debí intervenir pe-pero - la niña estaba empezando a alterarse y sus ojos a cristalizarse.

-. Shhhh, tranquila, tranquila - la morena la abrazo aún en el suelo tratando de tranquilizar a la niña y tratando de salir de su propio shock - e-estoy bien si tranquila - la reina acarició su cabeza en otro intento de calmarla - ven mejor comamos algo del refri si.

La niña asintió con un poco más de calma. Se puso de pie y ayudo a la reina a pararse y fueron a la cocina a recalentar algo del refri. Sin duda está noche fue más violenta de lo que esperaba.

La morena tomo un tupper con lasaña y la calentó en el microondas mientras la joven ponía unos platos para comer.

Colocaron la mesa y sirvieron, preparadas para comer. Mientras comían la morena habló.

EL REFLEJO DE LA REINA Where stories live. Discover now