Aliados 3 Temporada [Completado]

Capítulo 34: Atrapados

Maia POV

Sentí una brisa acariciarme la cara y despeinar mi cabello. Intenté abrir los ojos pero estos estaban duros, como si mis párpados estuvieran pegados. Mis brazos tampoco se movían y mis manos estaban amarradas tras mi espalda. Otra brisa pasó junto a mí haciendo que mis ojos se abrieran de golpe y pudiera tener una visión borrosa de donde me encontraba.

Estaba en un bosque, pero no era cualquier bosque, era el que estaba junto al hotel. Ese tumulto de árboles que había una vez que cruzabas todo el jardín. A mi lado estaban Gopal, Ámbar, Inti, Manuel y Franco atados al igual que yo, y parecían estar dormidos. Estábamos alrededor de un árbol sentados en el suelo.

Intenté recordar que había pasado para que llegáramos a esta situación pero a mi mente solo venían imágenes borrosas... Recuerdo estar en el jardín junto a Joaquín y los chicos plantando unas semillas... cuando de pronto todo se puso negro... y después nada. Instintivamente miré hacia mi panza temiendo que algo malo le haya pasado a mi hijo.

Intenté moverme pero estaba bien atada junto al árbol. A mi lado Ámbar se movió y sus ojos se abrieron asustados. Miró a su alrededor y después me vio a mí.

-¿Maia? ¿Qué... qué paso? -preguntó con suma preocupación en su rostro.

-No lo se... no me acuerdo de nada -dije.

-Yo tampoco -susurró ella viendo su vientre donde una soga pasaba sosteniéndola junto al árbol.

De pronto los chicos comenzaron a despertar de a poco y también miraban confundidos a su alrededor. Inti estornudó por el frío que le causaba el viento que cada vez era más constante.

-¿Qué pasó? -preguntó Manuel -¿qué hacemos acá?

-No sabemos -contesté -¿alguno recuerda algo?

-No -dijo Gopal intentando soltarse cosa que no le estaba funcionando.

-Me acuerdo que me estaba yendo de la casa de Azul... -comenzó Franco -y después sentí como que... -miró a su alrededor -¿esto es el cielo?

-No mamerto -contestó Ámbar.

-Era una probabilidad -se defendió.

-Chicos hay que pensar con claridad -dijo Inti -tenemos que desatarnos.

-Si, perfecto, ¿pero cómo nos desatamos genio? -respondí.

-Tengo una idea -dijo Franco mirando la cuerda -a la cuenta de tres nos paramos ¿sí?

-Ok -contestámos.

-Uno... -comenzó, y pensé en transmitir toda mi fuerza a mis piernas -dos... -con Ámbar nos miramos -¡tres...! -al mismo tiempo todos hicimos fuerza con nuestras piernas y luego de unos segundos en los que intentamos nos chocar nuestros pies, nos paramos quedando pegados contra el árbol.

-¿Y ahora? -pregunté.

-¿Tienen un teléfono? -preguntó Manuel -así llamamos a alguien...

-¿Tenemos las manos atadas y vos queres llamar a alguien Manuelita? -dije a lo que él me miró molesto -Perdón, Manuel...

-Tengo una mejor idea -Franco puso sus manos como puños y comenzó a tirarse para adelante haciendo que la soga se desajustara un poco para nosotros -vamos salgan -dijo haciendo fuerza para no caer para atrás. Manuel que era el más flaquito salió al instante resbalándose hacia abajo.

Ahora la soga era más suelta por lo que con Ámbar pudimos salir también por debajo y luego salieron los chicos.

-Bien -moví mi cabeza para apartar el flequillo de mi cara -ahora nos falta las manos.