Saturno, Marte, Venus y Edward (Edward Cullen)

Capitulo 36

Me ví rodeada por el flash de muchas cámaras fotográficas mientras sostenía el cuchillo para partir el pastel.
Me dí el gusto de tomar un trozo y Edward tenía razón. Sabía horrible.

Luego de eso, lancé el ramo con la increíble precisión de que cayera en los brazos de Alice.

Una hora después, Alice llamó a todos para que nos sentaramos a la "hora del brindis".

Emmett fue el primero en pasar.

—Oh, no

—Disculpen, ¿Me escuchan?

Se escuchó un silbido de Jasper.

—Brindo por mi nueva hermana...Y de verdad espero que el hotel en donde se quedarán esta noche siga en pie para mañana —dijo con una sonrisa.

Cerré los ojos y enterré la cara entre las manos, luego de eso hubo algunas risas incómodas.

Realmente no había reparado en la mayoría de invitados hasta que pasó Jessica. Volteé a mirar a Alice.

Oh, vamos. Solo disfruta el momento —pensó

Edward le hizo una mala cara.

Jessica y yo no habíamos cruzado más que un par de palabras, ¿Qué pretendía decir?

Pude ver en su mente que de verdad creía que eramos amigas.

—Venus llegó a la escuela junto con Edward, y bueno, parecía que eran una buena pareja. Dos super modelos juntos es algo que no se ve diario, pero Venus quiero decirte que tienes todo mi apoyo y siempre estaré para ti.

Le sonreí forzadamente. Hazta Mike me caía mejor que aquella chica de pensamientos caprichosos.

Alice se paró de un pequeño salto y pasó.

—Venus, ahora que eres mi hermana, podremos salir de compras los fines de semana. Tacones, vestidos, faldas, carteras...¡Puedo imaginarlo todo!. Gracias por unirte a la familia.

Le sonreí.

Detrás de ella pasó Charlotte. No creí que quisiera decir algo, usualmente no le gusta hablar en público.

—Venus, estoy muy feliz por ti y tan orgullosa. Tu padre también lo estaría. Les deseo lo mejor a ambos y que sean muy felices. Te quiero, mi pequeña.

—Tambien yo —susurré

Al tiempo que Charlotte bajaba, Esme subió al escenario.

—Quiero agradecerle, Charlotte. Por criar a una persona tan maravillosa. La cuidaremos y protegeremos aún con nuestra propia vida.

Después pasó Edward

—Es algo extraordinario conocer a alguien con quien compartir todo, que te acepta tal como eres. He estado esperando por lo que parece mucho tiempo para sobreponerme a lo que soy...y con Venus, siento que por fin puedo hacerlo.

Él dirigía su mirada únicamente hacía mi.

—Así que, propongo un brindis por mi hermosa esposa. Ninguna medida de tiempo contigo será suficiente. Empecemos con "siempre"

Sonaron las copas detrás de nosotros y luego Alice comenzó a dispersar al público para dar paso a la pista de baile mientras que Edward llegó rápido a mi lado.

Después de un par de horas, Alice decidió que era hora de que tomaramos nuestro vuelo. Me llevó a parte para cambiarme el vestido por otro.

—Gracias, Alice. Todo estuvo increíble —dije mientras la abrazaba— Eres la mejor hermana del mundo.

—Lo sé —dijo con una sonrisa— Vamos, no quiero que pierdan el vuelo.

Edward y yo pasamos por el pasillo repleto de gente que nos tiraba arroz en la cabeza. Emmett y Jasper lo hacían intencionalmente a la cara.

Mientras Edward y Alice metían el equipaje al auto fui a despedirme de Charlotte y la abracé.

—Tus abrazos siempre se han sentido como despedidas —comentó con la voz rota.

—Porque siempre lo son —dije— Tranquila, todo estará bien.

Ella asintió y la abracé una vez más con sumo cuidado.

—¿A dónde irán?

—No lo sé, todo es sorpresa

—Bien, cuídate mucho —dijo y dejó una caricia en mi mejilla— Te quiero, Venus.

—Yo también

—Y mucho

Asentí.

De repente se escuchó a lo lejos como un auto se incorporaba al camino de la casa de los Cullen.

¿Quién sería?

Noté la misma confusión en la cara de Alice y Edward.

Intenté ver más allá del momento y contuve el aire de golpe al ver el rostro de quien venía.

—¿Qué sucede? —preguntó Edward desesperado a mi lado.

—No es posible, ¿Cómo sabría...