☀️🔸️capitulo XLVI🔸️☀️

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-claro, aunque creí que esta reunión sería dentro de unos meses, no en esta época-comentó mientras se rascaba aquella barba blanca que tenía en su duro rostro.

-que puedo decir, soy un comodín lleno de sorpresas-presumí un poco-ya que le estoy pidiendo algo, usted debe querer algo a cambio. Puedo ir a buscar cualquier cosa que usted desee-cambie de tema ya que si le venía a pedir algo al gran monarca de los nórdicos, no me iría sin dar algo a cambio.

Y espero que no sea una extremidad

El hombre pensó un poco antes de hablar

-no será necesario, será un pequeño presente. No hay trampas ni engaños. Es un simple regalo-en un pequeño destello su lanza gungnir apareció en su mano derecha. Con un golpe seco en el suelo hizo que chispas verdes aparecieran. Segundos más tarde una bella mujer con una corona de flores primaverales sobre sus cabellos dorados que le caían por su espalda; ella estaba vestida con ropajes blancos y un cuenco con manzanas tan doradas como sus cabellos. Miró al padre de todos antes de cuestionar su presencia

-querida idun, quiero que le des una de tus manzanas a este muchacho-le pidió, aunque había cierto eje de imperatividad. Ella asintió antes de acercarse a mi y colocar una de sus dulces manzanas sobre mis manos mortales

-que tengas un buen provecho muchachito-me deseo-que la juventud esté siempre de tu lado niño de la luz-ella miro hacia su señor antes de asentir y desaparecer en pequeños pétalos de flores. Una brisa de primavera nos reconforto a todos los presentes

-Muchas gracias viejo-le agradecí .me calle y seguramente me puse pálido. Le había hablado como un igual

-no hay de que niño. Y no te tienes que preocupar por el apodo hace mucho que no lo escuchaba-hablo con una sonrisa tranquila-¿también estás estudiando runas no? ¿Por que no vienes a Asgard para aprender hasta que tengas que volver al campamento? Puedo ofrecerte unas buenas tutorías si aceptas-

¿Esto estaba pasando? El mismo Odín me estaba ofreciendo enseñarme. Puedo morir en paz, un dios de la magia me quiere enseñar.

Que alguien me despierte

-¡SI!-grite de emoción poco contenida. Mi magia hizo chispas a mi alrededor. El dios se rio por mi reacción-perdón, estaría encantado de ser su pupilo-

-esta bien, nos vemos en tres días-el hizo un gesto con su mano. Sentí la magia del puente arcoíris activarse sobre mi

-Adiós viejo, dele mis saludos a lady Frigg-me despedí antes de desparecer por el Bifröst
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Momentos después...

Las puertas del gran salón se abrieron. De ellas camino una dama hasta posarse al lado del trono del gobernanto

-¿Esposo mío, por que has dejado que un simple semidiós griego te hable de esa manera y con tanto libertinaje?-cuestiono la hermosa mujer de cabellos largos y rojos que le caían en forma trenzas por ambos hombros. Era la esposa de Odín, Frigg, quien entro al salón del trono

-querida mía, tiempos de cambio vendrán, es mejor tener de aliado al muchacho. Nos servirá de ayuda contra lo que vendrá o nos destruirá junto al enemigo. Estoy intentado que el siga el camino correcto-expreso sin emoción alguna-además me agrada-La diosa de la maternidad se preocupo por la existencia de tales futuros

-¿es tan malo?¿Por eso has ofrecido tus tutorías al niño?-este solo asintió sin emitir una sola palabra más. La mujer sabiendo como era la actitud de su amado se renegó a preguntar otra cosa
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A los pocos minutos ya me encotraba en mi casa. Baje por unos momentos al sótano para dejar las cosas en la mesa así poder tenerlo todo listo . Tuve que tomarme mi último cuadrado de ambrosía. Por fin este dolor constante de iría

renacer en un mundo semidivino Where stories live. Discover now