Quien quieras excepto él

Capítulo 27

A Tommy se le hacía muy extraño estar en el mismo espacio que su hermana pero cada vez que la miraba se daba cuenta de que había cambiado de parecer.
No es que hubiera hecho borrón y cuenta nueva, ni mucho menos. Pues aún ahora, cuando les miraba a los dos juntos en su voz notaba un leve resquemor, una ira controlada de que no terminaba de aceptar aquella relación. Lo habían estado hablando largo y tendido repetidas veces en los últimos días y todo había empezado días antes cuando se había presentado con Cody en el apartamento con un sobre en la mano y una expresión de desconcierto en el rostro.

Unos días atrás

- Si se trata de una broma no tiene las más mínima gracia - fueron las primeras palabras que pronunció nada más cruzar el umbral de la puerta.  

- No es ninguna broma como llevo repitiéndote desde que te has subido al coche. Es el cumplimiento de una promesa, un pacto que hicimos cuando éramos dos inconscientes. 

- ¿Cómo lo has conseguido? 

- Para tener la respuesta a esa preguntas tenemos que hablar largo y tendido los tres. 

- De modo que es eso, has convertido una promesa en un chantaje. 

- Ni mucho menos, solo quiero que comprendas que tu reacción no es normal. Te has tomado como algo personal una cosa que es completamente ajena a ti - Cody sabia que con aquel tono lo único que iba a conseguir era empeorar las cosas, pero las vías de hacerlo por las buenas se habían agotado.

- Ahora resulta que algo que tiene que ver con mi hermano quien es sangre de mi sangre, y que forma parte de mi propia familia no tiene que ver conmoigo, ¿es eso?

- Se trata de la felicidad de alguien a quien amas de forma incondicional, y eres incapaz de brindárse, ¿y por qué? ¿Por orgullo?

- Él es mi responsabilidad, yo tenía que cuidar de él, me lo prometí a mí misma y has tenido que venir tú y...

- Espera, espera, espera - empezó a balbucear Cody -, ¿me estás echando la culpa de que Tommy se haya enamorado de mí? ¿Acaso lo estás viviendo como un complot contra ti?

- ¡No eres más que un amigo! ¡Esto es algo de familia! - sin darse cuenta había perdido los estribos de nuevo y estaba hablando a gritos. 

Cody se quedó en silencio ante aquellas palabras, lo había intentado arreglar pero solo había conseguido que una parte muy oscura de la que durante mucho tiempo creyó su mejor amiga saliera a la luz. La sala se quedó en completo silencio, ni siquiera la respiración de las tres personas que había en ella se hacía presente. En unos pocos segundos ese silencio lo rompió el sonido de una bofetada y un grito de sorpresa de Caroline. 

Tommy estaba parado frente a ella con la cara roja de ira y respirando de forma rápida y entrecortada. Nunca antes ninguno de los presentes lo había visto de aquella manera. Siempre había sido calmado, tranquilo y jamás nadie nunca le había visto perder los estribos. 

Viendo a los hermanos de aquella manera Cody se dio cuenta de que las personas que tenía ante ellas y que creía que conocía a la perfección, en realidad en eran dos completos desconocidos. 

- ¿Qué cojones te has creído? - empezó a gritar sin ningún tipo de control sobre sí mismo -. Soy bastate mayorcito para tomar mis propias decisiones y no depende de ti para nada de quien me enamoro o quien me acuesto. 

- Pero... - intentó empezar a hablar Caroline en un vano intento de retomar de nuevo el liderazgo de la conversación. 

- No quiero que digas ni una palabra más, y lamento tener que decirte esto por quién eres pero si me das a elegir vas a salir perdiendo.