Capítulo 5.

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Cuando por fin han terminado las clases recojo y salgo a toda prisa de mi última clase, como llevo haciendo todo el día. Camino por los pasillos evitando chocarme con la gente y me despido de Juliet cuando me la encuentro guardando sus cosas en su taquilla.

Salgo fuera y busco rápidamente la furgoneta de Alan pero no la encuentro por ningún lado así que saco el móvil para llamarle cuando veo un mensaje suyo en el que me dice que ha tenido que llevar a Sumar a una entrevista de trabajo y que hoy no va a poder venir a por mi.

—Joder —suelto por lo bajo—. Ahora voy a tener que volverme andando.

No doy ni dos pasos cuando alguien me agarra del brazo. Siento una corriente recorrerme el cuerpo entero y como un calor agradable se instala dentro de mi, no tengo que darme la vuelta para saber que es él.

—Nunca esperé que mi mate a parte de ser una escurridiza de cuidado sería capaz de decir malas palabras —dice, tiene un tono de voz suave y agradable, al igual que sus hermanos—. Y si quieres puedo llevarte yo a casa.

Me giro para mirarle y me arrepiento casi al instante, es tan guapo que hace que me quede sin aliento.

—Lo siento —consigo decir—. Pero no me subo en coches de desconocidos.

Noto como todos nos miran al salir y también puedo distinguir a la chica del primer almuerzo mirar mal hacia nosotros, o más específicamente hacia mí. Cuando recuerdo ese momento siento de nuevo una rabia en mi interior e intentó soltarme de su agarre. Él no me lo permite y además pone una sonrisa en su hermoso rostro que hace que quiera derretirme.

—Es lo normal, me alegra saber que no subes en coches de desconocidos. Me preocuparía mucho que lo hicieras, siento un sentido de la protección muy alto hacia ti —comenta, parece que lo dice en broma pero sé que en realidad es lo que siente. Los licántropos son protectores por naturaleza y por como he visto que es Alan con Vaylin, parece que con sus parejas lo son aún más—. Pero es una suerte para mí que mi hermana no sea una desconocida total para ti y sea tu guía durante tus primeros días aquí, ella se sentiría muy mal si ve que vuelves sola a casa y tiene la preocupación de si te perderás.

Abro la boca con asombro y dejó salir un jadeo.

—Esa ha sido una jugada muy sucia —le digo.

El sonríe y ríe.

—Lo sé, pero necesitaba hablar contigo. Además no puedes huir eternamente.

Le miro a los ojos. Sé que tiene razón y tal vez es un buen momento para hablar y aclarar las cosas, pero no quiero realmente llegar a quererle y necesitar de él, ya por mucho que sea mi mate, si no se si me voy a poder quedar aquí más de unos meses. No se a cuanto llega el echo de ser mates pero no quiero sufrir luego por la agonía de estar separados.

—¿Entonces vas a venirte? —pregunta cuando ve que no digo nada más.

Le sonrió por primera vez y le respondo.

—¿Qué más opción me queda?

El amplía su sonrisa aún más y resulta adorable, aunque no puedo evitar preocuparme porque realmente está familia sonríe demasiado. El suelta mi brazo y empieza a caminar hacia donde hay un coche de siete plazas bastante grande. No se porque me esperaba que tuviera un descapotable.

Dentro del coche ya están sus hermanos. El asiento del copiloto está libre así que me siento después de saludar a todos.

—No sabía que os conocíais —comenta uno de los gemelos, creo que es Joe.

—Quizá es porque son más que conocidos —dice Jaquelin desde atrás.

Yo me giro rápidamente con los ojos abiertos por la sorpresa y ella me mira con una sonrisa tímida que parece esconder secretos. Los gemelos empiezan a reírse cuando se dan cuenta mientras que Juliet se ve sorprendida y no parece capaz de decir ni hacer nada.

—Vaya Jaxon, menuda sorpresa —este es Jay, creo—. Has encontrado tu mate y eres el primero de nosotros, ¡enhorabuena!

Yo siento que empieza a arderme la cara y miro por el rabillo del ojo a Jaxon, que parece ser ese es su nombre.

—Ummm —digo intentando cambiar de tema—. Mi casa queda en el centro, cerca de una tienda de comida rápida china.

Me sorprende la naturalidad con la que esta familia trata el tema de que Jaxon y yo seamos mates, aunque Juliet sigue un poco sorprendida aún. Es como si fuera un tema del día a día y la emoción que parecen sentir porque esté aquí ahora me hace sentir aún más incomoda, lo que hace que tenga que resistir el impulso de salir huyendo.

¿No saben nada de mí y ya me aceptan? No puedo evitar pensar que tal vez no han salido lo suficiente realmente, como ya comentó Jaquelin antes, de este pueblo ni se han relacionado con más especies que los que son iguales a ellos.

Jaxon conduce con cuidado pero no muy lento por las calles mientras a la vez mantiene conversación a todos sus hermanos. Yo hago el viaje en silencio pero puedo notar cómo me mira de reojo, supongo que está esperando a que estemos solos para poder hablar más tranquilamente sobre todo este tema de... Nosotros.

Cuando llegamos enfrente de la que es mi casa por ahora veo como Jaxon empieza a trastear con algo que hay dentro de la cajonera del coche. No sé qué decir realmente así que solo les agradezco a todos y me despido mientras abro la puerta. Jaxon me sujeta del brazo un momento antes de que me baje y deja disimuladamente un papel en mi mano. Yo le sonrió antes de que me suelte el brazo y baje definitivamente de la camioneta.

Camino sin mirar hacia atrás y cuando entro compruebo que Sumar y Alan aún no han llegado, así que aún con el papel de Jaxon en la mano subo hacia mi habitación para dejar la mochila y todo. Luego me tiro a la cama y desdoblo el papel para leerlo.

«Al final no hemos podido hablar, pero seguramente me pase luego. Ya te he dicho que huir no es una opción. Nos vemos pronto, Jaxon

No puedo evitar pensar que tal vez mi estancia aquí no va a ser tan calmada como lo ha sido en otros lugares.

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2019 ⏰

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