Minutos antes...

POV Riley

— Te he dicho que te termines el desayuno. —resoplé al ver a Lily, saltándose varios escalones para alcanzarnos a mi hermano y a mí.

— Esto es más importante que mis tortitas. —argumentó atrapando mi mano.

Finalmente, llegamos al piso superior, cercano a la azotea, donde se encontraba todo el cableado y maquinaría que ponía en marcha la radio. Un hombre nos esperaba al otro lado de la puerta, ya trasteando para intentar encontrar cuál era el problema. Lo reconocí al instante. 

— Frank. —saludé, recibiendo un muy nervioso asentimiento por su parte. 

Nos mantuvimos frente a su mesa, y tras escuchar los mil tecnicismos que según él estaban causando las interferencias, Jesús me codeó atrayendo mi atención. Estaba cruzado de brazos, con una expresión completamente seria, algo extraño en él.

— ¿Sabes esos presentimientos que tienes tú a veces...?

— Los que siempre ignoras. —repliqué con burla.

Asintió, descruzando sus brazos.

— Pues estoy teniendo uno de esos ahora mismo.

Lily soltó mi mano, y con curiosidad se acercó tras Frank para ver lo que hacía. Sonrió con emoción, como si pudiera entender todo aquel cableado, aunque realmente no lo hacía. La cercanía de la niña puso nervioso al hombre, y una expresión triste y apagada se reflejó en él. Sus ojos, clavados sobre Lily, me pusieron entonces a mí en alerta.

— Lily. —la llamé con dureza, sorprendiéndola— Ven aquí. —confundida, intercaló miradas entre el hombre y yo, hasta finalmente regresar apresuradamente a mi lado— ¿Cómo está tu mujer, Frank? —indagué con el ceño ligeramente fruncido.

— B-bien, gracias por preguntar.

Jesús me observó acercar la mano a la pistola, e inmediatamente hizo lo mismo con cautela.

— ¿Y tu hijo? Charlie era, ¿no? 

Frank no respondió, en cambio, en un movimiento ansioso hizo caer una de sus herramientas.

Sin soltar la mano de Lily, le indiqué con la mirada que tomara el cuchillo de mi cintura, lo hizo al instante, con un temblor evidente en sus manos.

No sabía realmente cómo había descifrado la situación tan rápido, sencillamente lo sentí en su mirada, de disculpa, de horror hacia sí mismo. Frank era un hombre de familia, bueno, leal, recordaba incluso haberlo visto el día que se desató el caos en el Santuario.

— ¿Y dónde están ahora, Frank? —puse a Lily a mi espalda— ¿Dónde está ahora tu familia? 

Alzó los ojos de la radio, y empezó a negar ansiosamente. Justo entonces, la puerta a nuestra espalda se cerró bruscamente. Mi hermano forcejeó con ella, intentando abrirla incluso a golpes, pero nada. 

— Lo siento. —murmuró Frank.

Entonces se abrió la puerta de la azotea, y todas las jodidas piezas encajaron.

— Hola, lobita. —Simon apareció con una radiante sonrisa, seguido de él entraron varios hombres. Uno de ellos alcancé a reconocerlo como el hombre de la noche anterior, el que chocó conmigo en las escaleras— Creo que tenemos que hablar. —siguió, ignorando como era apuntado por mi hermano y por mí— Y siento... —agitó su mano, dándose un poco de aire en la cara— Y siento algo de claustrofobia aquí, ¿por qué no damos un paseo?

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅWhere stories live. Discover now