Capítulo 24

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Adele Steve.

Cuatro días habían pasado desde que llegamos a esta casa, pero en ese poco tiempo se volvió un lugar seguro, la paz que he sentido en este poco tiempo es increíble, he tenido tiempo para pensar en todo desde diferentes perspectivas, sin tener que preocuparme por escapar, pensar quienes no están conmigo y rogando que otros estén bien.

El dolor de estómago y cabeza no ha cesado del todo, pero las pastillas ayudan, trato de no tomar tantas, no hay muchas, así que tengo que economizarlas de no ser así las cosas se pondrán feas para mí. Ayer salimos con Andrew por provisiones, fuimos a la misma gasolinera de hace unos días, compramos todo lo que pudimos, espero que no tengamos que salir en un par de semanas.

Mi fuerte no es la cocina así que Andrew cocina mayormente, aunque trato de ayudarlo, creo que aún se siente un poco mal por sugerir que quizás debería volver con los de Darkness, aun así, en estos días no hemos hablado sobre nada relacionado con el proyecto Darkness, quizás él pueda decirme cosas que Angelina no tuvo tiempo de decirme, pero no parece querer hacerlo, he intentado introducir el tema una docena de veces, pero siempre trata de desviarlo.

En esta casa no hay mucho que hacer, sin nada de tecnología que puedan rastrear, además de que, aunque hubiera aparatos tecnológicos no hay señal móvil, apenas hay luz y en momento es inestable, eso hace que todo sea muy monótono, nos pasamos todo el día caminando por la casa intentando no aburrirnos, incluso armamos dos rompecabezas de mil piezas, lo hicimos en un solo día, así de desocupados estamos.

Lo más interesante que ha sucedido es que hace dos días explotaron un par de bombillas, Andrew tenía algunas en caso de emergencia así que no supuso un problema, pero en el momento pensé que los de Darkness nos habían encontrado, me paralice por unos segundos hasta que Andrew me aviso que solo era lo inestabilidad de electricidad, así que solo pude reír estando agradecida de que estuviéramos bien, siento que cada pequeña cosa que no está prevista me altera mucho, estoy más a la defensiva que nunca.

En momentos me pierdo un poco y he tenido dos ataques que nervios, así que últimamente creo que estar huyendo me está matando, todo lo que conlleva, todo eso solo hace que me confunda rotundamente, siento estoy por morir.

Entro en la ducha, normalmente el agua tan fría hace que no piense mucho, me concentro más en lo fría que esta, así que aprecio cada vez que siento el agua helada recorrer mi piel.

Siento el agua deslizarse por mi piel, los pelos de los brazos se me engrifan, tiemblo unos segundos hasta acostumbrarme a la temperatura, permanezco bajo el agua durante unos minutos, mis recuerdos siguen regresando, aunque los últimos no parecen ser relevantes, además de ese hombre al que llamo padre, pero es irreconocible.

Al terminar de ducharme bajo a la primera planta, me siento en la encimera de la cocina viendo como Andrew termina de preparar el desayuno, al girarse me saluda con una sonrisa. Le devuelvo la sonrisa. Me sigue sorprendiendo lo grande que es, mi teoría sigue siendo que lo que nos inyectaban tenía algo que ver, o sea, casi todos son enormes, Paul, Alec, Andrew, Cristina, Emma un poco, menos Christian y yo. Así que no es coincidencia.

Se nota que Andrew no tenía planeado regresar aquí de manera reciente, tuvo que buscarme antes de que me mandaran a otro lado y traerme aquí, la camiseta que trae puesta le queda un poco pequeña y se ajusta mucho a su cuerpo. Eso me hace preguntarme cuanto tiempo hace que Andrew no viene a esta casa, hace cuanto no está recluido. Al menos su ropa vieja me sirve un poco, aunque aun así me queda un poco grande.

Termina los panques y los coloca en la mesa, resulta que a ambos nos encanta así que tomamos los ingredientes en grandes cantidades cuando fuimos de compras así que tendremos muchos desayunos de panques en los siguientes días, me siento frente a él en silencio, vierto miel de maple encima.

ADELE {Libro II  y III} ✔️Where stories live. Discover now