El corazón Púrpura (Evelynn x Akali)

Capítulo 9

El sol entró por la ventana depositando un suave calor en los ojos de Akali la cual perezosamente intentó tapar con su mano derecha y un quejido suave. Esquivando el molesto sol, dió la vuelta completamente mientras maldecía interiormente no haber bajado las persianas el día anterior.

El momento de realización le golpeó cuando vio a la más alta a su lado durmiendo. Tenía un mechón cayendo por encima de su nariz. Sonrió internamente al recordar la noche anterior. Su mano se posó encima de sus labios y notó un suave cosquilleo que recorrió todo su cuerpo. Con la yema de sus dedos se acercó tentativamente a apartar el mechón intruso en la cara de la más alta. Se quedó admirando su cara expuesta. Podría observarla una y mil veces. Se quedó en silencio, admirando los rasgos, tomando una foto mental que estaba segura que no olvidaría nunca. Después de lo que pareció la eternidad más corta del mundo decidió apoyar los nudillos contra su mejilla en una suave caricia. Tenía la piel más suave que había tocado nunca. El contraste de color era remarcable. Piel absolutamente pálida casi como papel contra una piel más oscura acercándose a un contraste amarillo.

Desconcertada despegó la mano al ver como la más mayor se movía junto a un pequeño bostezo. Pronto sus ojos azules encontraron los dorados que tanto le encantaban. Ambas sonrieron sin decir nada, disfrutando del momento, de la suavidad de la mirada y del calor que sentían.

"Buenos días Kali." Se atrevió a comentar entre murmuros.

"Buenos días Ev." Sonriendo como si estuviera viendo el paisaje más bonito que hubiera sido capaz de presenciar.

"¿Ev? Me gusta, me podría acostumbrar." Bromeó la más alta mordiéndose los labios y sacando la lengua con burla.

"Oh cállate" Cogió la almohada lo más rápido que pudo y la estampó en su cara.

La cara de Evelynn pasó de desconcertada a orgullosa y en un segundo trazó su plan de venganza. Robó la almohada de las manos de Akali y empezó a darle todos los golpes que pudo haciendo que la otra no parara de reír. En un momento de despiste, la pelinegra fue capaz de cogerle las muñecas dejándola immovil. Se quedaron mirando a los ojos profundamente, hipnotizadas, jadeando por el esfuerzo de la pequeña pelea. Habilidosamente, le dió la vuelta quedando ella arriba. Lo único que se escuchaba en la habitación era los pequeños jadeos de ambas. La mirada intensa de Evelynn pasaba de sus ojos a sus labios, tentando a la más pequeña. Sin poder aguantar, se lanzó a sus labios y la besó apresuradamente. El beso empezó torpe pero pasional y empezó a evolucionar en deseo. Un deseo que consumía a ambas.

"¡Chicas! A desayunar." Se escuchó un grito en la parte de abajo de la casa.

'Mierda, mamá, qué oportuna.' Pensó Akali, mientras se despegaba de la más alta viendo como la respiración rápida de la más alta hacía elevar el pecho que se entre veía a través de su pijama.

"¡Ahora bajamos!" Chilló de vuelta Akali mientras se levantaba y buscaba algo de ropa en el armario.

"Oye, tengo la ropa en la bolsa de mi habitación, me cambio y ahora vuelvo ¿vale?" Comentó con voz baja Evelynn sonriendo y mirando hacía el suelo. Parecía incluso tímida y a Akali le pareció la interacción más tierna que había presenciado de parte de la más alta.

"Claro no hay problema, ahora nos vemos." Sonriendo de vuelta intentando evitar que su mirada fuera a cualquier otra zona que no fuera sus ojos.

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Ambas chicas se acabaron de preparar en el mismo momento, Akali vestía unos pantalones cargo verdes con un top negro que se cerraba en el cuello. Evelynn se había puesto una camisa blanca junto a unos tejanos azul oscuro.