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A la mañana siguiente, Namjoon se levantó, por primera vez en tantos años había descansado bien, buscó a Taehyung, pero no lo encontró, aparentemente si se había ido de viaje como había dicho. Fue a la cocina a prepararse algo y encontró la nota con la dirección de Hoseok, eso hizo que su pobre corazón saltara de alegría, se apresuró en tomar desayuno y sus medicinas, inmediatamente se dirigió a la habitación donde durmió, se dio un baño y se puso una ropa presentable, se peino y se echó una colonia.

Namjoon se miraba al espejo, lleno de miedo y de temor, quería verse bien para su esposo, al que no había dejado de pensar, ni de amar un solo instante.

Con dinero de su billetera, tomo un taxi y le dio la dirección en el papel, el taxista condujo hasta aquella zona residencial, que era conocida por que habitaban los mejores empresarios de Seúl.

—Llegamos señor.

—Muchas gracias —le pagó y bajó del taxi.

Estaba parado en un taxi, alrededor del área verde había muchas casas y edificios, se sentó en una banca y se puse a pensar en cómo aparecería delante de Hoseok y de su hijo, estaba pensando que decirles, en cómo explicarles lo que realmente sucedió, si ya las pocas personas que lo habían visto, pensaban que estaba muerto o que se había ido con su amante, él debía encargarse de desmentir todo eso.

—¡Namjoon! ¡También estas en Seúl! —Ahyeon apareció con una sonrisa y una pelinegra a su lado.

—Ahyeon... hola ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?

—Vine al parque con mi tío y mi prima. —señaló a la niña que estaba a su lado.

Namjoon sintió una calidez en su pecho al ver a la pequeña pelinegra, quien sonreía tímidamente, era preciosa, su mirada y su sonrisa eran iguales a las de Hoseok, tan solo pensar en él y en lo poco que faltaba para verlo, sentía un cosquilleo en su estómago.

—Por cierto, ella es Moonbyul, mi prima —miro a su prima— Moon, él es Namjoon, el hombre que conocí en Gimpo, al que mi papá casi mata.

¿Prima? 

SeokJin no tenía hermanos y el único hermano de Yoongi era Hoseok, algo no cuadraba en toda esa situación, sabia que pronto las dudas se aclararían y la verdad que Yoongi le ocultaba, también saldría a la luz.

—H-hola, y-yo me llamo Moonbyul...

—Hola Byul, como tu prima te dijo, yo soy Namjoon.

—T-tú... tú te pareces mucho a mi hermano, él tam-

Antes que Byul pudiera seguir hablando, se escuchó otra vez llamando el nombre las pequeñas, el corazón de Namjoon se detuvo, sus ojos se abrieron grandemente, nunca podría olvidar la voz de Hoseok, de su Hoseok, de su esposo, el hombre que amaba y a quien recordaba vagamente a pesar de haber perdido la memoria.

—¡Byul, Ahyeon ¡Vengan aquí!

Hoseok sonaba molesto y las pequeñas se sobresaltaron, volteando rápidamente y corrieron hacia él. Namjoon, dudaba si debía girarse o no, sino volteaba, perdería su oportunidad, estaba tan cerca de él, pero tenía miedo.

Suspiró y lentamente se giró, quedando frente a Hoseok.

—Namjoon... —la boca de Hoseok se abrió y su respiración se aceleró.

¿Era real? 

Su esposo, al que había enterrado años atrás, estaba ahí, parado, sus ojos comenzaron a picarle y su cuerpo entero temblaba ante lo que miraba, ante quien estaba frente a él, con las mirada curiosas de dos niñas.

—Hoseok. —sin esperar más tiempo, Namjoon se acercó y lo abrazó con fuerza.

—Estás vivo... Namjoon, estas vivo. —lloró.

El menor se rompió al estar nuevamente entre los brazos de Namjoon y escondió su rostro en el cuello del pelinegro, sus manos tocaban con desesperación su espalda y su cabello, era real, todo era real. Tantos años deseando que su muerte fuera solo una pesadilla, deseando que él regresara y en el momento menos esperado, estaba ahí.

—Estoy aquí Seokie, regrese por ti...

—Papi... ¿Conoces al señor Namjoon? —pregunto Byul curiosa ante la escena que presenciaba.

Namjoon frunció el ceño al escuchar a la niña, ¿acaso Byul era de Hoseok? No, porque eso solo significaría que su esposo, había estado o estaba con otra persona y su corazón se negaba a aceptarlo, no podía ser cierto, no él.

—¿Papi? —se atrevió a preguntar.

—Hay algo que no sabes y...

Una nueva presencia apareció, haciendo que Namjoon mirara confundido a Hoseok, esa nueva persona, que al llegar había tomando la mano de su esposo, no se había dando cuenta de lo que sucedía, pues estaba distraído en el celular.

Jimin estaba tocando a su esposo. 

¿Por qué? ¿Acaso ellos...?

—Amor, necesito que impidas que Fél-

Jimin levantó la mirada encontrándose con la Namjoon, parpadeó unos segundos y frunció el ceño, volteando a ver a su esposo, quien aún tenía rastros de lágrimas en sus mejillas.

—¿Nam-Namjoon?

—Si, Namjoon, ahora te pido por favor que quites tus manos de mi esposo.

—Te equivocas, Namjoon. —Hoseok entrelazó sus dedos con el hombre que tenía al lado.

— Jimin es mi esposo, tiene todo el derecho.

—N-no, Hoseok, dime que no es cierto, no...

Ahora eran los ojos del pelinegro los que empezaron a cristalizarse, esto tenia que ser una broma, una mentira cruel, se negaba a que fuera verdad.

—Papá Minnie, no entiendo nada. —Byul miro a los mayores.

—No te preocupes princesa, vayan con Jimin, él les comprará algo.

Park entendió la indirecta y se llevo a las niñas, lejos del asunto, él no tenia nada que hacer ahí, no podía ni opinar, sabía que Namjoon debía hablar con Hoseok a solas, su mente pensaba en una sola persona, en Félix, a quien necesitaba y se iría pronto, al que no se quitaba de la cabeza, ni olvidaba su confesión.

Namjoon estaba parado, viendo a Jimin irse con las niñas, sus esperanzas estaban rotas, él estaba roto, muy roto, se sentía tan tonto al pensar que con su regreso todo sería igual, con Hoseok y JungWon, pero no, se equivocó, ahora entendía las palabras de Yoongi y quizá él tenía razón jamás debió regresar.

Nevertheless :: NamSeok ◌‧ :🥀:Where stories live. Discover now