Capítulo 1: Nick's back

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Luchando contra el peso de la inconsciencia, Nick oyó -Mira, mamá, te he devuelto a Nick-. El dolor le apuñaló la cabeza cuando intentó abrir los ojos. Gimiendo, Nick se levantó del suelo. El pánico hacía que su corazón se acelerara y la adrenalina inundara su cuerpo. Parpadeando, se congeló confundido. ¿Qué? Se enderezó y, aprovechando el pánico para superar el dolor, miró a su alrededor sorprendido. Estaba de nuevo en el salón de Monroe y Rosalee. ¿Cómo?

-¡Nick!- Adalind estaba arrodillada frente a él, abrazándolo desesperadamente. Apartándose, Adalind comienza a comprobar si Nick está herido. Su postura tensa comienza a relajarse al confirmar su salud. Pero sus ojos no pierden el miedo pensativo. Apenas creyendo lo que ve, Nick aprieta más a Adalind. La atrae para darle otro abrazo. La suave piel y el olor que siempre relacionó con ella llenan sus sentidos. ¿Esto es real?.

-¡Estás viva!-, jadea. La confusión llena sus ojos azules y ella confirma -Sí. ¿Estás bien?- Pero Nick todavía estaba tratando de envolver su mente alrededor de lo que estaba viendo y escuchando. Durante los siguientes minutos, Nick se aseguró de que todos -(¡todos!)- que había perdido durante lo que internamente llamaba "La otra época" estaban vivos. Ignoró las expresiones de confusión y preocupación mientras divagaba y tocaba a todos. Sabía que estaba actuando fuera de lugar, pero no podía dejar de asegurarse de que sus seres queridos estaban vivos y bien. Y aquí. Una emoción lo llenó cuando se dio cuenta de que el anillo maldito no había reaparecido. Empujó la pena y el terror hacia abajo cuando su mente pasó por las imágenes de Adalind sin vida en el suelo. Su enloquecimiento podría ocurrir más tarde -(mucho más tarde)-, cuando gritara y se enfureciera ante la absoluta impotencia que aún sentía, como el eco de una pesadilla.

-¿Nick?- Al oír el tono vacilante y prolongado de Monroe, Nick levantó instintivamente la vista de su hijo. El shock lo llenó y sus ojos se abrieron de par en par mientras se enderezaba. Tenso e inseguro, el Grimm intercambió miradas interrogativas con sus amigos. Optando por aceptar la afirmación de Diana de que Zerstorer se había ido para siempre, Nick se obligó lentamente a relajarse de nuevo. Tomando el bastón con una expresión de calma que contradecía la agitada aprensión que sentía, Nick se sintió aliviado cuando éste permaneció inerte. Esperaba que le atacara. En cambio, la familiar sensación de conciencia surgió del bastón. Faltaba el vago dolor que siempre estaba presente en el "palo" astillado que habían encontrado en Alemania. La plenitud, la alegría y la rectitud fluyeron suavemente. Era tranquilizador y ayudaba a calmar cualquier duda persistente sobre las intenciones del bastón. Nick sabía que nunca podría explicar la sensibilidad que sospechaba. Especialmente la conexión que tenía con él. Su mirada captó por casualidad la expresión cómplice de Diana. Huh. Sacudiéndose para tratar el tema más tarde, Nick apretó el puño y sonrió a los cálidos ojos azules de Adalind, tratando de asegurarle su bienestar. Habían sido unos días malos y todos necesitaban un poco de consuelo. ¿Tal vez convenía tomarse unas vacaciones? Se acercó para abrazarla suavemente y darle un casto beso, Nick pensó que sí, unas vacaciones sonaban perfectas.

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