Cap 14. El Callejón de los Sueños

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-Amo Harry... - llamó Chree al ojiverde que estaba concentrado en unos pergaminos. - el subdirector Dumbledore está aquí con la Carta de Hogwarts. Harry dejó inmediatamente lo que estaba haciendo y arqueó una ceja, en teoría Thomas era un sangrepura, al menos hasta que saliera a la luz el estatus de sangre de Hermione en esta época, el de él estaba totalmente cubierto por la sangre Potter y su parecido inconfundible a ellos. Así que no había razón para que viniera el subdirector a notificar la entrada del niño al Colegio, una simple lechuza bastaba.

- ¿Dónde está, Chree? - dijo poniéndose de pie intempestivamente, no quería que se topara a Thomas sin él. En la sala de visitas Señor, está esperando y me asegure que no pudiera salir de esa sala – el ojiverde relajó un poco sus hombros tensos. - ¿y Thomas? -

-El amito se encuentra en el solario, escribiendo. - Hermione le había regalado una pequeña bolsa con hechizo extensible y dos diarios con hechizo rellenable de hojas, no importa cuantas hojas le agregara, mantendría su tamaño y peso igual, uno para que escribiera lo personal y el otro diario para todo lo mágico. El solario, había sido acondicionado por Charlus como regalo de bodas a Dorea quien había accedido a compartir su espacio con el niño.

-Bien, dile a Effie que mantenga un ojo en él, no me fío de la presencia de Dumbledore aquí... - dijo mientras sacudía su ropa, llevaba una camisa blanca, pantalón gris oscuro y un suéter verde que, en opinión de Thomas, combinaba bien con él. Realizó un patronus y le envió msj a Hermione que estaba en la Biblioteca. - Cariño; Dumbledore está aquí, sala de visitas - sabía que eso era suficiente para su castaña.

Casi llegaba a la Sala cuando recibió el patronus de Hermione. - Amor, me reuniré contigo en unos momentos... - el ojiverde sonrió y entró a la Sala. - Profesor Dumbledore, a que debo el placer de su visita... - preguntó Harry mientras extendía su mano derecha para saludar al hombre, mientras cerraba su mente lo mejor que podía (nunca sería tan bueno como Snape, pero podría defenderse de algún ataque) y su mano izquierda mantenía alerta su magia por cualquier cosa.

-Ah Harry Potter... Qué bueno conocerte hijo... - la ceja se arqueó al más puro estilo Snape y no pudo evitar poner una leve mueca de desagrado. - Perdón profesor, pero me incomoda mucho que personas que no conozco me tuteen, es heredero Potter. -

La cara de Dumbledore fue todo un poema, usualmente nadie le decía nada cuando los tuteaba, cierto es que aquellos a quienes él otorgaba su "respeto" lo suficiente como para usar el usted, lo veían como un privilegio y luego este joven llegaba y le prohibía el uso de su nombre.

-Lo siento Heredero Potter, siendo conocido de la familia, admito que no lo esperaba... -

- Oh lo siento profesor, no lo vi en la fiesta Potter, tenía entendido que las personas allegadas a Charlus y Dorea habían asistido... - Harry se negó a sonreir cuando vio la furia en los ojos del hombre. - pero me informó el elfo de la familia que está aquí en su calidad de subdirector, Profesor Dumbledore, ¿Qué puede hacer la familia Potter por usted? -

-Heredero Potter – dijo el hombre mientras intentaba controlar su ira y controlar la situación. - le he traído al joven Thomas su invitación a Hogwarts - dijo sacando la carta del niño de entre sus ropas.

-Que honor! - dijo una voz femenina que hizo a los hombres voltear, Albus Dumbledore infló su pechó al oírla, al menos alguien reconocía su presencia. - Profesor Dumbledore ¿Esa es la carta de mi hijo? - dijo Hermione mientras se acercaba a Harry, llevaba un pantalón negro, blusa blanca de manga larga y un delicado suéter tipo capa en sus hombros. Dorea había estado de acuerdo en que usara su ropa dentro de la casa como ella prefiriera, pero que políticamente jugaran el juego sutilmente.

-Señora Potter - dijo tentativamente el hombre, no queriendo una diatriba como la del chico. - efectivamente es la carta de su hijo – la castaña se acercó y extendió la mano para recibir la carta.

DÍAS DEL FUTURO PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora