La guerra mágica ha arrasado Inglaterra y gran parte del mundo mágico, entre la desolación y el dolor; surge una idea: viajar en el pasado y terminar la guerra incluso antes de que comience, porque hay muchas formas de interpretar y cumplir una prof...
-Harry! Lo logramos! Estamos en el pasado! - El ojiverde al oírla se sacudió la cabeza en un intento de despejarse del mareo que le había producido ese viaje, un momento estaba oyendo la voz de Neville y al siguiente, sintió como era absorbido por lo que parecía un inmenso tubo.
-Mione? Estás bien? - La chica asintió ante las palabras de preocupación de su amigo, sabían que la ropa que traían no era la mejor que tenían, mostraba señales inequívocas de haber estado en al menos una revuelta. Se pusieron en pie y miraron a su alrededor, a lo lejos se veían algunos lugares abiertos, miraron tras de sí y tan solo se veían algunos árboles como un pequeño bosquecillo, efectivamente estaban afuera de Hogsmeade y colindando con Hogwarts.
Con rapidez se cambiaron con las ropas más antiguas que Hermione había podido encontrar, lo único malo es que eran moda francesa, habían pertenecido a su tatarabuela y eran consideradas una reliquia familiar por la familia de su madre. Más acorde a la época en la que se suponía habían arribado, con nervios se tomaron de las manos y se encaminaron hacia el pueblo.
Sonrieron cuando vieron que las Tres Escobas estaba abierto incluso siendo 31 de diciembre, la noche se veía solitaria y un poco deprimente, pero con los recuerdos de su inmediata vida futura para Harry y Hermione era un gran cambio y a ellos les pareció encantador.
La puerta chirrió cuando Harry la abrió para su compañera, y un hombre de al menos unos 60 años los recibió con sospecha al ver la ropa que usaban, Hermione se aclaró la garganta mientras sonreía. - Disculpe la hora Caballero, pero tendría una habitación para nosotros? Mi esposo y yo acabamos de llegar de Francia... - bajó con cuidado los ojos mientras se esforzaba por poner una cara ruborizada.
-¿Huyendo de la guerra? - preguntó el hombre limpiando la barra. Harry asintió mientras ayudaba a Hermione a quitarse su abrigo. - Las cosas se están poniendo difíciles cada día, debimos huir de noche como fugitivos... - Con eso, el hombre cambió su actitud a una postura más amigable.
-Soy Wilmer Emerson, dueño de las tres escobas, estaba por cerrar, pero en estas circunstancias le dije a mi esposa que llegaría más tarde... Les daré una habitación y les enviaré de cenar con un elfo domestico; es un galeón por noche, la economía no ha estado muy bien en estos tiempos...- Harry sacudió la mano del hombre en respuesta a su saludo, y le tendió el pago al hombre.
- Es usted muy amable, mi esposa y yo lo agradecemos, ¿podría mandarnos el diario junto con la cena por favor? - Wilmer asintió, si los pobres habían salido huyendo de su país, querrían ponerse al día en Inglaterra. Tras subir las escaleras, les mostró la habitación y se despidió mientras llamaba al elfo para enviar las cosas.
Apenas unos minutos después un elfo se materializó frente a la puerta de la habitación mientras anunciaba la cena; Harry le permitió el paso, una vez puesta la cena en una pequeña mesa en la habitación se retiró con una mirada extrañada al extraño par de magos que le agradecieron con una sonrisa su servicio; extraño porque la mayoría de los magos solo los ignoraba.
-!Harry! No es 1926! - Hermione estaba cayendo en shock mientras sostenía el Periódico que marcaba fecha de 1936. - !Es tarde Harry! Seguro fallé en mis cálculos, ahora va a ser imposible ganar la guerra... yo... yo... - El ojiverde la sacudió con fuerza.
-!Hermione! !Basta! !Deja de torturarte! Todo va a salir bien, quizá llegamos 10 años tarde... Pero no significa que hemos fallado... Ahora !mírame! - el tono de mando del ojiverde la sacó de su shock. - !Lo vamos a lograr Hermione, lo vamos a lograr! - con cuidado la abrazó mientras le daba un beso en la frente.
Una vez puestos los hechizos de privacidad, Harry sonrió. - Ahora mi no-esposa... cenemos, durmamos y mañana planearemos ¿de acuerdo? - Habían llegado a un nivel increíble de cercanía estos últimos años; sin embargo ambos habían escondido hasta lo más hondo de sus mentes y protegido con sus más profundos muros oclumánticos el amor que se tenían el uno al otro. Ambos con el miedo a amar, con el miedo al rechazo y con el miedo a la pérdida. Sin embargo dada la época a la que viajarían, sabían que una pareja joven casada, era una mejor credencial al anticuado mundo mágico de 1930.
Con cuidado Hermione se quitó el anillo que la señalaba como casada y con reverencia lo guardó en su fiel bolsillo; ese anillo había pertenecido a Lily Potter, y Harry no había aceptado argumentos y le había pedido que lo usara, el portaba una sencilla banda que había pertenecido a Michael Granger, no se habían querido arriesgar a que alguien reconociera la cresta Potter en el anillo de James. Y Hermione pensó que, ya que ella llevaba algo valioso de Harry, él podía usar algo que era valioso para ella.
Cenaron en un cómodo silencio y con esa misma comodidad se turnaron el baño para poder asearse y descansar; cuando Harry salió del baño, Hermione ya estaba acostada, después de tantos años el lado derecho era suyo.
El ojiverde se acostó a su lado y la miró. - Herms... yo... Gracias, si tú no hubieras venido conmigo, no lo podría hacer solo nunca... Has sacrificado tanto y yo... - el dedo de la castaña detuvo su letanía mientras rodaba los ojos.
-Harry, nada de lo que digas jamás cambiará nada, volvería a tomar la misma decisión de acompañarte, siempre. Deja de torturarte... Estamos juntos en esto, hasta el final de acuerdo? - el ojiverde asintió. - Ahora, debemos dormir no hemos descansado adecuadamente desde hace años... Feliz año nuevo Har-
- Feliz año nuevo Mione... -
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Estaré resubiendo capítulos, por eso es que las actualizaciones parecen tan rápidas, pero una vez llegando al capítulo 12 las actualizaciones serán aproximadamente cada semana y media.
