Dead Is Not dead

Capitulo 11: Las voces

Hola chicos espero que les guste el capi :D

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Cat

-¡Te he dicho siete mil veces que no tengo ni idea de que somos!

En serio no sabía cuántas veces Miguel me había hecho la misma pregunta y ya había perdido la cuenta de cuántas veces le había respondido lo mismo.

-Me parece bastante chistoso que justamente cuando sucedió todo si sabías que estaba pasando, me parece chistoso que también sabías como disparar esa cosa para que lastimara y brazo, PERO NO SEPAS QUE ERES.

-¡Oh ya vez! el mundo es un círculo de coincidencias.

Bueno como podrán ver no morí, no por ahora, la estaba retrasando o eso creía yo. Tal vez no moría porque el ángel de la muerte encargado de llevarme al infierno estaba de hecho en algún lugar de este lugar.

O eso quería pensar. Me estaba volviendo loca de desesperación porque no podía encontrar a Dead y estos dos no me decían nada.

No estaba segura de si la habían matado o simplemente la habían amarrado como a mí.

Después de la caída de Dead, Gabriel la llevó en brazos hasta esta extraña cabaña en medio de la nada. Y Miguel me arrastraba a mí. No confié ni por un segundo en que no me fuera dejar caer, estuve tensa todo el rato.

Luego me había llevado como el típico cliché al sótano y esposado en él.

No estaba tan mal sin embargo, si nos poníamos a resumir el día: había sido atacada por dos arcángeles, un ángel de la muerte con problemas de estrés y al final esposada en una pared.

Un típico lunes.

Entre los dos arcángeles no dejaban de amordazarme con preguntas que, de verdad no sabía y aunque supiese no les diría.

-¿Fueron enviadas por el Anciano?

-¿Nos traen un mensaje?

-¡No! como voy a tra... Espera ¿Qué? -me detuve a media respuesta porque ¿estaba Gabriel en serio preguntándome esto? -No se supone que eres tú el ángel mensajero.

-No lo sé, ¿aún lo soy? ¡Quién sabe! Este mundo está raro y yo no sé qué son ustedes, ni para qué están aquí.

Se había acercado de esa manera tan rara que tienden a hacer cuando están en un lugar y luego en otro en como cero nanosegundos; tenía mi barbilla presionada entre su mano y para serles sincero me estaba empezando a doler.

-Quítale las manos de encima que la estás lastimando.

Tanto Gabriel como yo lo volvimos a ver con cara de asombro.

Quiero decir, me había defendido ¿no? sonaba como que me había defendido. Parecía enojado, pero tal vez solo era su típica cara de amargado.

-¿No me has escuchado?

-Lo hice, solo que no pensé que lo estuvieses diciendo en serio. -dijo Gabriel mientras quitaba sus molestos dedos de mi mentón.

>>Ya me cansé de estupideces por hoy, necesito descansar. -respondió y salió por la puerta dejándome sola con Miguel.

-¿Estás cansada? -levanto una mano acercándola a mi cara pero antes de tocarme la dejo caer.

No sabía si en serio me lo preguntaba o era otra de esas tontas pruebas de fortaleza que hacen en los interrogatorios como en las películas. Y su cara de póker no me dejaba leer nada. Pero ciertamente estaba muy cansada para mentir.