Todo Lo Que Quiero (#2)

12. Tierno

Abro los ojos observando el techo de la habitación por breves segundos e intentado recopilar todos los sucesos de la noche y entender porqué no me encuentro en mi habitación.

Cuando ya estoy totalmente despierta y todos mis sentidos funcionan, me siento en la cama aún con algo de pereza, pero mi pulso se acelera al ver por la ventana la claridad. Mis ojos se van al reloj de la mesita de noche.

7: 30 am

¡Debería de estar en el trabajo y no aquí!

Me levanto con rapidez, pero no alcanzo a dar muchos pasos porque ya me encuentro en el suelo.

-¿Cuándo dejaré de ser tan torpe? -me reprendio a mí misma mientras intento quitar las sábanas de mis piernas y ponerme de pie.

Cuando voy a caminar hasta el baño, escucho algunos pasos en el pasillo parando frente a la puerta.

Por favor que no entre...

-¿Stacy?... -la voz del señor Austin se escucha, pero no respondo-. ¿Te encuentras bien? -vuelve a preguntar.

Miro hacia todos lados intentando buscar alguna escusa. Seguramente escuchó mi caída.

-Eh... ¡Sí, estoy bien!

-¿Segura? Escuche un golpe...

¡Carajo!

¿Qué le puedo decir? ¿Qué le puedo decir?

-¿Un golpe? Am... Debe haber sido porque se me cayó una zapatilla. -Doy vueltas por la habitación- Sí, fue mi zapatilla...

Por breves segundos no tengo respuesta y tengo miedo de que abra la puerta, no estoy para nada presentable y seguramente mi cabello está todo desordenado.

-Bueno, me deja más tranquilo -responde -. ¿Vas a bajar?

-¡Claro que si! Voy en unos minutos -respondo enseguida y sin esperar respuesta corro hasta el baño para poder vestirme y arreglarme un poco.

Me tomo menos de diez minutos para estar lista y salir de la habitación. Voy por el pasillo con algo de rapidez, pero el sonido de voces en una de las habitaciones me deja estática, camino hasta allí encontrando la puerta abierta, por lo que puedo ver con mucha facilidad.

El señor Austin se encuentra de rodilla al lado de la cama, mientras Hilary le tiende su pie y él le pone sus zapatos.

Ambos conversan muy animados. Él ya está con su traje y es muy tierno ver como viste a su hija para el colegio, Hilary también ya se encuentra completamente lista.

-¡Stacy, estás aquí! -su voz me saca de mis pensamientos y recién me doy cuenta que me quedé viéndolos como una tonta.

Él me da una sonrisa poniéndose de pie y ayudando también a su hija.

-Buenos días -sonrío avergonzada.

-¡Papá me dijo que dormiste aquí! -Salta con emoción llegando hasta mi lado-. ¿Hoy también te quedarás? -pregunta con inocencia y haciéndome ojitos.

Abro la boca sorprendida.

-No lo creo... -río con nerviosismo.

-Hilary... -la reprende el señor Austin-, Stacy tiene su casa y vive allí. Ya te expliqué porqué se quedó ayer.

Los tres comenzamos a salir de la habitación, pero no podemos lograr que Hilary olvide el tema.

-Pero se puede volver a quedar -bufa con los brazos cruzados.

-Ya no lo volveré a repetir, Hilary -el señor Austin responde muy serio.

Trago saliva.

Es extraño verlo reprender a su hija, ninguna vez lo he visto enojado con su hija.