-¡No puede ser! ¿Has oído de ésta nueva banda, Jinnie? ¡Son increíbles, los amo!
-Ajá...
-Y son tan guapos, quiero casarme con ellos. ¡Míralos!
-Si...
-Hey, ¿qué tienes? Estás callado hace rato.
-No es nada...- sonrió levemente de labios cerrados, y miró su regazo dónde el pequeño plato de fresas reposaba.
-Mmh, ¿es por Namjoon?
-¡¿Cómo sabes?!
Jimin suspiró y negó. Miró su poster en sus manos y lo dejó a un lado en la cama.
-Luego los veo, 4Dope. Escucha, Jinnie, sólo sigue lo que sientes, pero primero debes averigüar qué es. Luego dícelo a Namjoon y ¡boom! Te sentirás mejor.
-¿Eso... crees?
-Si, así es. Pero dime, ¿sabes qué sientes?
Seokjin hizo una leve mueca, dejó de mirar al rubio para observar la sábana de flores bajo ellos, y puchereó negando.
-No. No lo entiendo.
-Mmh. Veamos... ¿Qué sientes cuando lo ves?
-Huh... no sé.
-¿Sientes tu corazón ir rápido?
-Eso creo...
-¿Y cuando estás más cerca suyo eso aumenta?
-Si...
-¿Y cuando te sonríe tu estómago se siente raro?
-También.
-¡Te gusta!
-¡No, no me gusta!
-Vamos, ¿qué no tiene mi hermano aparte de belleza y un trabajo para mantenerte y comprarte cosas bonitas?
-No lo sé, Namjoonie es... siempre me sentí raro con él.
-Entiendo. Primero averigüa qué sientes y cuando sepas, dícelo. Yo estaré ahí para tí.
-Está bien. Gracias Jiminie.- sonrió y el rubio igualmente, acercándose para abrazarlo cortamente.
-No hay de qué. Además, podrían ser una pareja increíble en el futuro. ¡Yo seré el padrino de bodas! Pero antes, debo registrar el primer beso.
-Bueno... en realidad, hace poco ya nos... besamos.
-¡¿Qué?!
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-Llevemos esas.
-No, no le gustará, él ama el rosa.
-Pero rosa es de n-
-No te atrevas a decirlo.- Namjoon lo fulminó con la mirada, tapando con su mano la boca de su amigo quién asintió rápidamente.- Bien, ahora ayúdame a buscar dulces.
