La mariposa que se poso en mi ventana |Finalizado|

Capitulo 11. Pétalos de amor.

Su inocente mirada no me dejo otra alternativa más que hablar de aquello que jure olvidar por bienestar propio. Extrañamente sentí como poco a poco mi corazón se aligeraba, como si la lluvia que había en él se disipase de un momento a otro. Kanao, ¿Cómo es que lograste ese efecto en mí?

- ¿Y? ¿Qué se siente llevar casi seis meses de relación con Tanjiro, Kanao?

- (Leve sonrojo) Pues...

-Ya tu mirada me lo dijo todo, no es necesario que digas algo.

-Tanjiro es un poco cerrado al hablar de su sentir, pero eso no le resta calidez a la hora de escucharme, de consolarme en mis momentos de tristeza y hacerme reír.

-De aquí al altar entonces.

- (Nerviosa) Aoi, n-no digas esas cosas.

- ¿Qué no hablado de ello?

-Es muy pronto para siquiera sacar el tema. Aunque mis hermanas están ansiosas por saber cuándo me lo propondrá.

- (Gota de sudor) No me sorprende de ellas. Si así es la situación mejor ni pregunto sobre si ya se acostaron.

-...

-Ah, debía dejarlos solos más tiempo en aquel desfile.

- (Sonrojada) ¡Aoi!

-Tranquila, no te alteres por algo tan común en una pareja.

-Y-Yo...

-Es evidente que Tanjiro respeta demasiado tus deseos con respecto a ese tema.

- (Asiente) No eres la única que le sorprende, dado que Tanjiro es hombre y tiene ese tipo de necesidades.

-Te lo reitero Kanao, él quiere respetarte. Que tú decidas cuando, como y donde es conveniente hacerlo.

-Si.

- (Mira de reojo) ¿Y ese?

- (Voltea) ¿Hablas de Rengoku?

-No sabía que lo conocías.

-Es amigo de Tanjiro desde la infancia.

-Eh... No me agrada como nos está viendo.

-Tranquila, no es a ti.

- ¿No le agradara el que tu seas novia de su amigo?

-A saber, cuando Tanjiro me lo presento me dijo algo que me dejo inquieta.

- ¿Qué te dijo?

-Pues...

-Flashback-

-Rengoku, permíteme presentarte a Kanao Tsuyuri... mi novia.

- (Leve sonrisa) Es un gusto conocerte, Rengoku.

-El placer es todo mío, Kanao.

-Tanjiro, el profesor Tamaki te está buscando.

-Me tendrán que disculpar, debo entregarle al profesor este proyecto.

-Por mí no te preocupes, amigo. Ve.

-Te veo a la hora del almuerzo, Kanao.

-Si. Bueno...

-Kanao, ¿me permites darte un consejo?

-Adelante.

-Antes que nada, no quiero que pienses que lo que te voy a decir es porque este celoso de tu relación con Tanjiro; por el contrario, me alegra saber que ese idiota por fin está soltando sus heridas pasadas.