La mariposa que se poso en mi ventana |Finalizado|

Capitulo 6. Un juego tramposo.

Mi mente no deja de darle vueltas a tu inocente atrevimiento, lo recuerdo como si de una película se tratase. No, no puedo permitir que esto me cofunda y me desvié de mi objetivo real... por más tierno que esto haya sido. 

-Tierra llamando a Tanjiro Kamado.

- ¿Eh? Perdón Inosuke, ¿qué me estabas diciendo?

-Has estado extraño desde ayer.

-Yo...

- ¿Paso algo con Kanao?

- ¿Y por qué la mencionas justo a ella?

-Es que, a parte de mí, solo le hablas a ella... y a unos cuantos compañeros de clase.

-...

-Por eso estoy casi seguro de que Kanao tiene que ver con tu estado de ánimo.

- (Nervioso) Pues...

- ¿Acaso se dio cuenta de tus intenciones con ella?

-De ser así ya estuviese tres metros bajo tierra, tonto.

- ¿Entonces?

- (Suspira) Te lo voy a contar porque de todos modos te vas a enterar.

-...

-Ayer en la cafetería... Kanao me beso.

-Ah... ¡¿Qué?!

-Anda, grita más fuerte para que todos en la universidad se enteren.

-Pero, es que...

-Te juro que no fue planeado.

-Por lo que veo te afecto más de lo esperado.

-No te lo voy a negar. (Leve sonrojo) Fue un beso muy cálido y por lo que sentí, el primero para ella.

-Que romántico.

-Esto no me gusta, Inosuke. Siento que, si no freno esto de golpe, terminaré atrapado en mi propia trampa.

- (Pero si es evidente que ya lo estas) La única forma es retractarte de tu plan y así alejarte de ella.

-No puedo hacer eso, el imbécil de Zenitsu tiene que aprender que jugar con los sentimientos de mi hermana fue un error terrible.

-Entonces no te queda otra alternativa más que controlarte para que tus sentimientos no se vean modificados.

-Es lo mejor. Ay, ¿Dónde deje la medicina para el dolor de la mano?

-En la parte trasera de tu mochila.

-Cierto, gracias.

-Y hablando de Kanao, ¿la has visto el día de hoy?

-No después de ayer.

-Según Aoi, hoy deben terminar un diseño que les servirá como calificación cuatrimestral en una materia.

-Oh.

- ¿Vas a esperarla o te irás temprano a casa?

-Olvide comentarte algo que sucedió en la cafetería.

- ¿A parte de su primer beso?

- (Desvía la mirada) Si.

- ¿De qué se trata?

-De otro idiota: Steve.

-De ese no puede venir nada bueno.

Mientras nuestros oídos y bocas se prestan al comunicado de algo que pondrá en peligro la integridad de un ser puro, otro se enfoca en ese gran cambio que está a unos meses de llegar y que le dirá mamá.