𝙅𝙚𝙖𝙡𝙤𝙪𝙨𝙮 [ZoSan];

❦; CAPITULO IV:;

       Chopper estaba el paraíso, sintiendo el aire fresco contra su pelaje además de disfrutar una deliciosa sombra en medio de la cubierta. Estos días había estado haciendo demasiado calor, bueno para los demás era normal pero para un reno que tenía que soportar el pelaje, era una tortura.
El médico estaba acostado en el césped cerca de donde se encontraba el espadachín haciendo ejercicio.

Podía escuchar su transpiración, llevaba aproximadamente 1 hora con ese ejercicio por lo cual ya empezaba a hacerse notar, sus brazos musculosos estaban tensos incluso algunas venas se hacían remarcar.
Su cuerpo semi desnudo estaba cubierto de sudor, totalmente centrado en cada movimiento con la enorme pesa.

— ¡Usopp vamos a poner la piscina! — grito el monito dando saltos para apresurar al narizón.

— Ya voy, ya voy —. Concentrado Usopp empezó a inflar la alberca —. ¡Oye! ayúdame, no puedo sólo —.

— ¡Oe! Chopper ¿Quieres jugar con nosotros? — invito Luffy ignorando a su francotirador.

— ¡Si! — grito el renito levantándose de dónde había estado acostado, corriendo hacia sus dos nakamas.

Lo que antes había sido un ambiente tranquilo y silencio, poco a poco se fué con la llegada de sus demás nakamas para disfrutar del sol.
Jinbei había sido arrastrado por Luffy para que llenará la alberca con alguna de sus técnicas, Nami y Robin habían llegado para sentarse en una mesita que tenía una sombrilla, mientras hablaban de ciertas cosas.
Brook apareció de la nada empezando a tocar su violín con suavidad, dejandose escapar una dulce melodía que hacían que sus cuerpos se relajarán.

— Oh, veo que están en un pequeño convivio —. Escucho la suave voz del blondo, caminando ha pasos elegantes por la cubierta —. Mesdemoiselles, permítanme entregarles unos refrigerios para que disfruten todavía más de está hermosa tarde —.

Inclinó su cuerpo unos 45 grados mostrando una sonrisa coqueta, dando un aura de formalidad y elegancia.
En una de sus manos traiga consigo una bandeja con dos bebidas, en las cuales se podía oir el tintineo del hielo contra el vidrio.

Zoro frunció el ceño, mirando de reojo aquella escena, pero tampoco se digno a quejarse. Ante aquella inclinación de formalidad del cocinero, le estaba dando una exelente vista.

Redondo

Pensó mirando con detenimiento, los pantalones negros del cocinero se acoplaban a la perfección a sus piernas, dejando una excelente vista de su contorneado cuerpo.

— Ay~ yo también quiero —. Lloro sombrero de paja con ojos cristalinos, mientras rodeaba la cintura del blondo con sus brazos y piernas.

— ¡Suéltame! — gruñó sintiendo aquel peso extra.

— Pero yo también quiero Sanji, la comida de Zoro me dejó un mal sabor de lengua —. Saco su lengua esbozando una mueca de disgusto.

— ¿Comida de Zoro? — murmuró Nami mirando de reojo al espadachín, el cual había vuelto a su ejecución.
La peli-naranja arqueo una ceja formando una sonrisa burlona en su rostro.