Después del cansancio que fue la pelea, te dormiste un poco para recuperar energías. Bakugou llegó a tu habitación para que fueran a comer, pero al estar dormida tuvo que despertarte, aunque claro, de la manera más brusca y grosera posible, no se complicó y simplemente te tiró de la cama.
-¿¡Qué mierdas te sucede!? ¡Maldito lunático! ¿¡No tienes nada mejor que hacer que venir a joderme!?- Preguntaste fúrica.
-Solo te desperté ___ - Respondió Bakugou con una gran sonrisa.
-¿¡Tirándome de la maldita cama!?- Preguntaste.
-Acepto sugerencias- Respondió cínicamente.
-¿Quieres ayudarme?- Preguntaste.
-Bien... supongo que es lo mínimo que puedo hacer después de tirarte ¿No?- Respondió.
-Yo diría- Dijiste.Se apresuró a levantarte bruscamente.
-¡Ay! Pero con cuidado- Le reprochaste.
-Siempre hay una queja de tu parte- Reclamó.
-Pues primero me tiras, y luego te pasas de brusco- Dijiste.
-Que delicada la princesa-Dijo -Ya vamos a comer ¡No quiero quejas!- Agregó.Se apuraron a llegar al comedor para poder comer, la comida consistía en un plato con unos filetes de cerdo con vegetales, se sentaron a comer.
-Bakugou- Dijiste.
-¿Qué?- Preguntó.
-Sobre el desposorio-
-De eso me encargo yo- Te interrumpió algo enojado.
-Bueno- Respondiste.
-Solo necesito y te recalco, que te despiertes temprano, estaremos llegando con tus padres a las 8- Dijo
-Claro- Respondiste -¿Cuándo será la boda?- Preguntaste.
-¡Eso lo veo yo!- Respondió irritado.
-Que genio- Te burlaste.
-Cállate...- Respondió.
-Como digas- Dijiste.Siguieron con la comida algo tensos por la conversación anterior, decidiste olvidarte de lo sucedido para poder seguir conversando, parecía que estaban llevando bien a diferencia del primer encuentro, pudiera ser que no te pareciera tan repulsivo o malo casarte con Katsuki.
-Oye- Dijiste.
-¿¡Ahora qué!?- Preguntó molesto.
-¿Nadie te ha recomendado ser más tolerante?- Preguntaste.
-Vete al carajo engorrosa- Respondió llevándose un bocado a la boca.
-Perdón, perdón- Te disculpaste -Eso no era lo que te quería preguntar- Agregaste.
-¿Vas a seguir molestando? ¿Engorrosa?- Preguntó.
-Sí, exagerado- Respondiste.
-Que alguien me auxilie- Bromeó.
-Oh, por favor, que alguien ayude al Príncipe- Dijiste siguiéndole el juego.
-No te sale- Te dijo.
-A la mierda con tu juego- Respondiste-A lo que iba- Agregaste.
-Rápido- Dijo.
-¿Qué le has echado a la comida? Sabe a mierda- Preguntaste.
-Agradece que te doy de comer- Respondió
-Es broma, te pregunto porque me sabe conocido- Dijiste.
-Pues tendrás el paladar hecho mierda como tu cara, no le he echado nada- Respondió.
-Mentiroso, reconozco la especia- Dijiste.
-Bien... Puede ser que si le agregué algo- Aceptó.
-¿Y puedo saber cómo conseguiste esto?- Preguntaste señalando el plato con los cubiertos.
-Pareces una niña pequeña- Dijo -Puede que me dediqué a recolectar hierbajos cerca de tu apestoso reino- Confesó.
-¿Para qué?- Preguntaste haciendo una pequeña sonrisa bobalicona.
-¿¡Y a ti qué te importa!?- Preguntó enojado.
-Como quieras, me quedaré con mi suposición- Respondiste.
-Pues mejor, no tengo que andar dándote explicaciones- Dijo.Terminaron de comer, Bakugou se apresuró a llevarse los trastes. Te quedaste esperándolo jugando con tu cabello.
-Ya lárgate, tengo que mandarle la maldita carta a tu padre, ve hacer alguna nimiedad por ahí- Comentó.
-¿Pero qué?- Preguntaste intentando molestar.
-Decidido, de ahora en adelante te llamaré engorrosa- Bromeó -No lo sé, ve al bosque, salte a pastar, muge ya que te gusta parecer vaca- Agregó con una pequeña risa.
-Pero que fino su majestad- Respondiste levantándote y yéndote del comedor.Te dirigiste a tu cuarto para descansar un poco y bajar la comida. Mina se pasó un rato por tu habitación pero al rato tuvo que irse. Te quedaste recostada en tu cama admirando el techo hasta que empezó a oscurecer, recordaste que Bakugou te había comentado que tenían una pequeña biblioteca y ¿Por qué no? Decidiste ir por un libro para dejar de lado el aburrimiento.
![](https://img.wattpad.com/cover/300599755-288-k445702.jpg)
YOU ARE READING
Mi unico Príncipe//Bakugou y Tu//
FanfictionEres princesa de un reino de los muchos ya existentes; al ser la heredera no puedes reinar sin antes ser desposada, provocando el tener muchos pretendientes. Nadie es digno de ser tu esposo, nadie tiene la capacidad de amar al puedo como tú lo amas...