4. Yo te cuido

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Rozaban ya las 12 del día, Bakugou había estado esperándote desde las 8:00 de la mañana, desesperado, decidió ir a reprenderte el que no cumplieras con lo acordado. Llegó a la puerta de cuarto a un paso apresurado.

-¡Maldita sea! ¿¡No te había dicho que te quería ver temprano!?- Gritó fúrico mientras golpeaba tu puerta bruscamente, no hubo respuesta de tu parte.
-¡Carajo responde!- Gritó pateando tu puerta a la vez.
-¡Cállate!- Gritaste con pocas fuerzas
-¡Son las malditas 12:00 del día! ¿¡Qué parte de temprano no te quedó clara!?- Preguntó entrando a tu cuarto.
-Dios...- Susurró al verte
-Pareces cadáver- Te Comentó
-Ya lo sé... no me lo restriegues- Respondiste agotada
-¡Joder! ¿Para que carajos te enfermas?- Preguntó Gritándote
-Deja de gritar, tu voz me retumba en la maldita cabeza- Respondiste
-Pues es tu maldita culpa- Respondió
-¡Ya cállate!- Gritaste
-¡Por tu culpa todos los planes de hoy los tendré que aplazar, si fueras más inteligente te hubieras llevado algo para abrigarte ayer en la noche!- Gritó colérico
Te alzaste de la cama para poder verlo a los ojos.
-¡¿Puedes dejar de reclamar me todo lo que hago, lo que me pasa o los errores que cometo?! ¡No hay día en el cual no me estés gritando por cualquier estupidez! ¡No es mi maldita culpa enfermarme! ¡No todo va en contra tuya, el mundo no gira alrededor de tí, lo que haga o no haga no es para molestar!- Gritaste desesperada

Hubo un silencio incómodo por unos minutos, Bakugou se marchó de tu habitación, te volviste a recostar en tu cama.

Cada minuto que pasaba te sentías peor, la cabeza te dolía mas, te dolía todo el cuerpo y para colmo querías vomitar, este día no podía ir mejor. Dispuesta a hacer algo para intentar sentirte mejor, te levantaste y te miraste en un espejo, no te veías nada bien, pero, tienes un gran conocimiento sobre plantas, sobre todo las medicinales ¿En que afectaría ir a buscar unas para sentirte mejor?

Te alistaste con la primera ropa que encontraste en tu armario, enferma o no, estabas planeando buscar en el reino plantas y ,en cuyo caso, encontrar nuevas plantas con algún uso servible. A punto de salir, una mano te agarra del hombro.

-¿A donde carajos crees que vas?- Te preguntó, para tu sorpresa, Bakugou
-Pues, pensaba ir a recolectar plantas- Respondiste.
-¿Te crees vaca?- Pregunto cínicamente
-¿No te cansas de ser tan vulgar?- Preguntaste con enojo.
-Regresa a la cama- Te dijo
-¿Quién me lo ordena? ¿Tú?- Preguntaste.
-No, te estoy pidiendo que regreses a la cama, te vas a hacer mas daño que bien- Respondió pacíficamente.
-¿Tu? ¿Me estas pidiendo amablemente que regrese a la cama? ¿Tu el señor gritos?- Preguntaste impactada.
-Si, y mejor hazlo ya, si no quieres que te grite - Respondió.

Obedeciste y regresaste a tu cuarto a recostarte, seguías sorprendida por el tono tan tranquilo de la conversación, minutos después entra Bakugou con dos tazones en las manos, uno tenia un liquido rojo, conocido para ti, pero el segundo tenia una pinta, era un color entre verde y marrón, y ni hablar del olor.

-¿Que es eso verde?- Preguntaste
-Medicina- Respondió seco, mientras alcanzaba una silla para sentarse cerca de tí.
-¿Me lo voy a tomar?-Preguntaste temerosa.
-Si- Respondió.
-Mierda- Susurraste.
-Y créeme que sabe peor de lo que huele- Comentó aguantando la sonrisa en su rostro.
-Que alentador- Respondiste.
-Cierra los ojos- Dijo.

Obedeciste, te estremeciste un poco al sentir su mano en tu frente con el liquido rojo y frio, segundos después sentiste el tazón en tu boca y la peste entrando por tus fosas nasales, abriste la boca un poco intentando tragar lo menos posible.

-Abre bien la boca- Dijo enojado.

Hiciste caso, el liquido tenia una consistencia grumosa, sabia horrible, y el olor se impregnaba cada vez más en tu nariz, terminaste de tragarlo para que Bakugou volviera a restregarte el liquido en la frente.

-Ya abre los ojos- Dijo.
-Dios ¿Qué era esa cosa? ¿Mierda?- Preguntaste.

Bakugou soltó una carcajada

-No te rías-.
-¿De verdad preferías las sanguijuelas que esto?- Preguntó.
-Viéndolo de ese punto, prefiero tragarme eso- Respondiste.
-Ahora descansa, esa cosa te va a dar sueño- Dijo.
-¿Algún otro efecto secundario?- Preguntaste sarcásticamente.
-Perdida de memoria, hay casos de muerte- Respondió siguiéndote el juego.
-A todo dar- Respondiste mientras te acomodaba en la cama.
-Bien... Perdón por haber sido un patán contigo- Dijo para después salir apresurado de tu cuarto.






Mi unico Príncipe//Bakugou y Tu//Where stories live. Discover now