11. Te amo

261 32 1
                                    

Seguiste cabalgando rápidamente a su reino, volteando en ocasiones para asegurarte que Bakugou siguiera atado al caballo. El recorrido era largo, anochecía y tuvieron que parar.

Para su suerte habían pasado el terreno donde habitaban los orcos, así que estaban seguros, desataste a Bakugou y lo bajaste del caballo, prendiste una fogata, checaste a Bakugou y estaba ardiendo en fiebre, seguramente sus heridas estaban infectadas tenían que llegar rápido al reino sí querías salvarlo.

No pudiste dormir mucho, a los primeros rayos del sol te levantaste y volviste a revisar a Bakugou, solo podía quejarse del dolor, estaba muy débil. Volviste a atarlo al caballo y seguiste tu camino hacia el reino. Unas horas después llegaron, te dirigiste hacia el palacio y viste que algunos de tus amigos estaban afuera.

-¡___! ¡Que bueno que estas bien!- Gritó Kirishima. Rápidamente todos se acercaron a ustedes.
-¿¡Qué ha pasado!?- Preguntó Mina.
-Se desmayó, esta muy grave- Respondiste.

Kirishima y Denki desataron y se llevaron a Bakugou mientas tú te quedaste con Mina.

-¿Tu estás bien? ¿Te hizo algo ese degenerado?- Preguntó angustiada.
-No, logré escapar antes- Respondiste.
-¿No estás herida? Estás llena de sangre- Preguntó.
-No es mía la sangre- Respondiste.
-¿De quién entonces?- Preguntó.
-De un guardia y de Bakugou- Respondiste.
-Ya- Dijo - Y ¿¡Por qué me tiras del puto caballo!?- Te cuestionó enojada.
-Dije que lo sentía, necesitaba ir a salvarlo y sabía que tú no me dejarías hacerlo- Respondiste.
-Pues claro, me preocupó por ti, aparte eran las indicaciones que tenía- Reclamó.
-Lo siento, pero no podía irme sabiendo que él estaba en peligro- Respondiste.
-Que lindo, pero no justifica la agresión- Respondió.
-Lo sé, lo sé- Dijiste.
-Ven, entremos, necesitas descansar y comer- Dijo.

Entraron, te sirvió un poco de comida y comieron, después fuiste a tu cuarto para poder descansar, lograste conciliar el sueño un rato. A las pocas horas despertaste, saliste del cuarto para poder ir a ver a Bakugou.

Joder, el maldito castillo siempre era un laberinto, con tu pésimo sentido de orientación y la inmensidad del palacio no ayudaban, tuviste que ir abriendo cada puerta que te encontraras por el camino, hasta que diste con la indicada.

Abriste, solo había una cama donde estaba Bakugou acostado, entraste y te acercaste a él, tus lágrimas se derramaban por tus ojos, verlo así de mal y por tu culpa era desgarrador. Acariciaste su cara y despertó.

-¿Qué haces?- Preguntó desorientado.
-Nada- Respondiste nerviosa.
-¿Donde estamos?- Cuestionó.
-En tu palacio- Respondiste.
-¿Me trajiste tu?- Preguntó.
- Si- Respondiste.
-Gracias ___ - Dijo.
-¿Gracias? ¿Te sientes bien?- Preguntaste sarcásticamente.
-No...- Dijo.
No respondiste.
-En verdad muchas gracias, por salvarme y por quererme- Declaró.
-¿Te encuentras bien?- Preguntaste angustiada.
-No, por eso te digo todo eso- Respondió -Ya no pueden hacer nada por mi- Añadió.
-No, claro que te pueden salvar- Dijiste.
-¿Crees que esos idiotas tienen la capacidad de curar mis heridas? Llevan semanas infectadas- Reclamó.
-Ellos no, pero yo si- Respondiste con desesperación.
-Ni lo intentes- Dijo con enojo.
-¡Por favor! Olvida todo lo que te dije esa noche, sabes que no es verdad, ¡Perdóname por favor! ¡Déjame salvarte! ¡Te lo suplico!- Gritaste desesperada.
-Te perdono, de verdad, pero aunque me salvarás no estaría contigo- Respondió.
-¿Por qué? ¿Hice algo mal? Puedo arreglarlo- Preguntaste.
-No has hecho nada malo, soy yo, no sería una buena pareja para ti- Dijo.
-Claro que lo serías, serias la mejor pareja que podría tener- Respondiste.
-No quiero que me ayudes, solo vete, por favor- Dijo, obedeciste con lágrimas en los ojos.

Saliste llorando de la habitación, te pesaba en el alma que el no quisiera que lo ayudaras, aunque te dijera que te perdonaba, no lo sentías así, querías ayudarlo, lo amabas, lo necesitabas, no podías irte y dejarlo morir, pero el no te dejaría ayudarlo.

Mi unico Príncipe//Bakugou y Tu//जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें