Epílogo

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Conrad:

—Quiero verla.

—Señor...—Alex intenta interrumpirme, esta a mis espaldas y termino de cambiarme para dejar el puto hospital.—No creo..

—No te pregunte, hazlo posible y quiero que sea hoy.

—Entendido.


Ashton...



"—Por favor, señor, se lo suplico, tengo una familia que mantener, mi familia depende de mi.—No deja de hablar.—Me recuperare, le juro que me recuperare, pero no me deje en la ruina.

—¿Soy yo quien te dejo así?

El calla, su labio inferior temblando.

—Tengo un limite, tus excusas me importan poco que nada.—Hablo.—Si no cumples lo que requiero hoy dejo de trabajar contigo.

—Señor, se lo suplico.

—Sáquenlo de aquí.—Arrastran al hombre fuera de la oficina y enciendo un cigarrillo, teniendo un poco de paz.

Trejo Cesar volvió al día siguiente

Y al siguiente.

Hasta que un día...

.

.

.

"—Señor, nos están siguiendo.

Me volteo a observar por los espejos, joder, ese hombre otra vez.

—Sacalo de la carretera.

—Pero señor.

—¿No escuchaste? Te di una orden.

Ignora esa orden y el hombre se acerca en el vehículo, abre la ventana, pidiéndome que lo oiga, me irrito.

—Te dije que lo saques de la carretera.

Cojo el volante y todo es vago.

Y si, lo dejé y sí, me fui.

Al día siguiente me enteré que murió en el trascurso en que la ambulancia tardó en llegar y que las personas se dieron cuenta del accidente, puede haber avisado, pero no lo hice.

Hubo dinero de por medio y tanto yo como el conductor salimos librados de esto, más se me negó usar un coche por mí mismo y desde entonces Alex se ha vuelto mi jodido perro guardián.

Y ahora las consecuencias de esa noche están aquí.



Las puertas del sanatorio se abren y el olor a medicina esta en todo el lugar, es desagradable y me provoca dar media vuelta e irme, sin embargo, no me iré sin...

Sin verla.

—Que agradable sorpresa. —Menciona la dueña del lugar al verme llegar. —No creí que nuestro gran benefactor y el tutor de Ashley viniera a visitarnos. Estamos muy agradecidos de tenerlo aquí y por supuesto por las donaciones.

Logre hacer que Ashton llegue a un sanatorio y que así evite la cárcel, necesita ayuda, eso me mentalice y también como dice la mujer, me ocupe de dejar buena suma de dinero para que tuviera el mejor trato posible.


—Por aquí, por favor... Ashley se encuentra en el jardín.

Nos detenemos en el arco de los pasillos e ignoro a los hombres y mujeres vestidas con túnicas blancas, muchos de ellos acompañados de personales de la misma institución, sin embargo, en mis ojos solo aparece ella.

Lucifer tiene un NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora