Capítulo 29

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Cuando _______ entró al hotel en el que Himiko se alojaba y vio a la pequeña pelirroja meciendo sus pies en el aire con alegría, sintió que el corazón se le iba a salir del pecho. Era la niña más hermosa que sus ojos hubieran podido ver, y la viva imagen de su difunto padre. Se mordió el labio al recordar a Touya, y ver plasmada su sonrisa en la pequeña, que leía un libro infantil entretenida. 

— Himiko — habló Shoto — Permíteme presentarte a mi esposa, _______ —. 

La castaña giró su mirada hacia ellos, y fue entonces cuando el reconocimiento brilló en sus ojos al ver a _______. Sonrió con aire tímido mientras estrechaba su mano. 

— No puedo creerlo, yo he sido fanática tuya desde que te diste a conocer.  _______ sonrió con suavidad. Fue entonces cuando notó que la pequeña los observaba con ojos curiosos, aún sosteniendo su libro. Se agachó para quedar a su nivel y saludarla. 

— Tú debes ser Kiara — le dijo — encantada de conocerte —. 

La niña dejó su libro en su regazo y luego torció suavemente los labios, como examinándola mentalmente. Luego habló, y su voz de bebé derritió el corazón de _______. 

— Hola —.

_______ sonrió mientras apretaba suavemente la mano de la niña, entonces señaló a Shoto. 

— Kiara, él es tu tío Shoto — le dijo — Se ve un poco serio, pero no te asustes, es un ogro bueno —. 

Kiara sonrió suavemente por la broma,  mirando a su madre, como si buscara aprobación. Cuando la obtuvo se relajó visiblemente, lo suficiente para acercarse a Shoto, quien se agachó a su nivel. Le tomó las mejillas entre sus pequeñas manitas y se quedó mirándolo fijamente. 

— Eres muy lindo para ser un ogro — dijo. 

Shoto le sonrió de lado, irguiéndose en toda su estatura, lo que causó que Kiara abriera los ojos asombrada. Shoto miró hacia abajo, y luego le extendió la mano, como una invitación. 

— ¿Quieres venir aquí arriba a ver como se ve el mundo? —. 

Kiara asintió suavemente. 

— ¿Puedo? — preguntó a su madre. 

— Claro que si, tesoro —. 

Entonces Shoto levantó a Kiara del suelo, y _______ sonrió porque a su cabeza llegó una imagen de él haciendo exactamente lo mismo con su hijo. El bicolor colocó a Kiara sobre sus hombros, sujetando sus manos con delicadeza, entonces se puso a jugar con ella, dejando que _______ y Himiko hablaran a solas.   

Una parte de él quería tener más de estos momentos, infinitamente, esa misma parte que no paraba de recordarle que pronto lo haría, cuando su bebé naciera, imaginarse el pequeño ser que se formaba dentro de _______ le causaba una emoción difícil de controlar. Balanceando a Kiara sobre sus hombros, recordó la época en la que Touya había jugado de la misma forma con él. Su hermano siempre había tenido un don con los niños, le había sido fácil hacerlos felices, pasar su tiempo con ellos y amarlos. Era una broma cruel del destino que él jamás se hubiera enterado de que una pequeña parte suya estaba en este mundo. 

Yo la cuidaré, hermano, te lo prometo...     

_______ le tocó el hombro a Himiko, sonriéndole cuando ella la miró apenada, al haberse distraído mientras observaba a Shoto jugar con su hija. 

— Creo que es hora de que Kiara conozca a toda su familia, Himiko — le dijo — Son parte de ella también.  La castaña asintió. 

— Estoy tan asustada — dijo— ¿Y si no hay esperanza? ¿Y si pierdo a mi preciosa Kiara? —. 

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