Capítulo 14

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Ha pasado una semana desde que Patrick e Isabel se fueron. Y todo ha vuelto a la normalidad, más o menos.

—Esta cola es eterna—Dijo Jess apoyándose en mi hombro.

—No llevamos ni dos minutos en la cola—Dijo Enzo

—Pero ya quiero entrar—Dijo Jess con un puchero.

Era viernes por la noche y Enzo, Jess y yo estábamos en la puerta de una discoteca esperando a Aiden para entrar, pero este aún no había aparecido.

—Va a venir—Dijo Jess

—Lo sé—le dije quitándole importancia.

Probablemente Jess sabría que llevaba rato dándole vueltas al tema. Desde que Max estaba en la ciudad, Aiden no había tenido tiempo de prácticamente nada. Max se metía en líos todo el rato y Aiden tenía que ir tras él arreglando lo que él hacía.

—Carnet de identificación—Nos pidió el portero en la entrada y Jess se empezó a reír. Seguidamente le tendimos el carnet y entramos.

Al traspasar la puerta, la temperatura subió varios grados. El ambiente estaba bastante cargado, pero dentro de lo que cabe no era incómodo. Fuimos directamente a la barra y pedimos tres gin tonics a la vez que sonaba Dákiti en toda la habitación.

Cogimos nuestras copas y fuimos directos a la pista de baile. La gente se agolpaba a nuestro alrededor, pero no importaba, habíamos venido a olvidar la semana de mierda que llevábamos. Unas manos se cogieron a mis caderas y no sé porque sentí que era él.

—¿Me echabas de menos?—Susurró Aiden en mi oído. 

Sí, para ser sinceros sí lo echaba de menos. No lo había visto a penas en toda la semana y tenía unas ganas tremendas de besarlo. Y lo hice. 

Cogí su cara y estampé mis labios contra los suyos.

Un grito de Jess se escuchó en mi espalda, pero no me importaba.

No me importaba nada.

Sus labios se amoldaban a los míos exactamente como lo recordaba. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando su lengua recorrió mi labio superior y seguidamente mordió este. Las manos de Aiden descendieron hasta mi cintura y me acercó más a él mientras me besaba con ansias.

—¿Por qué has hecho eso?—Me preguntó.

—Te echaba de menos—Le contesté

—Pues espero que vuelvas a hacerlo—Dijo junto con una sonrisa y estampé sus labios contra los míos de nuevo.

...

Aiden me depositó en la cama con cuidado cuando subimos a su habitación y se incorporó con una sonrisa en la cara. Lentamente se sacó su camiseta dejando al descubierto su trabajado abdomen y seguidamente se quitó el pantalón, quedándose solo en bóxers.

Se arrodilló en el suelo delante de mi y a continuación subió mi vestido dejando mi ropa interior a la vista. Comenzó a depositar besos por la zona interior de mis muslos mientras que con sus manos agarraba con firmeza estos. Jugó un poco con la tela de mi parte baja cuando levantó la cabeza.

—¿Puedo?—Me preguntó y asentí.

—Claro que puedes joder—Gemí mientras en su cara se dibujó una sonrisa infinita.

Lo había echado de menos, pero no solo esta semana. Llevaba años anhelando sus caricias, su olor, incluso el sonido tosco de su respiración. Llevaba tanto tiempo pensando si un reencuentro sería posible que ahora me encontraba bajo un sueño.

Aiden hundió su cabeza entre mis piernas, dibujando pequeños círculos con la lengua alrededor de mi clítoris. Incliné la cabeza hacía atrás tratando de callar mis gemidos. Su aliento cálido se estampo contra mi de una manera que me hizo retorcerme.

El móvil de Aiden empezó a sonar y él cortó la llamada y siguió con su trabajo hasta que empezó a sonar por segunda vez.

—Deberías cogerlo—Suspiré.

—Joder—Espetó—Diga—Contestó al teléfono—Ya voy—Seguidamente colgó.

—¿Qué pasó?—Le pregunté cuando vi que se levantaba del suelo y cogía su chaqueta.

—Vamos—Me dijo—Max se ha metido en problemas.

Avanzamos hasta el coche y seguidamente Aiden empezó a conducir hacía el centro de la ciudad. Todavía mi pulso estaba acelerado cuando me subí al coche. Max la había liado en el momento justo.

Mi parte empática se preguntaba cómo estaba Max y qué era lo que había hecho para que Aiden hubiera tenido que salir tan rápido de casa. Pero mi parte egoísta lo odiaba por haber jodido nuestro momento. 

—Perdona—Dijo Aiden con la vista fija en el volante.

—No importa—Le dije y él negó con la cabeza.

—Si importa—Contestó—Mira como estoy—Miré hacía su entrepierna y vi como se notaba la dureza de su entrepierna contra su pantalón.—Lo voy a matar te lo juro.


Finalmente llegamos a la comisaría. Pues si que la había liado para terminar aquí. Al entrar en el edificio, pude notar como Aiden se tensó.

—¿Qué quería?—Le preguntó un agente.

—Soy Aiden Jones, vengo a por Max—Le dijo y este asintió.

—Pasa por aquí—Le dijo y se metió a una sala junto al agente.

Me senté en una de las sillas de la sala y miré las paredes blancas durante un momento hasta que miré mi móvil. Estaba que explotaba con los mensajes de Jess.

Jess: Eres una zorra, me encanta.

Jess: ¿ya habéis follado?

Jess: quiero detalles.

No pude evitar reír.

Sara: No hemos hecho nada, estamos en comisaría por Max

Unos pocos minutos después me contestó.

Jess: Que putada.

Jess: *foto*

(la imagen mostraría su cuerpo junto a Enzo dormido con una sábana blanca por encima)

Sara: Tu si que eres una zorra

Aiden salió de la sala junto con Max, estaba sucio y por su cara había tenido una noche de perros.

—Vamos—Me dijo Aiden y salimos del edificio.

Al subirnos al coche, Max se subió detrás y Aiden y yo en los asientos delanteros. La tensión se podía cortar con un cuchillo durante el trayecto. Al llegar a casa Aiden dejó las llaves sobre la mesita de cristal al lado de la puerta ruidosamente y Max empezó a subir las escaleras.

—¿A dónde te crees que vas?—Le gritó Aiden—Ven aquí ahora mismo.

—Déjame en paz—Le contestó Max.

—¿Qué te deje en paz?—Le espetó Aiden—Te acaban de pillar drogado pintando grafitis en la casa de tu profesora—Aiden lo miró con rabia—¿Estás loco?

—Que sí Aiden que sí—Le quitó importancia Max—Te he jodido el polvo y por eso estás así.

—Pues sí, me has jodido el polvo y encima he tenido que pagarte la fianza—Le dijo Aiden—¿Eres consciente de que me han hecho el favor porque me conocían no? ¡Te hubieran enviado a un centro de menores!

—No me toques los huevos, tú hacías lo mismo, lo que a ti no te pillaron—Contestó Max.

—Lárgate a tu cuarto ahora mismo porque te voy a matar—Le gritó Aiden—Lárgate de una puta vez

—No hagáis mucho ruido—Dijo riéndose Max y Aiden bufó. 

...


Ig:_lina.sunn_

Esclava de tiWhere stories live. Discover now