Capítulo 9

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Los veinte minutos que quizás estuvimos en el coche, se me hicieron eternos. A pesar de que ya el silencio no era tan incómodo, el aire estaba cargado de angustias y palabras que no habíamos dicho aquella noche y que quizás nunca nos confesaríamos.

—¿Mañana trabajas?—Me preguntó al aparcar frente al porche de mi casa.

—Si, tengo una clase por la mañana—Le contesté y me fui a bajar del coche cuando me agarró del brazo.

—Espera—Murmuró—Jess me dijo que te diera esto—Me extendió una piedra de color cian de las que habían en la cueva de esta mañana.

—Gracias—Contesté y él llevó su mano hasta mi cara, al sentir el roce de su piel contra la mía sentí un escalofrío y cuando metió un mechón de pelo detrás de mi oreja, no pude evitar recordar las miles de veces que hizo ese simple gesto y que a mi me volvía loca.

—Nos vemos mañana—Susurró en mi oreja.

Apresuradamente salí del coche y cuando se fue, pude respirar de nuevo. Tras unos segundos caminé hasta el porche y al meter la llave en la cerradura, vi una sombra en el banco frente a la entrada.

—¡Joder!—Grité y vi como Kyle me miraba—Me has asustado, podrías llamarme.

—Lo hice, pero no me lo cogías.

Miré el móvil y comprobé que tenía razón, tenía varias llamadas perdidas de él.

—Lo siento—Le dije—Tenía la cabeza hecha un lío—Le dije y abrí la puerta—Anda, pasa que empieza a hacer frío.

—¿Ese era Aiden?—Me preguntó cuando entramos por la puerta.

—Si, trabaja conmigo—Le contesté.

—Pensaba que estabas cansada y no querías salir—susurró.

—Ya veo por donde vas—Le contesté.—No es lo que crees.

—Pues lo parece—Contestó él—Cuando te digo de hacer algo que no sea sexo me das evasivas y hoy que quería presentarte a mis amigos igual. Y me paso para verte y resulta que no estás en casa y llegas en el coche con tu ex susurrándote cosas y acariciándote.

Me quedé de piedra. ¿Estábamos discutiendo?

—Kyle, no me malinterpretes pero eso no es lo que pasó. Mi coche se rompió y él me trajo a casa—Lo miré—Aún así si quisiera estar con él es mi problema. No somos nada y tampoco hemos acordado ninguna exclusividad.

—¿Así que no soy nada para ti?—Me preguntó acercándose hacía mi.

—No es eso lo que he dicho—Le dije—Somos amigos.

Kyle se acercó aún más haciendo que nuestras respiraciones chocaran.

—A mi me da que somos más que amigos—Dijo acariciando mi labio inferior con el suyo.

—Solo amigos—Kyle me besó suavemente y empujó por mis caderas hasta que caímos en el sillón.

Acariciaba mi cuerpo entre beso y beso, hasta que desprendió mi camisa dejando mi sujetador al descubierto.

—Prométeme que solo serás mía—Susurró en mi boca.

—Kyle...—Susurré

—Solo promételo—Me pidió.

—No puedo—Kyle se separó furioso de mi y cubrí mi torso desnudo con mi camiseta.

—¿Por qué?—Me preguntó.

—Te lo he dicho en las semanas que nos conocemos Kyle, no quiero nada con nadie.—Él negó con la cabeza.

—¿Con Aiden si?—Me preguntó—Cada vez que él aparece te derrites por él. 

—No metas a Aiden aquí, porque no tiene nada que ver—Le pedí.

—¿No tiene nada que ver?—Preguntó—Porque a mi me da que lo tiene que ver todo.

—Kyle...

—¿Qué tiene él que no tenga yo?—Me preguntó

—No entenderías nada—Dije

—Pues explícamelo

—Él fue mi persona—Le dije y él me miró con cara de duda.

—Yo también puedo ser tu persona—Dijo él y yo negué con la cabeza—¿Por qué él? Es un gilipollas

—Kyle...

—No Sara, no sigas susurrando mi nombre, porque llevo semanas acostándome contigo y en cada puta ocasión aparece Aiden y estoy harto. Solo me quieres para follar y tener a alguien que te de calor por las noches, eso es de zorra.

—Lárgate—Le dije señalándole la puerta.

—¿De verdad?—me preguntó y cuando no contesté asintió—Te va a ir muy mal en la vida eh, te lo digo.

Salió de mi casa dando un portazo que hizo temblar la mesa de al lado de la puerta y el cristal que minutos antes Aiden me había dado, estalló en mil pedazos.

Lo miré y me senté en el suelo viendo cada vidrio de color hecho añicos. Supongo que así terminamos todos en algún momento.

...

Mientras desayunaba miré el cristal en el suelo y pensé que debería recogerlo. Mientras barría el suelo con la escoba, escuché a un coche llegar y tocar el claxon. Al ir a abrir la puerta, me encontré con la cara de Aiden.

—¿Qué haces aquí?—Le pregunté y él sonrió.

—Buenos días—Dijo y entró por la puerta.

—Tú pasa, para que pedir permiso—Le dije—Total, ¿qué es lo peor que te puedes encontrar?

—Un cadáver quizás—Dijo él y se sentó delante de mi café bebiendo un sorbo.—He venido a llevarte al curro.

—Me podrían haber llevado o podría haber cogido la bicicleta—Le dije y él rió.

—Ya, pero quería verte—Me dijo con una sonrisa, al sonreír vi que tenía una pequeña herida en el pómulo izquierdo. Llevé mi dedo sobre ella y él se encogió un poco al sentir mis dedos sobre ella—No es nada.

—¿Cómo te la has hecho?—Le pregunté, porque era obvio que anoche no la tenía.

—Digamos que a Kyle no le gusto mucho, creo que incluso menos que a Ian—Dijo él y me imaginé mil escenarios distintos.

—¿Eso te lo hizo Kyle?—Le pregunté y asintió.

—Anoche al traerte paré en un bar a tomar algo, un rato después llegó Kyle y al verme enfurecido fue contra mi—Contestó él y rio—Parece que no le gusta que pase tiempo contigo y que le gusta aún menos que te acaricie.—Volvió a repetir el gesto de anoche y acarició mi mejilla.

—¿Tú sabías que él anoche estaba en el porche?—Le pregunté y mi mente empezó a atar cabos—Lo hiciste a propósito.

—No lo sabía, pero ver su cara al tenerte cerca valió la pena—Aiden sonrió.

—¡Eres...!—Exclamé y el calló mi boca con un dedo.

—Nunca dije que iba a jugar limpio para recuperarte

—Te odio—Le dije al terminar mi  nueva taza de café.

—No es verdad Sarita—Metió un mechón de pelo detrás de mi oreja y se acercó a esta—Me amas, y ahora vas a ir a vestirte porque ese pijama te hace muy sexy—Susurró.

...


Ig:_lina.sunn_

Esclava de tiOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz