Capítulo 3

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-Oh, claro que me importa-Le dije-¡Estás aquí de nuevo! Después de seis putos años.

-No seas resentida Sara, nunca me dejaste explicártelo-Dijo Aiden desabrochándose el neopreno.

-Ni si quiera te molestaste en explicármelo-Le dije -Odiabas el mar y estudiaste ciencias marinas, odiabas Hawái y estás aquí, de todas las islas que hay en el mundo tenías que venir aquí. ¡Odias el puto sol!

-¿Quieres saber que cambió Sara?-Me preguntó-Tu fuiste lo que cambiaste, me cambiaste.

Lo miré y levanté una ceja.

-No me vengas con cuen...-Aiden me interrumpió.

-Tu novio está ahí, olvida que existo-Dijo y se dirigió a la escuela.

Ian me miraba desde el capó del coche y me dio una pequeña sonrisa. Me aproximé hacía él aún empapada y le dije que iba a ir a coger mis cosas y nos podríamos ir, al entrar al vestuario escuché la ducha, por lo que supuse que Aiden estaba dándose una ducha. Me limité a recoger mis cosas y salir de la escuela no sin antes despedirme de Jeff, otro de mis compañeros de trabajo.

Avancé hasta la caravana, donde Ian me esperaba apoyado en el capó con los brazos cruzados y sin expresión alguna en la cara.

-¿Dónde vamos?-Le pregunté al llegar. Él rodeó mi cintura con ambas manos y me miró.

-¿Qué hace él aquí?-Me preguntó

-Trabaja aquí-Dije y él asintió.

-Sube, te va a gustar-Hice lo que dijo e Ian arrancó el coche, pero antes de eso me percaté de que Aiden estaba en la arena, mirando hacía nosotros.

Y en ese preciso instante me di cuenta de que no me había dado cuenta de lo que lo echaba de menos hasta que lo vi en el agua, riendo con los niños. Me acordé de como trataba a Max y un cúmulo de recuerdos vinieron a mi mente mientras Ian conducía. Recordé los primeros días que convivimos juntos y sus estanterías repletas de trofeos, recordé cuando encontré Jaden con una chica en la habitación de Aiden, recordé demasiadas cosas que había decidido dejar a un lado, pero la que más recordé fue el tacto de su piel contra la mía, su aliento con un sabor algo difuso, siendo una mezcla entre hierbas y menta, recordé las noches que nos desvelamos planeando un futuro juntos, planes que ahora no eran más que promesas lanzadas al aire, como palabras sin significado, a pesar de que en algún momento fueron todo.

Iba tan absorta en mis pensamientos que ni si quiera fui consciente de que habíamos llegado hasta que Ian tocó mi hombro y me di cuenta de que habíamos llegado a la playa de los acantilados.

Me bajé del coche y ayudé a Ian a llevar las cosas hasta la pequeña "cueva"-que no era más que un hueco entre la pared de piedra-donde nos esperaba Marie y Steve, ya con las casetas de acampadas montadas.

El día fue relativamente corto, en un abrir y cerrar de ojos ya había oscurecido y todo a nuestro alrededor se había vuelto negro, menos el cielo en el cual algunas chispas luminosas alumbraban la noche.

Ian me miró con sus brillantes ojos verdes bajo la luz de una pequeña hoguera que habíamos encendido y me besó suavemente los labios. En mitad del beso sonreí.

-Creo que deberíamos meternos en nuestras casetas-Anunció Marie y sonreímos

-Creo que si-Dijo Ian-Encárgate de apagar el fuego-Le dijo a Steve y este asintió.

Seguidamente me montó a su hombro como si fuera una pluma y me llevó hasta nuestra caseta, me apoyó con suavidad sobre nuestro saco de dormir y me admiró con una sonrisa.

-Eres preciosa-Susurró en mis labios-Cualquiera no se volvería loco con tan solo mirarte

Junté nuestros labios y entre beso y beso terminamos enredándonos en las sábanas.


-Te quiero-Susurré exhausta acostada sobre su pecho y él me sonrió

-Yo también te quiero Sara-Susurró él mientras acariciaba mi cintura desnuda.

Durante un efímero rato, permanecimos en silencio, acariciándonos y admirándonos. Simplemente era un ambiente cómodo donde reinaba el silencio, por lo menos hasta que Ian abrió la boca.

-Podríamos mudarnos-Dijo él.

-Pensé que te gustaba nuestra casa-Le contesté y él asintió.

-Me gusta, pero cuando me mudé dijimos que sería algo temporal y ya llevamos 2 años en esa casa, me da miedo que te traiga demasiados recuerdos.

-Me gusta nuestra casa-Le dije

-Había pensado algo más al sur de la isla

-No me quiero mudar

-La casa es muy grande para los dos solos, podríamos buscar algo más pequeño y comprarlo entre los dos

-No me voy a mudar, ahí es donde me crié

-Y también donde tu madre enfermó y del hogar que te arrebataron-Ian cerró la boca-No quería decir eso es que...

-¿Qué Ian?

-Llevas rara desde que viste a Aiden anoche y hoy lo veo en tu trabajo-Ian bajó la voz-Me dijiste que no sientes nada por él, pero estoy empezando a dudarlo.

-Aiden es mi pasado, ya está

-¿Debería creerte?-Me preguntó y asentí

-Claro que deberías creerme-Le contesté.

Ian no dijo ninguna palabra más, simplemente nos dejamos dormir o más bien él se dejó dormir, porque mi cabeza no dejaba de formular preguntas sin respuesta, de recordar sentimientos antiguos y de pensar en él.

Me odio por pensar en eso y un escalofrío me recorrió al pensar que mientras abrazaba a Ian pensé que ojalá fuera Aiden en su lugar y pensé en que hacía tiempo que no sentía nada por Ian, quizás nunca lo sentí, quizás solo quería sacar un clavo con otro, pero algo se revolvía en mi interior y pensé que Ian no era el amor de mi vida, yo ya conocía a el amor de mi vida a pesar de que no era el chico que me tenía entre sus brazos y él merecía alguien que lo amase, alguien que lo hiciera de verdad.

Con ese pensamiento, mis ojos se cerraron y caí en un largo y profundo sueño.


Ig:_lina.sunn_

Esclava de tiWhere stories live. Discover now