Salamandra [TERMINADA] {EunHae}

Capitulo 7

Qué más decir que más que amo a Hyuk XD aunque tiene su enorme y muy grandote (casi una bomba) en sus manos!! muejejeje

CAPITULO 7

"Verdades ocultas"

 

-Estuvo muy bien la cena- le comentó Hyukjae mientras se dirigía hacia la puerta para poder irse.

-Cuando quieras puedes volver a cenar con nosotros- le dijo la madre de Donghae con una sonrisa en los labios mientras desaparecía hacia la cocina seguida por la hermana del mismo.

-Muchas gracias por todo- le contestó haciendo una leve venia, para luego dirigir su mirada hacia Donghae, quien se encontraba a su lado- Gracias.

-No es nada- le contestó este con una sonrisa mientras abría la puerta- Me alegro que te hayas quedado.

-A mí... tambien- le contestó no muy convencido de lo que había dicho- Nos vemos mañana- se despidió mientras se subía al elevador.

  Cuando llegó debajo de todo, miró hacia arriba antes de dirigirse hacia su coche e irse del lugar.

-¿No era que te quedabas en lo de Yuri?- le preguntó algo molesto cuando ingresó a su habitación.

-Se puso pesada- le contestó luego de haberse girado para poder verlo, ya que estaba tirada en la cama leyendo un libro.

-¿Y solo por ello volviste?- le preguntó con una ceja alzada- Sabes que no me gusta que andes por ahí a estas horas sola.

-No me pasará nada- le contestó poniendo los ojos en blanco y volviendo su atención a la lectura.

-No quiero que vuelvas a hacerlo Sulli, si me dices que te quedas en la casa de Yuri te quedas y luego vuelves al otro día.

-De acuerdo Gruñón- le contestó bufando- Y ahora si has terminado me gustaría estar en paz en mi habitación- terminó diciéndole con una sonrisa falsa.

-¿Has comido algo?

-Un sándwich- le contestó encogiéndose de hombros.

-¿Solo eso?

-Yuri no tenía nada más en su heladera, así que había que ser creativas.

-¿Por qué no me sorprende que no tuviera nada?- se preguntó a sí mismo- En fin. Jovencita- la llamó, aunque sabía que Sulli no lo miraría- Sabes las reglas de la casa.

-A las diez se apaga la luz- repitió cual loro que repite una misma cosa trecientas veces al día.

-Así me parece mejor.

  Se fue de la habitación, dirigiéndose hacia la de él. Se fue desatando la corbata mientras iba llegando a su destino.

  Abrió la puerta, encontrando la habitación tal cual la había dejado a la mañana. Limpia, ordenada y con todas las fotografías boca abajo. Aun le dolía verlo en aquellas fotografías y no quería sacarlas de su sitio.

  Se desvistió por completo, tirando la ropa sobre la cama y se encaminó hacia el baño, donde tomó un largo baño, caliente y relajante. Lo que necesitaba.

  Cuando terminó, salió envuelto con una toalla alrededor de sus caderas y una sobre sus hombros, evitando que las gotas que caían de sus cabellos cayeran por su cuerpo ya seco. Sacó su pijama de debajo de la almohada, una costumbre que había adoptado desde que había comenzado a vivir con Heechul, y se lo puso, suspirando en el proceso.

  Siempre había odiado los pijamas.

  Antes de meterse en la cama miró la hora.

  Salió de la habitación y abrió lentamente la del Sulli. Estaba dormida sobre el libro, lo cual se le hizo muy tierno y adorable.

  Entró, sacó el libro de debajo de su rostro y con cuidado de no despertarla la acurrucó en la cama, acariciando levemente sus cabellos.

-En verdad que eres fuerte- susurró más para él que para ella. Besó su cabeza- Lo siento.

  Apagó las luces y se fue de la habitación intentando no hacer ruido, sin saber que en realidad Sulli no estaba dormida.

-No tienes que disculparte por nada- susurró para escucharse a ella misma antes de suspirar y acomodarse mejor en la cama para ponerse a dormir.

  Hyuk llegó a su habitación y se acostó en la cama, tomando un expediente que ya llevaba con él un par de días. Sabía que debía de dejarlo al día siguiente, por ello quería darle una última mirada y sin darse cuenta poco a poco se fue quedando dormido.

-¿Heechul?- preguntó extrañado mientras veía al nombrado frente a él sin portar un arma como él mismo y andando como si nada- ¿Qué haces aquí?- no se había percatado hasta ese momento que, primero, estaba vestido casual y segundo, aquel día era su día libre.

-¿Por qué... has venido tú?- le preguntó algo preocupado y estaba por contestarle, pero alguien lo golpeó por detrás y todo se borró de su vista y mente.

  Cuando llegó a su trabajo luego de haber dejado a Sulli en su colegio, vio a Victoria acercase hacia él.

-Tenemos que hablar- le dijo, girándose nuevamente y dirigiéndose hacia su oficina.

  Hyuk suspiró pesadamente. Donghae aún no había llegado.

  La siguió y cerró la puerta detrás de él antes de sentarse frente a ella, con el escritorio de por medio.

-¿Qué quieres?- le preguntó algo brusco,  pero no se había levantado en su mejor día luego de la discusión que había tenido con Sulli.

-He hecho lo que me has pedido.

-¿Qué te he pedido?- le preguntó mirándola con cara de pocos amigos.

-En realidad lo que te han prometido. Aún no lo habíamos hecho.

-Me estoy perdiendo en la conversación.

  Victoria se llevó una de sus manos al puente de su nariz.

-Jung Soo... no había borrado aún tus...- Hyuk golpeó la mesa.

-¿Qué no había hecho qué?- preguntó molesto, consciente de lo que le seguía a aquella oración que Victoria le había querido dar.

  Se levantó sin quitar su mirada de ella.

-Dime que no es lo que estoy pensado- apretó fuertemente los dientes.

  Lo mataría.

-Se dio cuenta de ello recién ahora.

-Lo mato- dijo antes de voltearse para poder ir a matar a su jefe.

-Creo que tendrías que decirle a Donghae- comentó Victoria cuando él llegó a la puerta, donde frenó en seco.

  Una risa falsa se escuchó por parte de Hyukjae.

-¿Para qué me odie y quede como he estado siempre? ¿Solo?- giró levemente su rostro hacia atrás y la vio de reojo- Se lo voy a decir, pero cuando yo crea que es el momento indicado- y dicho aquello cerró la puerta de un portazo, molesto, furioso y con ganas de golpear al primero que se le cruzara por el camino.