Ser policía,
investigador, o incluso detective, es duro.
No solo por el hecho
de que constantemente uno se encuentra en peligro, sino tambien, porque uno
nunca sabe si el que tiene a su lado, de un día para el otro, lo dejará.
Ser policía,
investigador, o incluso detective, es duro.
No solo por el hecho
de que constantemente uno se encuentra en peligro, sino tambien, porque uno
nunca sabe si el que tiene a su lado, de un día para el otro, lo dejará.