Capítulo once

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Camilo y Donnie estaban en la cocina, el mayor acababa de lavar la loza que había sido utilizada en la cena y Camilo estaba ayudándolo, guardando las cosas.

– Uyy… Tus manos están frías…- Dijo Donnie, sintiendo los brazos del menor, envolviendo su cintura.- Noo! Quédate…- Tomó las manos del menor, para mantenerlas donde estaban. Camilo empezó a dejar besitos en la espalda desnuda de Donnie.- Hm… ¿Qué quieres?- Preguntó dándose la vuelta, mirando al menor que sonreía levemente.

– Yo?... Nada…- Dijo mirando al mayor. La verdad era que ver a Don durante toda la cena, solo vestido en pantalón, le había provocado un poco.
Camilo acariciaba levemente el torso del mayor, desde su pecho.

– Seguro?- Dijo sonriendo de lado, el menor recostó su frente en el pecho de Donnie, para luego empezar a dejar besos cortos ahí. El mayor tomó la barbilla de Camilo, levantando su cabeza, luego acercándose a sus labios para besarlos, el menor envolvió la nuca de Don con sus brazos. Donnie tomó la cintura de Camilo, acercándose a la isla de la cocina, lo levantó, haciendo que el menor quedara sentado sobre la isla. Los besos ahora se hacían cada vez más intensos, en verdad no era tan difícil para que se calienten. En esa noche, Don notó una desesperación mayor en Camilo, después de su primera vez no habían hecho nada más que besos y ciertas caricias, pero lo que más le llamó a Donnie, fue que el menor tomó la iniciativa.

– Hmm…- Camilo jadeó sintiendo los besos de Don bajar por su mandíbula y sus manos entrar por debajo de su camiseta. El menor volvió a bajar sus manos por el pecho de Donnie.
Las manos del mayor, que antes acariciaban la cintura de Cami por debajo de la camiseta, ahora bajó hasta sus muslos, mientras sus besos volvieron a sus lábios.

– Cami… ¿Quieres continuar?- Preguntó alejándose un poco para mirarlo a los ojos. Donnie deseaba demasiado volver a ver el cuerpo de Camilo y tenerlo de la misma manera que la primera vez o… tal vez un poco más intensamente, pero no iría forzarlo, aunque la ansiedad del menor mostraba que también lo quería.

– Sí…- Respondió también mirando al mayor, que asintió, ahora alejándose un poco.

– Vale… ¿Cómo quieres hacerlo?- Preguntó con cierta seriedad, ya había hablado más algunas veces con Camilo acerca del BDSM y pudo notar el gran interés del menor.- Lo haremos como tu prefieras…- Aseguró. “Solo quiero poder tocarte nuevamente…”

– A tu manera…- Dijo en tono bajo, tenía realmente ganas de experimentar eso que le dió tanta curiosidad.

– Seguro?- Preguntó volviendo a acercarse al menor.

– Lo estoy… Quiero hacer así…- Repitió y pudo ver una sonrisa pintar el rostro de Donnie, que volvió a besarlo.

– Oye…- Dijo cortando el beso y luego ayudando a Camilo a bajar de la isla.- Desnudate y espérame en la cama…- Ordenó, el menor se sonrojó levemente pero asintió.
Camilo dejó la cocina y fue a la habitación, luego haciendo lo que le pidió Donnie, quedando solo en ropa interior. Cami no sabía exactamente lo que pasaría, pero sacó todas las dudas que tenía con Don y estaba listo para intentarlo.
Donnie fue rápidamente a su oficina, donde dejaba guardaba algunos de sus instrumentos, para enseguida ir a la habitación. Estaba demasiado ansioso, pero sabía lo que hacía y definitivamente estaba bastante excitado con la idea de tener finalmente a Camilo como su sumiso. En la oficina, Donnie tomó un par de esposas, un par de pinzas para mamilos y un pequeño vibrador. No haría algo tan intenso aún, pero intentaría estimular los puntos más sensibles de Camilo. Donnie entró en la habitación y no pudo evitar sonreír al ver al menor esperándolo, de rodillas en la cama con las manos sobre los muslos.- Te pedí que te desnudara Camilo…- Dijo en un tono más serio. La voz de Donnie le llamó la atención a Camilo, era un tono más grave de lo habitual, que sorprendentemente le gustó bastante al menor. El mayor se acercó más a la cama y Camilo pudo ver algunas cosas de las que tenía en manos.

My Baby Boy...Where stories live. Discover now