𝐅𝐄𝐕𝐄𝐑

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Miro a la señora y sonrío, nunca había estado tan feliz en toda mi vida como ahora, por fin puedo decir que me gusta una chica y que yo le gusto, mi corazón se acelera cada que lo recuerdo, muerdo levemente mi labio inferior al desviar la mirada a la ventana, estoy comprando kimchi jjigae muy cerca de donde vive para poder verla, dijo que me esperaría pero siento que debería sorprenderla llegando un poco más temprano, quisiera pasar bastante tiempo con ella, tal vez sienta la completa valentía para decirle que me gustaría salir a algún lugar, creo que así comenzaríamos bien.

Ya nos hemos besado pero eso no significa que estamos en una relación, solo que sentimos algo la una por la otra o que solo nos besamos porque nos atraemos, claro, es bueno y un excelente avance que pavimenta lo que pasará en el futuro pero siento que debería ir un poco más allá porque nos lo merecemos, es alguien que siempre me ha interesado y ahora que tengo la oportunidad de ir más allá de una amistad no la voy a desaprovechar, aprieto los labios y me apoyo de la ventana, aún así eso no quita que tengo miedo.

Puede que ahora mismo las ganas e ilusiones sean las que estén hablando y me controlen pero es un gran peso que llevo por sentir algo y querer tener algo más que besos, una vermosa relación en la que ambas nos demostremos lo mucho que nos amamos el problema es que no sé si es lo que desea, por todo lo que me ha dicho se nota que es alguien que no le agrada mucho la idea de estar en algo serio, por ahora, ya que todo lo que ha pasado en cuanto al amor es bastante complicado y lo comprendo perfectamente.

Eso no quita que quiera intentarlo aunque sea una vez, que yo pueda decir que lo he intentado y no quedarme con la duda de lo que pudo llegar a suceder, me han dicho que es lo peor del mundo y no quisiera pasar por ello ya que es algo que me destruiría, entre a esto de experimentar sobre el amor porque quiero que pasen cosas buenas, espero tener suerte y no haber elegido mal, o bueno, mi corazón.

No tenía ni la menor del miedo que iba a sentir por estar a pocos minutos de sorprenderla, más allá de que probablemente se lo tome bien y que comamos un tiempo antes, puede que por algo me haya dicho esa hora.

Estiro un poco la cabeza a la derecha y me levanto cuando la chica me hace una seña, ya está la comida eso significa que la única parada que tengo es ir a su casa, siento que es lo más difícil que he llegado a pensar en hacer en toda mi vida, es que tengo tantos malos escenarios en mi cabeza que siento que podría morir en cualquier momento, estoy asustada pero a la vez emocionada.

Es un trago agridulce.

— muchas gracias —, hago una reverencia y salgo, el sonido de la puerta cerrandose detrás es como marcar un antes y después en mi vida, como si mi mundo tomará otro rumbo y que debo ser bastante fuerte para seguir adelante porque si me trabo las cosas no saldrán bien, esto es en lo que he estado pensando desde hace un tiempo así que tengo que seguir adelante, porque soy fuerte y tengo la capacidad de ser sincera, abrirme a las personas, sobre todo a la que me gusta y con la que quiero tener algo, lanzarme a ese gran abismo que todos le temen.

Deseo llegado a mi casa y decirle a mis padres que he encontrado el amor que implementare todo lo que me enseñaron, que por fin seré feliz con una chica que me ame y que si pude hacerlo, sin importarme lo que los externos pensarán o dijeran de mi, es algo que nunca le se que llegara a pasar pero ahora estoy a escasos metros de llegar a aquel momento en el que por fin llegaré a la felicidad máxima, esa que todos buscan en su vida y que tengo ahora mismo ante mí.

Cruzo a la derecha y la veo de espaldas, siento que mis ojos se iluminan como dos faroles, me siento tan feliz de que esté esperándome, me escondo un poco para ver si puedo llegar a asustarla pero dejo de caminar al darme cuenta que hay una chica frente a ella, frunzo las cejas ya que enseguida se de quién se trata y me siento un tanto mal, un sabor raro se impregna en mi paladar, tal vez son las lágrimas que ruedan por mis mejillas y mojan mis labios, pensé que ya la había dejado atrás.

Lo hice mal.

Era una tonta ilusionada que creyó en algo que era inexistente porque en ningún momento fue franca con ese tema, bajo la mirada a la comida y aprieto los puños, mi corazón se achica, como si de la nada dejara de latir con la misma intensidad con la que siempre lo ha hecho cuando se trata de ella,— ¿por qué? —, es lo que se escapa de mis labios, se me cierra la garganta de tan solo pensar que me estuvo usando como un juguete de entretención esperando que ella volviera, es lo que mi cerebro me está diciendo.

Sobre todo que huye y no le haga caso a lo que sea que me va a explicar ya que sus ojos se fijan en mí y camina, no quiero que lo haga, aunque no tengo las cosas muy claras siento que no quiero más explicaciones, esto debería quedarse ahí, cómo está, ella en los brazos de aquella persona que le rompió el corazón y yo dándome la vuelta para regresar a mi casa, como si no nos conociéramos y seguir con nuestras vidas,— Mina —, ahora duele tanto que diga mi nombre, ya lo detesto y eso me duele tanto que se me hace difícil respirar.