Capítulo 28

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Mattew

Me quedé afuera mientras los Baker entraron a verla, mi cabeza era un caos y no podía pensar con claridad. Estaba molesto con ella, si, pero otra parte de mí comprendía su miedo. Nunca la hubiera rechazado o dudado de la paternidad de ese bebé, ¿de quién más podría ser? Si me la pasaba todo el tiempo sobre ella.

Me alejé cuando Rhys volvió a llamarme, salí a las afueras del hospital y contesté, las ansias me carcomían, destruiría a quien hizo esto. Ni siquiera me importaba que mi nombre ahora mismo fuera titular de muchos páginas, sino en lo mal que ella lo estaba pasando por toda esta mierda.

—¿Ya tienes la información que te pedí?

—Si, pero necesito que vengas a mi oficina porque lo que encontré no me convence.

—¿Qué encontraste?

—La información fue enviada del celular de Faith Petterson, no le encuentro sentido porque es a ella qué más le afecta todo esto. ¿Quién querría exponerse de esta manera?

Fruncí el ceño igual de confundido, era obvio que todo eso sólo se encontraba en su celular.

—¿Pudo no haber sido ella? —fue más una pregunta que una afirmación.

—El teléfono pudo ser hackeado, para eso necesito que le preguntes si tiene algún sospechoso, si alguien tuvo acceso a su móvil o preguntar directamente si fue ella quien lo envió.

Jamás le preguntaría eso último, sería una estupidez. Lo más seguro fue que lo hackearon.

—En un momento iré, voy a investigar esos datos primero.

Corté la llamada y volví al interior del hospital, me senté en las sillas frente a la habitación donde se encontraba y esperé pacientemente a que los Baker salieran.

—No la vaya a molestar, sea lo que sea que quiera decirle guárdelo si le puede afectar de manera negativa —su amiga quizo intimidarme, no era necesario que nadie me advirtiera nada. Era el más interesado en que estuviera bien.

Entré a la habitación, ella se encontraba con los ojos cerrados viéndose tan pacifica, se veía hermosa luciendo al natural, su piel estaba pálida y sus labios resecos. A pasos silenciosos me acerqué y acaricié su cabello, de inmediato abrió sus orbes azules que no hacían más que hipnotizarme. El encanto que sentía por ella no pasaba, sólo iba creciendo más y más, como una bola de nieve. Rara comparación pero era así como lo sentía y en cualquier momento todos mis sentimientos iban a estallar y me sería imposible seguir ocultándolos.

—Matt, ¿qué haces aquí? —preguntó con su debilitada voz.

—Shh —incliné mi cuerpo para depositar un beso en su frente. Me acuclillé para quedar en una mujer altura, tomé su delicada mano entre las mías y la llevé a mi boca, sintiendo devoción por ella —No hables, solo permanece así, luciendo tan hermosa como siempre.

—Yo...

—Faith, no pienses en nada ahora, no te hace bien.

Soltó un sollozo que me hizo arder mi corazón, no me gustaba verla así, su sufrimiento era el mío.

—Las cosas están mal, no me pidas eso. Todos hablan de mi pensando lo peor, quedé expuesta , Mattew y no tengo ni la menor idea de cómo llegaron esas fotos y ese video a la prensa. Porque te juro por lo que más amo en esta vida que no fui yo. No fui yo, Mattew

—No tienes que decirlo, te creo, Faith —sus ojos no paraban de soltar las lágrimas que me encargué de limpiarlas —El video ya fue bajado, ahora mismo trabajan buscando al responsable de todo esto.

Infieles Where stories live. Discover now