Dia 675: Juntos

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Madrid, España, 08 de septiembre de 2023

Estefanía Garza

Estos días, gracias a Silvia, Carlos y yo no hemos sido molestados por ningún medio de comunicación.

Fuimos claros, estamos juntos, de palabra, pero lo estamos.

Yo se lo propuse aquel día en la bañera y él aceptó.
En aquella alfombra roja creo que lo dejamos clarísimo.

— Mi mexicana — escuché a Carlos entrar a la casa

— Estoy en la habitación de Marc — grité de vuelta

Cuando volvimos el lunes por la noche, Carlos y yo volvimos a dormir juntos.

La que una vez fue nuestra habitación lo era de nuevo.

El cuarto que en algún momento sería de nuestra Carla era un lienzo en blanco de nuevo, solo había un mueble que las hermanas de Carlos nos mandaron a hacer, pero no duraría mucho así, pues aquí sería el lugar de mi pequeño Marc.

— Traje bastantes cosas — dijo Carlos entrando a la habitación con una caja — espero estes lista

— ¿Qué tango compraste, Sainz? — pregunte curiosa

— Hijo, necesito tu ayuda — escuche al padre de Carlos gritar desde fuera

— Ya voy — grito Carlos al mismo tiempo que dejaba la caja en el suelo con cuidado — Dame unos minutos más, guapa, ya vengo

Asentí con la cabeza.

Carlos esta mañana me dijo que saldría a ayudar a su padre con unas compras.
Creí que irían por cosas para la casa de sus padres o tal vez palos de golf, pero al parecer me equivoqué.

— Mi amor, danos espacio que lo necesitaremos — grito Carlos desde el pasillo

Me hice hasta una de las esquinas de la habitación para dejarles completamente libre la entrada.

Entraron con una caja enorme y la dejaron recargada en la pared.

— Gracias pá — dijo Carlos

— De nada, hijo — respondió el señor Sainz — hola pequeña — se acercó a mi y me dio un beso en cada mejilla

— Hola hola — respondi saludándolo de vuelta

— Bueno muchachos, voy a casa que seguro Reyes ya me está esperando — dijo

— Adelante, pá, muchas gracias de nuevo — respondió Carlos

— Nos vemos, Carlos — dije y su padre salió de la habitación para irse — Ahora sí... ¿qué es todo esto?

— Esto — se recargó en la gran caja — es la cuna de Marc y en esto... — camino hacia la caja que dejó en el suelo, se puso de cuclillas y la abrió — hay algunas decoraciones para su cuarto, pero tranquila que la arquitecta aquí eres tú y no me meteré en cosas del diseño

— Muéstrame — me acerque a él con una sonrisa en mi rostro

— Por supuesto — respondió — te voy pasando las cosas, ¿vale?  Déjalas sobre el mueble — asentí con la cabeza — compre geste conejito — me pasó un peluche — este cojín solo porque trae la letra M — me lo dio y sonreí más — no me mates... — me miró

— ¿Que compraste? — pregunte

— Le compre 3 pares de tenis, perdón, se que tardará en usarlos pero no me resistí — dijo e hizo un puchero tierno

— Pero los usara — comencé a reír levemente — está bien, amor — puse mi mano en su espalda — ¿Que mas trajiste?

— Mande a hacer esto — Carlos me pasó un marco con una fotografía

Complete Mess (Carlos Sainz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora