Complete Mess (Carlos Sainz)

Día 475: Redención

Mónaco, 24 de febrero de 2023

Estefanía Garza

Hemos estado aquí toda la semana.

Creo que nos encontramos cada día mejor porque si bien, está siendo complicado por lo que sucedió, casa día la ilusión de casarnos es más y yo me siento más enamorada de él.

El primer día en cuanto aterrizamos me puse en búsqueda de una wedding planner.

Charles me dijo que por el presupuesto no me preocupara y que podía elegir lo que quisiera.

Ese mismo día conseguí a la chica que me ayudaría con la planeacion de una boda en menos de una semana.

Al principio, con esto me refiero al lunes y martes, solo era yo la involucrada en la boda. La que tomaba decisiones, la que daba sugerencias y Charles solo pagaba.

Pero el día miércoles despertó diferente.
Su actitud era otra.
Se le veía feliz y emocionado y eso me levanto más los ánimos a mí.
Sugirió colores, eligió flores, quiso visitar el lugar donde nos casaríamos.
Se involucró.
Y después de lo sucedido el fin de semana pasado, nos volví a sentir una pareja.

Desafortunadamente no puedo decir que estoy arrepentida de haber estado con Carlos pues para mí fue la forma de cerrar lo nuestro por fin, creo yo.

Y con Charles siento que a partir de eso, pude entregarme totalmente a él.

La bocina de un claxon sonó y al voltear a ver estaba Charles en su auto.

Me saludo agitando la mano y yo corrí para subirme rápido al auto ya que él no podía estacionar ahí.

— Hola, princesa — puso su mano en mi cuello y me acercó a él para besarme

— Hola, mi amor — sonreí al terminar el beso

Charles comenzó a conducir.

— ¿Qué tal la prueba del vestido? — dijo mirando al frente

— Excelente, son dos, uno para la boda en la iglesia y otro para la fiesta — sonreí

— Perfecto, preciosa — puso su mano en mi pierna — yo ya me probe el traje también y todo bien

— Qué emoción — dije sonriendo y mordiéndome el labio

— Mucha — me miró unos segundos y después siguió mirando al frente

Llegamos en nada a nuestro departamento, Charles estacionó el auto y enseguida me ayudo a bajar.

Subimos a nuestro departamento y en cuanto abrí la puerta vi un vestido blanco, corto, muy lindo.

— ¿Y eso? — señale el vestido y Charles me abrazó por detrás

— Es para que salgamos a despedir nuestra soltería juntos con una sesión de fotos — me dio un beso en la mejilla

— ¿De verdad? — sonreí girándome a él y abrazándome de su cuello

— De verdad, preciosa — me dio un beso corto en los labios — ¿por que no comenzamos a arreglarnos?

Asentí con la cabeza y le di otro pequeño beso.

No podría decir que la boda sería sencilla pero sí que no era la mejor boda del mundo.
La wedding planner ha hecho milagros.
Desde conseguirnos el lugar, conseguirme los vestidos, avisar a los invitados.
Una odisea pero se estaba logrando.
Contratarla fue lo mejor que pudimos hacer.

Charles y yo nos dimos un baño juntos para después salir a nuestra habitación a cambiarnos.

Él comenzó con su ropa y yo con mi maquillaje.
No quería ensuciar el vestido que Charles compró para mí.